Capitulo 4:
Severus llego a la puerta de la casa de Gio pensativo. Estuvo toda la noche pensando en ella y casi no pudo dormir. Conocía a la chica desde hacia muy poco, pero no podía dejar de pensar en ella, esa sonrisa y ese carisma con el cual ella lo trataba, como si fueran viejos conocidos. Es mas, ella puso su integridad en juego al administrarle las pociones curativas siendo ella alérgica. Eso fue lo que mas lo dejo pensando.
Él no era una persona que mereciera ese tipo de tratos ni mucho menos, con todo lo que había hecho a lo largo de su vida y ni hablar de lo que presencio, por eso lo descoloco de tal manera la forma de actuar de ella.
Pero dejando los pensamientos aun lado se propuso tocar la puerta, al hacerlo miro alrededor y sintió como si ya conociera el lugar de antes. Volvió a tocar y nada.
Se decidió por tocar una vez mas, estaba molesto porque lo estaban haciendo esperar. Cuando se estaba por dar media vuelta e irse se abrió la puerta y encontró a la elfina.
-Señor profesor Snape! Un gusto, por favor pase, la señorita esta en el salón – y haciéndose a un lado lo dejo pasar.
Snape cuando entro se dio cuanta que la casa era bastante amplia, ya que la última vez que estuvo no estaba para ponerse a mirar, pero aprovechando la ocasión recorrió la planta baja a su gusto.
Apenas entrabas tenias un recibidor amplio pintado de blanco y a la derecha tenias un espejo grande con un vidrio en la parte inferior que hacia de estante y vio que allí estaban las llaves y un par de pequeñas velas negras.
Justo en frente de la entrada, tenias unas escaleras de madera que te llevaban al segundo piso. Y junto a las escaleras tenias un pasillo que conectaba el recibidor con la cocina.
Y a la derecha tenias una pequeña chimenea, que Snape se dio cuanta el día anterior que el único propósito de ella era la red flu ya que no estaba en un lugar cómodo o estratégico para que sea usada para calentar el ambiente, además que muchas familias de la alta sociedad tenían una solamente para eso.
Un poco alejada de la chimenea se encontraba el salón, que consistía de una habitación amplia con cuatro sillones enfrentados y en el medio una mesita ratona. Tenía un ventanal que daba a la calle y frente a la entrada, en la pared, había una gran chimenea. Y Severus pudo divisar bastantes fotos colgadas y apoyadas en estantes pero no se pudo poner a mirar con detalle porque seria una falta de respeto estando la dueña presente.
Geo estaba sentada en uno de los sillones, con la carta aun en sus manos, estaba pensativa y no se había dado cuenta que el profesor había entrado.
-Pensé que ya todo estaría listo cuando llegara, pero veo que me equivoque – Le soltó el haciendo que se sobresaltara la joven.
-Profesor! No lo escuche llegar – Se levanto y se acercó – ya esta todo listo, te sirvo algo para tomar o comer?
-No hace falta, empezamos? – Pregunto impaciente.
-Si, por aquí – Salió del salón y fue para la cocina.
Al entrar Severus vio una cocina bastante grande, tenia un desayunador en el medio y varios electrodomésticos sobre las mesadas. Siendo sinceros él no sabia para que o como funcionaban esas cosas. Pero lo que si sabia, es que esa cocina seria la envidia de cualquier chef profesional.
La siguió por una puerta lateral y salieron al jardín, En uno de los costados había un invernadero de vidrio, entraron, y pudo apreciar que dentro del lugar estaba lleno de ingredientes para pociones guardados en grandes muebles de madera y en el centro había una gran mesa de roble con todos los untencillos.
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Magia Elemental - Harry Potter -
FanfictionUna historia llena de humor, suspenso y amor. No te la podes perder.