capitulo : 40

1.4K 64 16
                                    

Los chicos estaban en absoluto silencio, me miraban como si esperaran que diga :"es broma, era para ver sus caras". Pero no, no estaba bromeando, todo esto era una jodida realidad. Mi jodida realidad.

-Gabriela lo sabe?- pregunto un Alex acabando con el silencio.

-No-respondi estresado.

-Y cuando piensas decirle?- vueleve a insistir.

-El dia que me vaya, si es que me voy- digo suspirando.

-te va a odiar lo que le queda  de vida - dice serio. Tenia razón, ella me va a odiar.

-No tengo elección - tomo mis manos y las paso por mi cara. -Ella no puede hacer nada, nadie puede hacer nada - digo resignado.

-Siempre hay elección- contesta jeick hablando por primera vez.

-Para mi no la hay, siempre que intento ser feliz pasa algo que me arrebata esa felicidad - trato de sonar lo mas sereno posible.

-Nate...-dice jeick levantandose y acercandose a mi- pase lo que pase espero que sepas que estaré para ti-dice mientras pone su mano en mi hombro para animarme.

Lo miro y trato de no parecer sentimental, pero no puedo evitar y le sostengo un abrazo con mucho afecto.

-Gracias jeick- digo con voz quebrada.
Todo esto me esta afectando demasiado.

-Siempre seremos tus amigos- dice con el mismo tono de voz y es cuando noto que esta igual o mas afectado que yo.

Una lagrima rebelde se escapa de mis ojos y jeick no evita mas y se pone a llorar como el niño que vi por primera vez.

-Son tan maricas- dice un Alex, que por su voz se que esta tratando de contenerse.

-Callete - dice jeick tratando de calmarse.

-Joder Nate!- dice un Alex uniendose al abrazo.

Si, seguramente pareciamos niños o como las chicas cuando se despiden entre amigas, pero no podiamos quedarnos con esto dentro. Ellos no eran amigos, eran mis  hermanos, con los que creci, con los qu hice de mi vida la mejor versión.

No eran hermanos de sangre pero si hermanos de corazón. Los  hermanos que nunca tuve.

Alguien toco la puerta y nos separamos tratando  de eliminar todo rastro de lagrimas en nuestros rostros.

-Adelante- dije serio.

-Aqui estan los bocadillos que pidio joven- dice una señora de servicio.

- Gracias - digo indicandole donde dejar los bocadillos.

-Bien, vamos a jugar- dice jeick con una sonrisa.

-Traje esto- Alex enseña un vino muy antiguo.

-De donde lo sacaste?- pregunto riendo. Era muy caro.

-Estantería de papá- dice riendo.

-Como en los viejos tiempos?- pregunta jeick.

-Como en los viejos  tiempos!-contestamos Alex y yo.

Pasamos toda la noche jugando y riendonos  de anécdotas de cuando eramos niños.

En un dos por tres nos habiamos quedado en silencio. Y sin darnos cuenta nos quedamos dormidos.

No se cuanto tiempo paso pero cuando desperté no había nadie en la sala de juegos.
Camine hacia la puerta y me detuve cuando vi una nota en la puerta.

"Te esperamos en la cocina con nana"

Estos chicos seguramente estaban planeando algo.
Baje las escaleras algo somnoliento y cansado.

EN MIS BRAZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora