Las semanas pasaron con lentitud mientras que Soon Young sentía un vacío, sabía que todo lo hizo mal, además extraña hacerlo sonreír y sobre todo hacer junto a él sus tsurus, porque ambos construían esos origamis y por lo tanto también eran de Soon Young. Lo veía caminar por los pasillos junto a Jeonghan mientras que él quedaba quieto observándolo desde lejos, con el miedo de ser ignorado y odiado, no quiere que Jihoon lo odie y tampoco quiere tenerlo lejos, quiere tenerlo cerca, abrazarlo, decirle lo mucho que lo ama y entre otras tantas cosas... pero sus palabras lo arruinó todo y ahora no sabe qué hacer para recuperar a esa persona de baja estatura, quizás pidiendo perdón personalmente, pero ¿Cómo? Si en los pasillos lo ignora y no quiere hablar... aunque quizás podría hablar si va personalmente a la casa de Jihoon a pedir perdón y decirle sus sentimientos ocultos.
Lee Jihoon volvió a su casa acompañado de Jeonghan así como lo a hecho en estas semanas en que vio a su pequeño amigo triste, Jeonghan sentía rabia contra Soon Young, lo maldecía internamente por hacerle daño a su amigo a tal punto de ver como su pequeño amigo lloraba. Nuevamente Jeonghan estaba abrazando a Jihoon, quién no dejaba de hablar sobre sus sentimientos y eso le causa pena, porque sabe que muy en el fondo de Jihoon sus sentimientos son muy débiles y sabe perfectamente que su escudo es su seriedad o sus amenazas acompañadas de golpes, en el cual Soon Young fue deshaciendo al pasar tanto tiempo juntos, conociendo al verdadero Lee Jihoon. Jeonghan suspiró, no encontraba las palabras necesarias para calmar a su amigo y es por eso que él le daba abrazos y le acariciaba su pelo, observaba la habitación llena de los origamis que su amigo hizo, de lo que le hizo sentir culpable, él fue el de la idea y por esas grullas fue que dio inicio todo, Jihoon se alejó de Jeonghan para irse a lavar su rostro del que se notaba que había llorado, Jeonghan se levantó y se acercó a ver las grullas que colgaban del techo de Jihoon, habían de diferentes colores, pero algo le llamó más la atención... no veía ninguna grulla de color rojo.
-Pienso en botar todas esas grullas.- Jeonghan volteó a ver a su amigo.
-¿Por qué?-
-Para no tener recuerdos, es mejor olvidarme de todo y ser el inútil que se enamoró de alguien que jamás lo amó.-
-¿No has hablado con él?- Jihoon se negó.
-Desde ese día... ninguno de los dos nos acercamos, tenía la esperanza de que fuese como en las típicas historias cliché, en la que el otro va pedir perdón y confiesa sus sentimientos, pero veo que esta historia no era de amor, era de una simple amistad.-
-Todo esto es muy raro...- soltó de pronto Jeonghan.
-¿Por qué lo dices?-preguntó el menor sin entender.
-Porque Soon Young dejó de lado muchas veces a su novia para estar contigo.-
-No digas tonterías.- Jihoon se sentó.
-Es la verdad.-
-¿Y como lo sabes?-
-Cuando Terminaba las clases del día, ustedes se quedaban juntos, ¿Verdad?- Jihoon asintió, mirando a su amigo con seriedad. -Bien, yo sí me iba a mi casa.-
-A la casa de Joshua... querrás decir.-
-Es verdad, bueno, la cosa es que cuando salía me encontraba con la novia de Soon Young hablando con su grupito de amigas... mientras yo esperaba a Joshua, pude escuchar como reclamaba de que su novio no pasa tiempo con ella y que prefiere a ese enano entrometido y bla bla bla.-
-¿Enano entrometido?-
-Al principio me reí, me preguntaba como reaccionarías a eso y...-
-Que agradezca que es mujer.-
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Mil origamis de Tsurus - [Hozi/Soonhoon]
أدب الهواةSiempre lo veía, pero jamás se atrevía a hablarle, su mayor deseo era que Soon Young se fijara en que él existía... su amigo en broma le contó la famosa leyenda del Tsuru o como muchos le dicen "grullas", lo que a Jihoon le llegó a su mente no se lo...