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El renacer

Después de un largo y aburrido baño por fin pude salir, las 2 mujeres que me habían limpiado me pusieron una toalla para cubrirme y abrieron la puerta donde se encontraba Langer esperando, me miró de pies a cabeza para luego taparse la nariz con las manos y decir que seguía apartando; ese grandísimo idiota hizo eso por lo menos unas 3 veces ( pero a mi no me engaña, sabía que se estaba vengando y eso lo sé por qué cada vez que las mujeres me tomaban de los brazos para darme otro maldito baño, yo por momentos podía ver su mirada de satisfacción al ver como me negaba a ser sometida otra vez).

Cuando salí del baño por 4 vez, me di cuenta que Langer ya no se encontraba sentado en la silla que solía esperar, si no que se había acostado en la cama puesto que ya era de noche; las 2 mujeres al ver que estaba dormido, se retiraron de la habitación y para mi desgracia me dejaron encerrada con tan sólo una toalla.

Mientras paseaba la mirada por la habitación me di cuenta que encima de la cama había una prenda de color blanco que resultó ser una túnica, después de colocaremos me dispuse a salir de la habitación pero la puerta estaba cerrada con llave por lo que se me hizo imposible salir, estaba cansada y ya era muy de noche, quería dormir y quería descansar después de ese largo día, el único problema era donde, puesto que para mi ya era bastante frustrante el dormir encerrada en una habitación con un joven que era mitad bestia y que posible mente podia comerme mientras dormía.

Después de un rato de discutir con migo misma sobre que debería hacer en ese momento me comenzó a dar sueño, así que me diriji hacía un sofá que se encontraba en la habitación para poder recostrarme por un momento, pero estaba tan cansada que en menos de 2 minutos ya había caído dormida.

***

Al día siguiente me despertó la luz del sol que se asomaba por encima de la ventana para así cubrirme la cara con su brillo; había dormido y había descansado de maravilla, pero recordé lo que había sucedido el día anterior. Cuando dirijo la mirada hacia la cama donde había dormido el idiota de Langer me pude dar cuenta que este ya no se encontraba allí, así que me relaje por un rato y trate de estirarme, pero con la punta de los dedos de los pies alcance a sentir algo arrollado y peludito, así que me recorte de un brinco y pude ver un zorro de color gris claro que tenía las patitas y la punta de la cola de color negro al igual que a simple vista parecía el contorno de sus ojos y sus párpados; me pareció muy curioso que este animal tan bello allá entrado a la habitación de la cual yo no había podido salir, pero era aún más impresionante que durmiera tan tranquilamente en el rincón del sofá.

Después de un rato de mirar a la pequeña criatura con cara de estúpida me decidí por tratar de acariciarle, pero tenía miedo puesto que no sabía como reaccionaria la criatura al contacto físico, no sabía si se dejaría acariciar o me atacara; pero aún así no me importó, extendí mi mano con lentitud así a el pequeño zorro pero antes de que mi mano pudiera llegar a hacer cualquier clase de contacto físico con el pelaje del animal este abrió los ojos y pude ver como esos penetrantes ojos plateados me miraban con repudio. Me asusté un poco por la ferocidad de la mirada que mantenía el animal, así que trate de alejarme para que el animal no se sintiera incómodo ni me atacara por sentirse agredido, pero este simplemente se levantó de su lugar y dio un pequeño salto para así poder quedar parado sobre mi estómago; me quedé impresionada por la forma en la que ese zorro me miraba ( no se, tal vez después de todas las cosas locas que me estaban sucediendo ya había perdido la cordura; pero aún así yo seguía pensando que ese pequeño animal me miraba con repudio, como si yo fuese una ofensa para sus ojos ).

Después de mirar un rato al animal con asombro, este acerco un poco su hocico para olfatear y de repente se formó una extraña nube de vapor donde desapareció el pequeño zorro y en su lugar estaba Langer que seguía olfateandome con una expresión de asco marcada en su rostro.