Prólogo.

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Era una mañana de verano, el viento movía las hojas de los arboles mientras Sebastián a sus 25 años, veía desde la ventana de la limusina a la gente pasar viviendo su vida frívolamente como cualquiera persona común, con problemas mundanos normales, pero él solo podía pensar en las chicas que conocerían ese día y la cual se convertiría en su futura esposa.

Su familia ya le tenía un ultimátum sentenciado sobre su cabeza, ellos querían conocer a su "novia" la cual solo era producto de su imaginación.

Su asistente y mejor amigo le informo sobre una mujer que poseía una especie de hogar donde se criaban a las esposas perfectas o algo así era lo que logró entender. Él ya se tenía a la mujer perfecta en mente.

Debía ser educada, toda una señorita; sus modales frente a sus socios y posibles inversionistas han de ser perfectos, y más importante debía ser una chica muy manejable, con todo el peso que lleva en sus hombros al ser el heredero de la gran franquicia de hoteles de su padre no tenía tiempo para las sandeces de una esposa y a pesar de ser un gran empresario termino en el juego de su elocuente madre y eso lo llevó a inventar hace meses que tenía una novia que estaba visitando en el extranjero a unas amigas.

Su madre solo pensaba en nietos y su padre en los negocios y no podía hacerlos felices a ambos y he de allí la mentira... Una novia que hiciera feliz a su madre y le diera un poco de tranquilidad durante unos meses y así él pudiera concentrarse en el trabajo.

Sebastián siguió ensimismado hasta que llegaron a la Mansión.

En otra parte de la Mansión para ser más exactos Miss Margaret se preparaba y les daba un último vistazo a todas las chicas que estaban en la sala esperando conocer a Sebastián, todas eran bellas y hermosas flores delicadas... Delicadas eso la llevó a pensar en Emily.

—Marta. –llamo a su asistente. —¿Dónde se encuentra Emily?

Marta se puso de colores al escuchar la pregunta, solo Dios sabe en donde se encontrará esa muchachita tan traviesa y picara, nunca está en cosas buenas y siempre se mete en problemas, Marta en medio del desasosiego se hace la señal de la cruz rezándole a Dios.

Margaret al ver tal acción solo puede elevar los ojos al cielo y pedir en silencio que Emily no haga una de las suyas justo hoy.

Sebastián es recibido por una muy elegante mujer, de una hermosa contextura física y de una gran notable belleza, su cabello rubio hace contraste con el rojo de sus labios, calcular su edad le es imposible, se imagina que es mayor de 30 años pero no aparenta superarlos.

—Bienvenido a mi hogar señor Reynolds.

—Es todo un placer Miss Margaret. –le responde tomándole la mano y besándosela como todo un caballero.

Toda la reunión resulto ser de lo más grata tanto para Sebastián como para las chicas que ya conocían como era todo el proceso, no era la primera vez que las visitaban.

Miss Margaret estaba feliz de que todo hubiera resultado bien, pero en alguna parte de su mente todavía se encontraba preocupada por Emily, se había perdido una gran ventaja a la hora de la selección al perderse la visita de Sebastián.

Las chicas se quedaron en la sala conjunta a la entrada y desde la ventada veían a escondida como Miss Margaret se despedía del joven muchacho. Nadie nunca pudo predecir lo que ocurrió a continuación.

Emily corría como alma que lleva el diablo y en este caso estaba huyendo de Pedro, el pequeño niño de 11 años que la perseguía desde hace muchos kilómetros; un paseo que ellos hicieron se volvió una guerra de agua que termino con ella llena completamente de barro y siendo perseguida por el pequeño diablillo, nunca se imaginó que estaría tan feliz de ver a Miss Margaret en ese momento ella sin duda le pondría un alto al pequeño.

Emily no alcanzo a detenerse y solo logro resbalarse en las baldosas de la lujosa entrada derrapando hasta chocar con un hombre y lanzándolo junto con ella hasta el piso en una caída de lo más funesta, ella trato de levantarse afincándose en su pecho y al hacerlo solo empeoro la situación al notar que ensucio con más lodo al joven caballero que la miraba con hostilidad y molestia.

Ella levantó la cara y noto a sus hermanas espiarla desde la ventana con caras de horror y expando, Marta se puso a rezar, el joven que acompañaba al que estaba tirado en suelo solo la miraba con la boca abierta Y Miss Margaret, bueno digamos que no estaba muy feliz y por último miro al joven sucio y dijo solo lo primero que se le ocurrió.

—Upsi.

Fabrica de esposas perfectas #1. [Serie Esposas Perfectas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora