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Encontré la montaña. Fue muy curioso que mis pies de alguna manera supieran por donde ir como si estuviesen guiados.

Al ver la montaña después de tanto caminar fue como una sensación rara entre satisfacción y alivio. Entre más caminaba más me emocionaba, era excitante la sensación de llegar al lugar de mi sueño, amo el frescor del aire puro.

Al llegar sentí las mismas ganas de gritar y lo hice, ya que no había nadie mirando me daría el gusto de hacerlo; sentía una paz estando allí arriba mi amada que pensaba que el mundo podría acabarse allí.

Estando en ese estado de relajación  y satisfacción me llegaba el típico pensamiento de que no durará para siempre tanta paz, y así fue como llego la tristeza a mi corazón mediante el triste pensamiento que daba circulos en mi cabeza.
Lo más triste no fue el pensamiento, fue que ese pensamiento traía mucha razón con el y que no podía hacer nada, tan solo ver como mi corazón se caía  por pedazos.

Ese pensamiento es que nunca llegarás a amarme Lucy. Eres lo que más amo en la tierra y a la vez lo que más daño me hace, te amo tanto que pienso aguantar ese dolor tanto como me de la vida para hacerlo.

Me gustaría que fueras una chica, así podría conocerte, dedicarte tiempo observandote, llevarte a mis lugares favoritos, escuchando canciones que nos puedan gustar, ver el paisaje, ver series y durante todo el proceso mirar tu boca y pensar en la forma de robarte un beso, planear un futuro y discutir por el nombre que le llegaríamos a poner a nuestros hijos. Discutir por un futuro que no se dará nunca.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2016 ⏰

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David NorthnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora