2•° quiero estar a tu lado

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Si algo era raro en el C.G. (cuartel general) era que todos estuvieran de aquí para allá atareados por sus tareas respectivas cuando la mayoría del tiempo no había nada que hacer... Pero algo aún más raro era que pasara toda la mañana y no había rastro del jefe de la guardia sombra, ya que la mayoría del tiempo él estaba pegado a ella como si de un chicle se tratara.

Gardienne vagaba por el C.G. buscando al jefe de su guardia sin suerte alguna, llegó a un punto en que se dio por vencida hasta que lo vio junto al quiosco central con Alajéa

sin duda una pequeña espinita se encajó en su ya afectado corazón.

Ella sin saber qué hacer se dejó llevar por sus instintos y caminó en dirección a ellos, se escondió detrás de unos pequeños arbustos y escuchó un pedazo de la pequeña conversación que estaban teniendo ellos.

Eso sin duda estaba mal y ella lo tenía más que claro, pero eran tan grandes sus ganas de salir y arrancarle los ojos a Alajéa que optó por lo más sano y tratar de pasar desapercibida.

Pero como siempre la suerte no estaba de su lado y en una mala jugada del destino llegó un pequeño sabali por atrás de ella y la empujó haciendo que cayera de cara al suelo y saliera del arbusto siendo vista por las dos personas a las que estaba espiando.

sin duda ella lo único que pedía era ser tragada por la tierra, con la pena que sentía pintada en su cara se levantó con la poca confianza que le quedaba y se puso frente a ellos, los cuales tenían una ceja levantada y el ceño ligeramente fruncido.

-Hola chicos, ¿cómo...- y antes de que terminara de pronunciar la última palabra fue interrumpida por Alajéa.

-¿Nos estabas espiando?, ¿otra vez?- y se le frunció aún más el ceño a la pequeña sirena.

-Emm... ¿no?- una risa nerviosa se le escapó de los labios a la humana.

-¡Oh vamos!... Esto ya se está volviendo frustrante, al principio lo entendía ¿pero ahora?, ¿no crees que tus celos cada vez aumentan más?- su rostro se llenó de colores por la vergüenza y tratando de protestarle que no eran por celos se vio interrumpida por un ignorado y cayado Nevra hasta el momento que no había notado que estaba al lado de ella, su cara se llenó aún más de colores.

-Gardienne ¿Podemos hablar?... ¿en privado?- La humana solo asintió para después seguir al jefe de la guardia sombra hasta el claro del ciprés en donde reinaba el silencio y solo se podía escuchar el cantar de los pequeños familiares salvajes a lo lejos.

Gardienne estaba hecha un manojo de nervios y sin duda de vergüenza, el primero en tomar la palabra fue Nevra.

-No comprendo la razón de tus acciones, sabes que está mal espiar a las personas, y más si las razones son de celos, aunque tengo que admitir que yo también lo he hecho en algunas ocasiones, pero claro... Yo he sido más discreto, ¿Crees que no me había dado cuenta que estabas ahí?, ¡Vamos! Soy un vampiro, claro que me había dado cuenta tontita- y sin previo aviso le dio un pequeño golpe en la frente con su dedo índice y corazón, ella un poco confundida puso uno de sus dedos en el lugar del pequeño gesto que dejó Nevra.

-Perdón... No lo haré de nuevo.

-No, hazlo, no me molesta en lo absoluto, ya estoy acostumbrado- le guiñó un ojo- además, así tendré aún más motivos para lucirme cada día

-¿Por qué?.

-¿"por qué"?, ¿enserio lo preguntas?- puso ambas manos a los lados de la cintura de ella y la acerco a él- porque... Quiero estar a tu lado, ¿puedo?

La cara que puso Gardienne era un completo poema para Nevra

-claro, puedes- dicho esto Nevra se acerco a ella para dejarle un pequeño beso en la punta de su nariz.

-¿sabes?, aún si me hubieras dicho que no, yo hubiera insistido hasta que aceptaras.

-Lo sé- Nevra sonrió y abrazó a Gardienne con dulzura.

°✿°

Eldarya [One-Shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora