capitulo 27:Te creo...

1.2K 64 4
                                    

Gabriela

Desperté muy somnolienta, a pesar de haber dormido durante mucho tiempo me sentía cansada. Me levante y me di una ducha, seque mi cabello y desayune una ensalada de frutas. Al llegar a la universidad me fui directamente a la biblioteca ya que mi clase empezaba a las diez pero no quería quedarme en la casa sin hacer nada, así que decidí estar a las ocho en la universidad.

Fui en busca de mi libro ya que lo quiero terminar desde hace días pero por falta de tiempo no he podido, una vez que lo tengo en mis manos me dispongo a ir a un pasillo y terminar mi lectura.

-¿no me vas a dejar tranquila hanna?- digo al sentir que alguien se sienta a mi lado- creí ser clara al decir que no quiero mencionar el asunto- digo molesta.

-supongo que yo soy el asunto ¿verdad?- dice la voz de un chico.

-¡¿NATE?!- digo brincando del susto. Me levante de golpe y me arrincone a un lado de las estanterías.

-si sabes mi nombre es porque me conoces ¿verdad?- dijo levantándose.

¿qué onda con ese "verdad"? digo mentalmente.

-lo siento, estoy ocupada - digo tratando de salir del pasillo. Antes de que pueda dar un paso Nate sujeta mi muñeca impidiéndome salir.

-¿qué hacías en mi cuarto el día que desperté?-  dice serio.

-Me equivoque de cuarto- digo sin mirarlo al rostro.

-No te creo- dice haciéndome que lo mire- ¿porqué siento que mientes?- dice manteniendo su mirada en mi. Observo como sus ojos buscan una respuesta desesperadamente, recorro cada detalle de su rostro con mis ojos, como si deseara plasmar este momento en mi mente para siempre.

-Déjalo así Nate- digo intentando sonreír.

-¿nos conocimos antes de mi accidente?- pregunta desconcertado- Sé honesta- mira mis ojos de manera suplicante- Por favor- y es en ese momento en el que me dan ganas de abrazarlo y decirle que todo va a estar bien.

-Sí, nos conocimos antes de tú accidente- respondo soltándome de su agarre.

-¿porqué mamá te odia? ¿Quién eras en mi vida?-pregunta tratando de recordar.

-No puedo afectar tú vida Nate, sé que quieres saber y te sientes culpable por no recordar a personas que estuvieron en tu vida, pero por una vez en tu vida deja de lado la curiosidad y solo haz lo mejor para ti- digo para calmarlo.

-Me conoces tanto, que sabes que siento justo ahora- dice sonriendo amargamente.

-tengo que irme- me despido mientras trato de salir de ahí lo más rápido posible.

-Voy a averiguar quien eres- dice confiado.

Me limito a mirarlo y sonreír, a lo que el responde con una media sonrisa. Me alejo a grandes pasos y sonrió para mi, esto sera como uno de sus vídeo juegos,  va a tratar de atraparme y después de ese gesto, él sabe que me dejare atrapar.

El día pasa volando y yo solo me limito a tratar de manejar toda la situación de la mejor manera. Al llegar la hora de la cena me encuentro con hanna.

-Todos los muchachos van a ir, ven Gabriela- dice jalando mi blusa.

-no quiero ver  a Nate con Wen- respondo finalmente.

-Eso no sera problema- responde sonriente. La miro por unos segundos y le pregunto:

-¿Qué quieres decir con eso?- mi curiosidad me mata.

-Desde que lo he visto con Wen, el ni siquiera la abraza o besa, es como si estuviera con ella solo porque la recuerda y no porque sienta que este bien- dice exhausta.

-Entiendo- digo sin esconder mi sonrisa.

-Entonces, ¿vienes?- dice haciendo gestos sugerentes.

-vale voy- cedo finalmente ante sus invitaciones.

A penas salimos de la universidad, nos dirigimos a un restaurante cerca de la universidad.

-hola a todos, hemos llegado- saluda hanna a Alex, Jeick. Wen y Nate. Del mismo modo saludo en forma general.

Pedimos lo que cada uno desea comer y nos servimos.

Desde que he llegado veo como Nate me mira y trata de descifrar algo.

-Gabriela pasame la salsa de tomate- dice un Alex hambriento.

 -¿ya notaste que no ha dejado de mirarte?- me dice hanna en un susurro. yo solo asiento a sus palabras para no entablar la conversación.

-me sorprende que le ponga empeño a recordar- dice hanna risueña- a este paso mi profecía se va a cumplir- dice sonriente.

La miro tratando de no parecer a penada. Disimuladamente volteo a verlo y efectivamente tiene su mirada puesta en mi. No puedo evitar sonrojarme al instante que nuestras miradas coinciden.

Veo como en sus labios se forma una sonrisa que evita ampliarse en su rostro. Todos en la mesa notan lo que esta pasando incluso Wen quién enseguida trata de evitar mas contactos de nuestra parte.

-¿amor?- lo llama a Nate, este asiente para que continué- No me gustan estos asientos, vamos al frente, a lado de hanna- dice con una sonrisa falsa.

-ahmm claro- dice Nate tratando de entender porque actúa así.

Enseguida pasan a sentarse a lado de hanna quién esta a lado mio. "Ya no podrá verme" pienso en ese momento.

El tiempo pasa normal sin contratiempos, hasta que..

-Ven amor, te pondré salsa de tomate a tus papas- dice una Wen pegajosa.

-A Nate no le gusta la salsa de tomate- digo sin pensar en las consecuencias de aquella oración.

-es cierto- dice Nate encontrando la manera de no sonreír.

Todos me miran sorprendidos ante mi comentario, solo me limito a esconder mi cara roja como la de un tomate con mi cabellera. Los demás chicos comienzan a conversar animadamente sin prestar atención a lo sucedido.

Luego de haber acabado mi comida decido ir al baño a lavarme las manos. Me levanto evitando tener contacto visual con cualquiera de la mesa y salgo rápidamente al baño.

Noto como a lo lejos un muchacho se acerca a tomar toallas desechables del lado de afuera del baño.

-elegante y todo pero aún no conozco un restaurante con toallas desechables como este y de uso exclusivo para los clientes- digo sonriente. El muchacho me observa y sonríe.

-Es una pena- dice acercándose- podríamos haber iniciado una amena conversación a través de ellas- dice seductoramente. No puedo evitar sonreír hasta que siento que alguien jala mi brazo en sentido contrario al muchacho.

Por unos segundos trato de asimilar lo que me hicieron y cuando busco al culpable de aquella acción me encuentro con una sorpresa.

-Espero que eso no haya sido un intento de coqueteo- dice un Nate serio.

-No lo fue- digo sorprendida. 

-bueno- dice mirándome serio- Te creo-dice yendose del lugar. Dejándome llena de dudas.

EN MIS BRAZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora