¿Quieres ser mía?

O n c e

Noviembre 04, 2017.

R A C H E L  P R I C E.

—Derek y yo lo hicimos.

—Oh vaya.

Otra razón por la cuál Melanie no saldría con él. Me río ante la absurda idea siquiera formándose en mi cabeza.

—No puedo creer que hayas caído.

Creo que la he ofendido.

—Por favor Rachel, él ha caído ante mi.

—Olivia, un chico en una banda como él definitivamente no tiene planes de relaciones.

Ella y yo somos similares, excepto que ella suele apegarse a los chicos, rogando por su atención. Aunque cada vez que regrese diga que no volverá a suceder.

—Eso es porque no ha conocido a Olivia Lindsay.

¿Cuántas veces no he escuchado eso antes?

—Claro, Ov.

Regreso a la barra para llenar la bandeja.

—Me siento restringida aquí.

Sam frunce los labios cuando me acerco a ella. Ignoro eso, porque sé lo que sigue. Ella vuelve a hablar.

—¿Porqué el grupo no ha salido?

Eso llama mi atención.

—¿No han salido?

Me ve con ojos cansados—. ¿Acaso los ves?

Está bien, acepto mi pregunta estúpida.

—¿No deberían haber salido ya? —asiente—. Voy a checar qué ocurre.

Dice algo que no escucho pues me he escabullido para ir hacia el pequeño vestuario escondido que Michael les dió cuando llegaron.

Doy un toquido antes de abrir la puerta.

Todos los chicos están sentados, con sus instrumentos en mano, excepto uno.

—¿No piensan salir?

Derek se para y pasa un brazo por mi hombro. Observo el lugar en el que nuestros cuerpos se tocan.

—A ver lindura, ¿cuántas personas ves en ésta habitación?

Ruedo los ojos.

—Exceptuándote a ti, somos tres, ¿y cuántos deberíamos ser? —no contesto pues no soporto el tono empalagoso de su voz—, cuatro. Entonces...

Interrumpo—. ¿Dónde está Eiden?

—No tengo idea —se encoge de hombros cuando me suelta.

Por un lado, una parte de mi cabeza se preocupa por él.

—¿Y piensan salir?