La Hija de Negan

2

Estaba afuera y escuchaba pasos mientras que yo practicaba con mi Katana:
-Negan te llama, preciosa- me dijo Dwight-
Guarde mi hermosa katana y fui con mi padre quien me esperaba sentado junto a la estúpida de Enid:
-Hasta que te decides en llegar.
-Es que yo si hago cosas productivas con mi vida.
-Enid y Audry ustedes 2 deben ir a Alexandria como infiltradas, nadie debe saber que vienen de acá.
-¿Cuando nos vamos?
-Ahora vayan a preparar sus cosas.
  Fui corriendo a mi habitación y agarré algunas botellas de agua, un libro, una foto de mi familia y una lata de salsa de tomate. Al tener todo listo manche un poco mi ropa con sangre de esas mierdas y me dirigí a la salida allí me esperaban Negan y Enid:
-Solo eviten matarse entre ustedes.
Las 2 asentimos y salimos, yo iba un poco más adelante que la necesitada de atención:
-Lo siento- escuché que dijo- lo siento mucho Audry
-Que lo sientas no significa que los traiga de vuelta, que lo sientas no significa que todo esté resuelto.
-Entiendo que me odies yo también lo haría.
-Genial que entiendas que te odio  porque es todo lo que siento por vos- sentí como unas ramas se rompían- shh
Saqué mi katana y empeze a caminar hacia donde provenía el sonido pero no había nada solo una ardilla, la cual caze:
-Enid tengo la cena para hoy- dije mostrándole mi ardilla- sólo hay que cocinarla y listo.
-Eso es un asco, no lo voy a comer.
-No es mi problema más para mi.
Pasamos horas sin hablar hasta que llegamos a una gran muralla, ya todas sucias:
-Manos en alto- las 2 nos miramos- es una orden.
Levantamos las manos:
-Dejen las armas a un lado.
-¿Como vamos a hacer eso si tenemos las manos arriba?- pregunte un poco burlona-
-Saquen las armas- reconocí esa voz-
-Daryl ¿Eres tu? Daryl soy yo Audry la hija de Juliet!- grite con un nudo en la garganta-
-Pequeña mugrosa.
En ese momento las puertas se abrieron y fui corriendo hacia los brazos de Daryl, me sentí rara al abrazarlo pero después de todo lo había extrañado y mucho:
-¿Que haces acá? ¿Como llegaste?
-Tengo hambre y venía caminando junto a Enid- dije señalandola- y vimos está gran muralla, hace mucho que estamos caminando.
-No te veo desde antes que empezará todo esto con los caminantes ¿Como está tu madre?
-Ella- mire a Enid- junto con los demás murieron en un incendio de nuestra antigua comunidad, fue horrible.
-Bueno, vengan pasen.
Con Enid entramos a ver y debo admitir que me quede sorprendida era como si el tiempo se hubiera detenido y como si jamás un caminante hubiese pasado por acá; le dije a Enid que viniera:
-Siento mucho lo de tu familia- dijo Daryl mientras golpeaba la puerta de una casa-
-Daryl- dijo un chico abriendo la puerta, tenía unos ojos celestes, los cuales eran magníficos- papá no está ¿Quienes son?- pregunto serio-
-Soy Audry y ella es Enid- dije fría- ¿Vos sos?
-No es de tu importancia- me respondió y yo en ese momento ya pensaba el castigo que le impondria-
-Vengan ya se donde puede estar.
Seguimos a Daryl bueno mejor dicho seguí a Daryl porque Enid se quedó hablando con el chico de ojos celestes; muy bien por fin entablando amistades. Entramos a una casa gigante, fuimos directo a una oficina y allí se encontraba un hombre, quien se digno a mirar a Daryl:
-¿Quien es?
-Me llamó Audry y vine con mi amiga Enid pero ella se quedó hablando con un chico de ojos celestes.
-Voy a buscarla- dijo Daryl cerrando la puerta-
-Ven siéntate- con cierto temor me senté al frente de el- ¿A cuantos caminantes mataste?
-Esa es una pregunta bastante estúpida ¿Quien lleva la cuenta de eso? Yo la perdí después de 30.
-¿A cuantas personas as matado?
-A 5- respondí acordándome de toda esa gente pidiendo piedad-
-¿Porque?
-Se lo merecían, necesitaban saber que yo cobraría venganza y así lo hice.
En ese momento entró Enid algo enojada; me miro y su enojo se fue de su rostro:
-Audry espera afuera y en un momento te mando a llamar.
Me levanté y salí, me senté, me di cuenta que aún tenía mi hermosa cena colgando de mi hombro; le hubiese preguntado a Daryl si quería un poco pero el volvió a hacer guardia. Estaba tomando agua cuando apareció el mismo chico de hace rato, me hizo una mueca y estaba por llamar a la puerta hasta que le dije:
-Esta ocupado con Enid.
-Esta bien- se sentó cruzándose de brazos- mi nombre es Carl.
-Un gusto Carl- dije sacando mi libro de la mochila y guardando la botella- ¿Sos su hijo?
-Si.
En ese momento salió Rick y lo primero que hizo fue mirar a su hijo; quien sólo miraba a Enid:
-Audry tengo una oferta para hacerles- me paré-si aceptan trabajar para mi, podrán quedarse.
-Enid yo acepto pero depende de vos y lo que vos pienses.
-Yo también acepto.
-Muy bien, vamos le mostraré su casa.
Fuimos afuera y caminamos hasta una casa, entramos y estaba todo amueblado; sentí ese calor de hogar inundando el ambiente y una lágrima se me escapó:
-Las dejare un rato para que descansen, al atardecer las vendre a buscar para presentarles al restó.
-Muchas gracias Rick, no sabes la alegría que tenemos al saber que podremos dormir sin miedo a que un caminante nos devore.
-Denada, nos vemos más tarde- cerro la puerta-
-Esto es más grande que nuestras habitaciones juntas- comenté-
-Mucho más grande y hasta es más grande que la de papá- escuchamos un ruido de arriba- yo te cubro.
Saqué mi katana y empeze a subir las escaleras, hasta que me di cuenta que el ruido venía de atrás de una puerta que se encontraba al final del pasillo; le hice una seña a la emo que yo hiba a abrir la puerta y de que ella me cubriera. Al abrirla había un chico de más o menos mi edad y Carl:
-¿Que mierda están haciendo acá?- pregunté sin bajar la katana-
-Lo siento no sabíamos que está casa estaba ocupada- se disculpó el otro chico-
-Audry, baja la katana- dijo Carl haciéndome una seña- por favor hazlo.
Baje la katana y un poco enojada salí de la enorme casa, estaba paseando hasta que ví una hermosa bebé rubia, la cual llamó mi atención; me acerqué...