Decoración, rechazo y confusión

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En otro lado del juego...

Vanellope terminaba de arreglar el castillo con la ayuda de Agrio Bill, Félix, Calhoun y Ralph.

—¡Oye, Ralphie! Ayúdame a colgar esto —Ralph se acercó a Vanellope y la puso de pie en su hombro para que ella colgara unas serpentinas. Los sugar rushers eran ahora más altos sí, de hecho, los chicos casi llegaban a la altura de Calhoun y las chicas alcanzaban el hombro de la misma, aunque no perdían su aspecto adorable, su altura era más de adolescentes. Pero Ralph seguía siendo Ralph y los superaba -bastante- en tamaño.

—¿Es la última, niña? —dijo el demoledor mientras la ponía devuelta en el suelo.

—Sip —dijo la presidenta— Ya solo hay que alistarse y esperar. Ojalá Rancis venga. Ha estado actuando raro desde la actualización y no me gustaría que se perdiera el baile.

—Has estado muy preocupada por este Rancis últimamente ¿Hmm? —dijo Calhoun con un tono pícaro.

—Jeje —Vanellope rió nerviosa— Es que... Pues, es mi amigo y ningún corredor debe perderse el baile je... —su nerviosismo se hizo notar justo antes de su preocupación— Además, Taffyta dice que está algo deprimido, pero no quiere decirme por qué. Fui visitarlo, pero no me abrió la puerta —sip, muy preocupada.

—Bueno —habló Félix—, no creo que Rancis quiera perderse el baile. Estoy seguro de que lo verás ahí y podrán aclarar todo —puso una mano en el hombro de Vanellope a modo de comprensión.

—Gracias Tío Félix —dijo ella—. Pero no puedo evitar preocuparme —se sentó junto a la mesa, con los codos sobre las rodillas y la cara apoyada en sus manos.

—¿Por qué tan preocupada, mi bella princesa? —la voz del nuevo corredor con tema de Coca-Cola resonó en el gran salón mientras éste entraba con una sonrisa encantadora.

—Presidenta, Cole. Soy la Pre-si-den-ta —dijo la aludida con cierto sarcasmo e indiferencia.

Calhoun, que anteriormente había hablado con Vanellope de "ciertos asuntos" acerca del chico Coca-Cola, decidió dejarlos solos para que tuvieran una muy necesaria charla.

—Creo que mejor vamos a arreglarnos, ¿no crees, Félix? —la sargento le guiño un ojo a su esposo, que tardo un par de segundos en comprender.

—¿Eh? ¡Ah! Si, cierto, mejor nos vamos ¿Ralph?

El aludido había estado todo ceñudo desde que Vanellope mencionó a Rancis, ceño que se frunció aún más cuando Cole llego. Este chico le caía peor que el rubio que estaba, obviamente, enamorado de Vanellope (cosa que, por alguna razón, la azabache no notaba) y eso ya era mucho decir.

—¡Ralph! —le gritó Félix para sacarlo de su trance.

—¿Ah? Este, sí, em, vámonos. Te veo esta noche, niña.

—Espero verte en traje, seso apestoso —se burló la presidenta.

—¡Ja! No esperes tanto, presidenta flatulencia —contestó este, saliendo del castillo.

Una vez solos, Cole se animó a hablar.

—Tengo algo que preguntarte —comenzó, acercándose a ella.

—Ahora no, Cole. Estoy algo estresada por el baile, los invitados, las chicas no han traído mi vestido, Rancis no aparece...

Cole, instintivamente, la interrumpió al escuchar el nombre del rubio. "Argh, Rancis" pensó.

—Por favor, es importante.

Vanellope lo miro fijamente, sus pantalones y botas, ambos negros, separados por unos calentadores rojos, su camiseta roja con el logo de Coca-Cola en blanco, su chaqueta negra con franjas rojas en las mangas que traía amarrada al cuello y su cabello negro con algunos reflejos rojos que era cubierto por un sombrero blanco, referente a la tapa del refresco. Todo combinado por la mirada de perrito suplicante de sus ojos grises y su piel aperlada.

—Ah —suspiró—, está bien. ¿Qué quieres? —preguntó, aun con indiferencia, pero sin desanimar al joven frente a ella.

—Vine a pedirte que vayas al baile conmigo. Supuse que, con todo el ajetreo, ni siquiera habrías pensado en ir con pareja y... Bueno... Me sentiría muy feliz si fueras conmigo. —sonrió tímidamente.

"Oh no. De nuevo esa cara de perrito" pensó la presidenta y suspiró.

—Oh Cole, me halagas, pero... Tú no me gustas de esa manera —era cierto, lo habló con Calhoun esa mañana y quería aclararlo en persona con él. Le ha estado incomodando la forma en que Cole insistía en estar junto a ella y no quería ilusionarlo para luego dejarlo caer, así que es mejor cortar por lo sano—. Creo que mejor lo dejamos así. Seguramente cualquiera de las otras chicas querrá ir contigo.

—¿Es por Rancis? —pregunto él con una voz fría.

—¿Qué? —a ella le sorprendió la pregunta.

—Los ojos con que lo miras, la tristeza de estos mismos cuando te ignora, tu preocupación por él y el hecho de que te esté pidiendo una cita y entre tus razones para rechazarme esta precisamente él... —suspiró— ... ¿Él te gusta?

Vanellope dio un fuerte suspiro.

—No lo sé, Cole, estoy confundida. Tal vez sí, pero necesito hablar con él. Ha estado muy raro conmigo últimamente y quiero saber por qué —la mirada de Cole mostraba tristeza mientras ella hablaba—. No quiero hacerte sentir mal ni nada, pero, Cole, no me gustas y... Creo que mejor seguimos siendo amigos, ¿se puede? —dijo la princesa/presidenta ofreciéndole su mano y una sonrisa, la cual el chico del pelo bicolor acepto con gusto, aunque con algo de dolor.

—Creo que... Amigos es mejor que nada ¿no? —soltó una risilla algo triste— Mejor me voy a arreglar. Deberías hacer lo mismo. Seguramente Rancis vendrá y vas a querer impresionarlo... Hasta luego, Van— ambos sonrieron y él se fue, dejando a Vanellope algo pensativa, hasta que Minty Sakura y Citrusella la despertaron de su ensoñación.

—¡Van-san! —saludo la corredora japonesa— Te trajimos tu vestido —dijo pasándole un gancho de ropa cubierto con una tela negra.

—Gracias, Sakura-san. Aún faltan algunas horas para el baile, ¿Qué tal si nos relajamos un rato?... ¿Y las otras chicas? —pregunto la azabache.

—Adorabeezle y Nougetsia terminaron con las esculturas y están ayudando a Snowanna y Torvald con la música, ya sabes, para darle a Skrilex la lista y que él las mezcle; Minty y Sticky fueron a Tapper's por las bebidas y creo que Taffyta, Candlehead, Crumbelina y Jubileena fueron a ver a Rancis —dijo Citrusella sin notar que la mirada de Vanellope bajó ante la mención del rubio.

—Las nuevas están en casa de los Peatcher —continuó Sakura. Esta sí se dio cuenta del cambio de humo de Vanellope— ¿Van-san? ¿Qué tienes?

Vanellope suspiró.

—Debo contarles algo —y comenzó la historia de sus "sentimientos" y preocupación por Rancis, y el rechazo hacia Cole, además de su confusión...

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Purpurina✨✨    

Sapito | A Vanillabutter storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora