Capitulo 2

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Al entrar al departento me di cuenta de que por primera vez en mi vida estaba completamente sola; sin hermano, hermanas ni mamá ni mi padre, solo yo, estaba solamente yo. El lugar era realmente acogedor, en la entrada estaba la sala con un espacio para cuatro personas, luego estaba la cocina y el comedor, donde realmente solo creo que cabían dos personas.

Finalmente al fondo un cuarto, aqui se encontraba un baño y espacio suficiente para colocar un armario, no dude en adecuar el espacio a mi gusto. Mi padre ya se habia encargado dias antes de pintar y acomodar algunas cosas del departamento asi que yo solo debía colocar mis cosas y listo.

Sin mas preámbulos me dirigí a la universidad una vez que termine de ordenar todo, total era temprano aún.

Obviamente tenía que saber mi horario y la ubicación de mi salón de clases.

Para mi suerte la universidad estaba a solo dos cuadras del departamento por lo cuál, caminar era todo un gusto. Al llegar me sorprendio que todo era relativamente hermoso, bueno la infraestructura era hermosa y elegante, aparte de que habian chicos  medios simpaticones.

Me acerque a una chica para preguntarle la ubicación de la oficina administrariva o cualquier lugar que pueda serme de utilidad está muy amable me guio hasta allí.

- Gracias muy amable - dije con una sonrisa.

- Ha sido un gusto, espero verte por ahí - asentí mientras me despedida con un gesto sonriente.

Al llegar a una oficina, le pregunte a una secretaria que se encontraba en la entrada del edificio.

- Hola mi nombre es gabriela y soy nueva, me gustaría saber mi horario y salón de clases por favor - le dije a la señora que se encontraba viendo "Pasión de gavilanes" en su laptop (si esa novela, en la que los tres hermanos que se enamoran de las tres hermanas y sus romances son todos dramas).

- Perdón ?- pregunta mirandome - Te puedo ayudar en algo?- dijo ella haciendo una mueca de desagrado.

- Soy nueva, me gustaría saber mi horario y salon de clases Por favor!- volvi a repetir efusivamente para que me escuchara.

- ahh - respondió ella- dame un momento, te buscare en seguida.- mientras ella comenzaba a teclear y  hacer algo productivo por su trabajo, yo miraba con cautela mi alrededor.

Me percate de que la universidad contaba con tres canchas deportivas, la primera de futboll, la segunda de basketboll y la tercera por lo que supuse era de los típicos : "Ricos", es decir una cancha de tennis.

En mi país una cancha de tennis significa dos cosas:

*familia rica
*niños ricos

- Aquí tienes muñeca- me dijo la secretaria- este es tu horario y estos son tus papeles, oficialmente estas registrada- me sonrió y se fue .

Observo mi horario  y me quedo horrorizada porque este empieza mañana con física a la primera hora.

Me fui a casa, ya eran las siete de la noche y no quería pasar mala noche, soy tan perezosa que si me acuesto tarde les aseguro que mañana ni me levanto, bueno ni modo.

Camine a mi casa mientras a mi paso admiraba todo a mi alrededor.
Aún no asimilo que las clases ya estén empezando.

Aquí empieza una nueva etapa.

Me digo mientras llego a mi nueva casa.

Al llegar a mi departamento me dio mucha hambre, porque soy una glotona y el hambre es una prioridad.

Encendí la radio y closer de chainsmoker y halsey estaba sonando.

I know it break you heart

Move to the city in a broken down car

And four years no call

Now you look pretty in a hotel bar

And I  Can't stop

No, I Can't stop

Comencé a gritar como loca por todo el departamento, dejandome actuar como si me dedicarán la canción.

Mientras me perdía en la melodía escuche unos golpes en la puerta de él departamento.

Me quede quieta un segundo tratando de poner mi mayor concentración a lo que había escuchado ya que al estar por primera vez sola me sentía algo asustada.

¿Y sí es alguien con malas intenciones?

Nah, no creo. Es decir no seria posible que en mi primer día algo malo me pase o ¿Si?.

Los golpes volvieron a captar mi atención y me debatí sobre si realmente debía ver quien era o dejarlo pasar.

Finalmente decidí que debía abrir.

- Hola - dijo un muchacho de forma cautelosa.

Lo mire atónita por él simple hecho de verlo ahí parado.

Era realmente guapo, muy guapo.

Intenté parecer fresca y mostrar mi mejor sonrisa pero estaba tan petrificada al ver semejante ejemplar en frente mio que no sabía como debía comportarme.

Guapo, realmente guapo.

Pelo castaño, ojos café miel, tez blanca y sonrisa dulce pero sensual.

- ¿Todo en orden? - pregunto al ver que no decía nada.

-ah si, yo - me quede muda otra vez.

Reacciona  me dije mentalmente porque seguramente parecía una tonta.

- Estoy bien - dije tratando de sonar tranquila - es solo que es raro ver a alguien que no conozco en mi puerta -comente de forma curiosa.

- Si, debe ser raro -respondió con una sonrisa hermosa.

- Mira yo estoy en él piso de arriba y venia a preguntarte si le puedes bajar un poco al volumen del radio ya que es un poco -hizo ademán de pensar- exagerado -sonríe a modo de diversión al ver que su comentario me ha hecho sonrojar por la vergüenza que me ha hecho pasar.

- Lo lamento, pensé que solo vivían chicas en este edificio - dije algo confundida y avergonzada.

- Y así es -dijo el con expresión divertida- es solo que eso no les impide querer pasar la noche en compañía -casi se me cae la boca al suelo por la impresión por lo que ha dicho.
Mi vergüenza se ha elevado al límite y puedo asegurar que él rojo de mi rostro es clara evidencia de ello.

- Bueno no era necesario tantas explicaciones  -digo apenada- ya bajo él volumen y lamento haber causado molestias -trato de darle a entender que quiero que se vaya pero este solo sonríe y me mira de forma incrédula.

- Genial -dice aún sonriente.

Da media y vuelta y sin mirarme o decir algo desaparece por él pasillo del lugar.

Eso claramente ha sido incómodo pero acaso la chica no pudo venir ella misma a decirme aquello.
No había necesidad de mandar a ese granuja de amante o novio que tiene.

Camine hacia él equipo de sonido y reduje él volumen considerablemente porque no quería que otro habitante viniera a molestarme.

Más claro voy a apagarlo.

Bufe exhausta porque eso había sido un recibimiento muy original.

Pervertido.

Pensé al recordar aquellos sucesos. Es que en serio no había necesidad de divulgar lo que iban a hacer esta noche.
Ojalá no escuche gemidos porque juro que esta vez seré yo la que vaya a tocar su puerta y les pida que bajen él volumen.

Sacudí mi cabeza ante descabellada idea y me fui a preparar un sándwich de jamón.

Encendí una pequeña tele que papá me había dejado y me acomodé para poner las noticias.
Lo sé, sonará aburrido pero es algo que me hace imaginar que estoy en casa.
Mis papás siempre veían tele por las noches después de cenar.

Una vez que las noticias acabaron decidí que era mejor irme a acostar porque no quería despertar tarde en mi primer día de clases.

EN MIS BRAZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora