2- Cuando sé que estás dormida

5- La niña indecisa bajo el muérdago.

Cuando llegamos a casa de David, estaban ya todos allí. Carlos fue quien nos abrió nos abrió la puerta.

-Carlos: hola Paula, esta vez me he acordado, ya sabes lo que toca... -dijo mientras hacia señas hacia arriba... Hacia el muérdago.
-Oh, que bonito -dije mientras entraba y le daba un beso en la mejilla, dejándole la marca del pintalabios.
-Álvaro: que pesadito con el muérdago tío...
-Carlos: anda Alvarito, no te pongas celosillo.

Habían repartido las tareas de decoración, y a mi me había tocado el árbol de Navidad. Al menos como había preparado el de mi casa tenía ya un patrón de decoración. Álvaro se ofreció a ayudarme, y menos mal, no se de dónde había sacado David ese árbol, pero casi no entraba en la casa de lo grande que era. Colocamos primero cintas de colores, luces y cascabeles. De repente Blas se asomó por la puerta de la cocina, ya que le había tocado ayudar en la preparación de la cena, y se puso a cantar "I meet an angel on Christmas Day". Los demás le siguieron la canción, incluso Clara y yo, a pesar de que contrastaban nuestras voces normalitas con las de ellos y las chicas. Cuando terminamos de poner las bolas del árbol, quedaba darle el remate final, la estrella de la punta. Álvaro me levantó un poco del suelo y con un poco de maña conseguí colocarla. Había quedado precioso.

-Álvaro: buen trabajo para ser una canija.
-¿Canija yo? Soy casi tan alta como tú.
-Álvaro: quítale cinco centímetros de tacón.
-Bueno, eso es un tema aparte...

Salió Sonia al salón arrastrando a Blas. Al parecer había estado picando de los canapés mientras las chicas no miraban

-Sonia: lo siento Álvaro, pero te hago un cambio, y tú no vuelvas a entrar ahí o te quedas sin cenar -le dijo a Blas. Me cogió de la mano y me empujó a la cocina.

Me encargué de arreglar el destrozo que había en la bandeja, mientras Sonia me iba pasando los trocitos de pan

-Clara: oye Pau, ahora que estamos nosotras solas, tenemos que hablar
-¿Sobre qué?
-Rocío: sobre ciertas miraditas que le echas a una persona
-Alba: se ven desde lejos
-¿Cómo? -empecé a hacerme la loca
-Sonia: que nos hemos dado cuenta de cómo te ríes, y lo distraído que lleva Álvaro desde hace un mes... Y lo roja que te estás poniendo ahora mismo -Las cuatro me miraron impacientes.
-Bueno... No sé... Sólo somos amigos.
-Alba: Noelia y Blas empezaron igual.
-Pero con ellos era diferente, fue amor instantáneo a pesar de todo lo que ha pasado, además aún se quieren.
-Rocío: sabemos que se quieren, y de eso ya hablaremos, que ese ahora no es el tema, queremos saber si sientes algo o no.
-Podría ser, no lo sé... Quizás sí -Empezaron a gritar de la emoción, y las cinco nos echamos a reír.
-David: ¿Pero qué pasa? ¿Qué bicho habéis visto ahora?
-Clara: de momento sólo tú, fuera de la cocina, estamos en reunión de chicas -y cerró la puerta.
-Alba: así sólo hemos conseguido que se pongan detrás de la puerta a oír... -dijo en voz baja
-Sonia: en algún momento se cansaran.
-Rocío: sabéis que encontré el otro día un bolso precioso, en oferta por Navidad, no pude resistirme -dijo mientras se iba acercando despacio hacia la puerta, poniendo la mano en el pomo y haciendo un gran esfuerzo por no reírse.
-¿De veras? ¡Qué pasada! tienes que llevarme, no estaría mal que fuéramos un día de compras las cinco.
-Sonia: ¿Sí verdad? -contamos hasta tres en silencio y Rocío abrió la puerta de golpe. Los cinco cayeron unos encima de los otros, en el suelo de la cocina.
-Alba: al final más de uno se quedará sin cenar esta noche
-Clara: no sabía que ahora queríais ser chicas, si nos lo llegáis a decir antes os hubiéramos arreglado para la ocasión.
-Dani: ¡Eh! ¡Ni de broma!
-Carlos: si sólo estábamos colocando guirnaldas encima de la puerta.
-Álvaro: y nosotros veníamos a preguntar si íbamos poniendo ya la mesa.
-Tenéis un morro... Pero bueno, id poniendo la mesa, que en diez minutos ya estará todo listo.

Cuando nos avisaron de que habían terminado, nos asomamos a ver que habían hecho. Habían puesto un mantel blanco, con velas rojas y verdes, y las servilletas a juego. La casa estaba preciosa. Fuimos dejando la comida en la mesa, y cuando nos íbamos a sentar, los chicos se levantaron y nos movieron las sillas.

-Rocío: muy bonito, pero aún no se nos ha olvidado lo de la cocina.

Empezamos a cenar, y entre risas y bromas, se nos fueron pasando los minutos. Cuando llegó el postre, tuvimos que ser rápidos, ya que principalmente era de chocolate, y Carlos era un pozo sin fondo. Blas se levantó y trajo mi libro.

-Blas: venga, a currar cinco minutos, que tenemos una fan desesperada por una firma.
-Dani: vale, que hoy me apetecer firmar un rato.
-Carlos: si, así práctico para mañana renovar el DNI.... Cómo era... ¿Francisca? ¿Jacinta? ¿Ricarda? ¿Renata?
-Álvaro: ¡Eh no! De la dedicatoria me encargo yo

Al acabar, los chicos se levantaron a recoger, y nosotras nos quedamos hablando un rato... De todo un poco

-Clara: pues mi cita ideal sería en la playa, un picnic al atardecer
-Sonia: oh, ¡Qué romántico! ¿Y tú Pau?
-¿Yo? Pues bueno... Me encantaría una cena a la luz de las velas, en una azotea de Madrid, desde la que pudiera verse toda la ciudad iluminada, y además debajo de una carpa, ya que sería perfecto que lloviera. Música clásica de fondo, y después de cenar, un baile... Sería precioso... -me quedé en las nubes, mirando al techo.
-Alba: y sí encima fuera con el chico de tus sueños...
-Ya sería el paraíso.
-Rocío: ¿Entonces nadie te ha llevado a cenar?
-No, nunca he salido con nadie.
-Clara: quizá eso no dure mucho... -dijo mientras daba otro sorbo al champán. Justo en ese momento apareció Álvaro, y nos quedamos mirándole.
-Álvaro: ¿Pasa algo?
-Rocío: no nada, que Paula tendría que irse ya a casa, así que estamos decidiendo quien la lleva.
-Álvaro: ¿Quieres que te lleve yo? Me pilla de paso, y yo también tendría que irme ya.
-Bueno vale.

Recogimos nuestras cosas, y nos despedimos de todos. Cuando me abrió la puerta para salir, me quede mirando el muérdago

-Carlos: "pero la fuerza del destino..." -empezó a cantar imitando la voz de Ana Toroja- que buenas canciones tenía Mecano -soltó, poniendo morritos, y cuando me giré, me encontré con los ojos verdes de Álvaro, mirándome, y parecía que iba a decir algo...
-Alba: anda deja de cantar y sigue recogiendo, que al final siempre te escaqueas.

Álvaro lo descolgó y me lo dió. Bajamos las escaleras y fuimos andando en silencio hasta el coche.
La carretera estaba un poco llena, así que pillábamos de vez en cuando algún atasco.

-Álvaro: ¿Tienes ya planes para nochevieja?
-No lo sé, llevamos hablándolo un mes y aún no se deciden, así que me quedaré en Móstoles como todos los años.
-Álvaro: yo he quedado con unos amigos, puedes venir si al final no se deciden, te voy a recoger sí quieres.
-No te preocupes, no quiero que vayas hasta tan lejos, además de que en nochevieja conducir es imposible.
-Álvaro: entonces ya no te veré hasta el año que viene... -habíamos llegado a mi casa, y estábamos parados en el hueco del garaje.
-Supongo... Gracias por traerme.
-Álvaro: no me las des, y en serio, si te aburres el nochevieja llámame.
-Está bien -sonreí, cogí el muérdago y lo partí en dos trozos, le di uno- para que te acuerdes de mí estos días.

Me fui a bajar del coche, y entonces me paré, le miré y le di un beso en la mejilla.

-Buenas noches...

Entonces sí que bajé, y me fui casi corriendo hacia el portal. Me despedí cuando paso con el coche y subí a mi casa. Me quité todo a la velocidad del rayo, me puse el pijama, y cogí el móvil

"-Pack, dime que estas despierta, ¡Por favor!"
"-Noelia: si en vacaciones piensas que a las doce y media voy a estar dormida lo llevas claro, no lo hago ni cuando hay clase jajajaja ¿Qué pasa?"
"-Tía... Que creo que me gusta Álvaro"
"-Noelia: Pack, eres smiler, normal que te guste Álvaro"
"-¡Que no! ¡Que me gusta de verdad!"
"-Noelia: ¡¿Me estas tomando el pelo?!" -Le conté todo lo de la cena, y lo que había hablado con las chicas. Luego lo del coche y lo que había hecho.
"-Noelia: ¿Y qué hizo él?"
"-No lo sé, me bajé corriendo del coche y me subí a casa..."
"-Noelia: ¡Tonta! ¡Haberte esperado a ver que hacía!"
"-¡Y yo que sabía! ¡Estaba súper nerviosa! Ai Pack... ¿Qué hago ahora?"
"-Noelia: pues esperar pack... A ver como reacciona. La próxima vez, si te lanzas ¡HAZLO EN SERIO!"

Acabé de hablar con Noelia, y antes de dormir me puse a recoger el desastre que había montado en mi habitación al llegar. Cuando cogí el abrigo, se cayó al suelo el trozo de muérdago. Lo cogí, y tras pensarlo un rato, le até una cinta negra y lo colgué al lado de los pósters, en la cabecera de la cama.