14- No más lágrimas promesa de pack.

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Esa noche apenas dormí, y al día siguiente en la piscina de Nerea, me tiré todo el rato en la toalla tumbada, aunque estuvimos jugando a las cartas.

-David: bueno... ¿Algo interesante por tu vida?
-¿Cómo?
-Nerea: David, tanto sol te está sentando mal, deberías irte a dar un baño.
-David: ¿Somos tus amigos y no vas a contárnoslo? -insistió sin escuchar a Nerea.
-Sigo sin saber a qué te refieres.
-David: no hay que seguir a Auryn para enterarse, y te hemos visto lo suficiente con esa ropa como para saber que eras tú la que estaba ayer con Álvaro en Ópera.
-Nerea: ¿Fuisteis los dos solos?
-David: y muy acarameladitos que iban -me miró moviendo las cejas, y empecé a reírme.
-Está bien, pero no lo propaguéis a los cuatro vientos... estoy saliendo con él -Se me quedaron mirando, con los ojos como platos, pero seguimos a nuestro rollo con las cartas... Hasta que Nerea no puedo más.
-Nerea: ¿Pero qué me estás contando? ¿En serio? Pero... ¡Qué fuerte!
-David: esto es como el lado morado Nerea... Hay que tener cuidado. Primero cayó Noelia con Blas, y ahora ella con Álvaro... Los siguientes podemos ser nosotros.
-Nerea: ¿Tú crees?
-Anda, no os imaginéis cualquier cosa, es sólo casualidad...
-David: pues sí que ha tardado en darse la casualidad.
-... ¿Cómo?
-Nerea: nos lo contó Noelia... Te veíamos mal y como no queríamos meter el dedo en la yaga pues le preguntamos a ella.
-David: y nos contó todo... Has estado así más de seis meses... ¿Yo que te dije? Tenías que haber usado la técnica del zapato aquel día en el concierto.
-¿Pero cómo quieres que le tire un zapato para que se fije en mi?
-Nerea: yo creo que ante eso habría salido corriendo.
-David: tonterías, mis técnicas son infalibles.
-¡Toma! ¡He ganado! -chinchón, y yo solita, que bonito...
-David: encima esto... ¡Muy mal, Paula muy mal! Se deja ganar a los mayores.

El verano continuaba. Entre la piscina, el cine y cuando salía con Álvaro, agosto se me pasó en un suspiro. En twitter seguían apareciendo fotos de nosotros juntos, pero nadie sabía quien era yo. A primeros de septiembre David y Noelia volvieron a las clases y Álvaro y los chicos volvieron a sus conciertos, esta vez de fiestas patronales y alguno que otro suelto, así que pasaba la mayor parte del tiempo con Nerea. Nos dedicamos a ir de compras, alguna que otra vez al centro, y también a buscar a David y Noelia a clase. Entre tanto también fuimos preparando el regalo de cumpleaños de Noelia. Aunque había otra cosa que me preocupaba... Quedaban dos semanas para el cumpleaños de Álvaro, y no se me ocurría nada que regalarle... Y mis amigos tampoco ayudaban. En el cumple de Noelia, como hacia dos años, nos fuimos a su chalet el fin de semana. Los chicos estuvieron llamándola intentando felicitarla, incluso vi alguna llamada de Blas, pero ella silenciaba el móvil. Estábamos en el jardín, y hacia un calor horroroso, así que con unos globos de agua, pistolas y cubos nos pusimos a jugar. Estaba calada hasta arriba, cuando me sonó el móvil.

-Hola cariño, me acabas de salvar la vida.
-Álvaro: ¿En serio? ¿Cuántas van ya? ¿Ocho?
-Si claro, y ochenta también no te fastidia, ¿Pasa algo?
-Álvaro: ¿Tienes a Noelia por ahí? Hemos estado llamándola y no nos lo coge.
-¿Ah si? Pues espera -me puse a llamarla. Estaba en la parte de arriba, y se asomó por la ventana.
-Noelia: por favor Pack no.... -me dijo en bajito.
-Cielo, esta hablando con los vecinos, ahora cuando acabe os llamo y habláis con ella -no me gustaba mentirle, pero... no quería que se liaran más las cosas.
-Álvaro: bueno no te preocupes, tenemos que salir ahora al escenario, felicítala de nuestra parte ¿Vale?
-Vale.. -y grité como una loca- ¡DAVID PEDAZO DE GILIPOLLAS! TE VOY A CORTAR LOS HUEVOS CUANDO TE COJA, Y ENCIMA CON HIELO, TE LOS VAS A METER POR DONDE YO TE DIGA ¡MAMONAZO! - el muy capullo me había echado un cubo de agua con hielo encima. Se conoce que Álvaro tenía puesto el manos libres, porque oí de fondo como se reían todos
-Álvaro: princesa... recuérdame que nunca te haga enfadar, nos vamos ya, te quiero.
-¡Y yo a ti!

Colgué y deje el móvil en la mesa del jardín, mientras me fui corriendo tras David y le metí un cubito de hielo por dentro de los pantalones del bañador. Después de estar todo el día de juerga con piñatas, bailes y juegos, nos relajamos en los colchones que sacamos al salón, y fue entonces cuando les pedí ayuda con el regalo de Álvaro.

-David: un traje de enfermera putilla.
-Nerea: entonces será de enfermero.
-David: no no, de enfermera putilla, que se lo ponga ella y le haga un striptis.
-¡Estás tu fino si crees que voy a hacer yo eso!
-Noelia: o unas esposas
-David: ¡Sí sí, a lo 50 sombras! Paula que de eso tú ya sabes muy bien.
-Por favor, quiero ideas razonables y que pueda llevar a cabo.
-David: coño, ¡Te vas a una sex shop!
-Se acabó, os dejo por imposibles.

Estuvimos haciendo el tonto un rato más. Noelia se levantó al rato y salió afuera. Como Nerea y David estaban debatiendo sobre el pocho móvil de Nerea, y que a ver si le regalaban uno nuevo ya, yo salí a buscarla. Estaba en el patio, mirando hacia el cielo, y fumando.

-Todavía sigues con ese vicio pack...
-Noelia: sólo cuando estoy nerviosa o alterada por algo.
-¿Por qué no se lo has cogido? Ya no sólo lo digo por Álvaro, sé que Blas también te ha llamado.
-Noelia: no lo sé... Cuando vi la llamada, sentí un alivio tremendo, pero luego recordé lo que pasó aquel día que lo dejamos, y me entró miedo.... Y no, no voy a contártelo.
-No te preocupes, ya he llegado a la conclusión de que me lo contarás el día que veamos a nuestros nietos jugar en los columpios, cuando estemos chochas y seniles y digamos lo primero que nos venga a la cabeza.
-Noelia: ¿Ah sí?
-Sí, pero tampoco servirá de mucho, porque tendremos pérdidas de memoria a corto plazo y será como sí nada. En conclusión, que nunca lo sabré.
-Noelia: tanto como nunca no creo, igual Álvaro te lo dirá algún día.
-Álvaro tampoco lo sabe, Blas no lo ha contado a nadie.
-Noelia: ¿Te ha dicho Álvaro sí ha estado con otra?
-Sí... y no, no se ha liado con ninguna.
-Noelia: bueno, dentro de poco pasará página, como yo... - y aunque parecía que intentó evitarlo, se le cayó alguna lágrima.
-Eres más tonta pack... -la abracé, y ella me abrazó a mi, mientras le cogía el cigarrillo y lo apagaba- y esto se acabó, ¿Vale? ¿Palabra de Pack?
-Noelia: palabra de Pack.

Y volvimos dentro, aunque sabía que no sería la última vez que trataríamos este tema, porque sabía que nunca conseguiría pasar página... Y menos si yo estaba de por medio para evitarlo. Sí, mi cabeza había ideado un plan secreto automáticamente, aunque necesitaría ayuda para llevarlo a cabo.

-Álvaro: Estás de broma ¿Verdad?
-¿Tú me ves cara de estar de broma? -le dije encendiendo la radio del coche. Había ido a buscarme a la uni el primer día de clase.
-Álvaro: no va a funcionar, ¿Tú sabes lo cabezota que es Blas?
-Y Noelia es igual, ¡Por eso son perfectos el uno para el otro!
-Álvaro: está bien... ¿Cuál es tu plan?
-Simplemente hacerles creer que no han pasado página, nada de contarles los líos que tengan cada uno, entonces se darán cuenta de que no pueden estar separados, y chin... planes de boda asegurados.
-Álvaro: ¿Y cómo lo vamos a hacer para que no lo vean por las redes sociales?
-Emm... Pues... Igual... -y se empezó a reír.
-Álvaro: pensaré en algo, pero no te prometo nada.
-Si esque en el fondo eres un cacho pan - le di un beso en la mejilla, y en ese momento, empezó a sonar Make my day.
-Álvaro: ¡Girl, I'm falling on my knees, I beg you babe, please!
-Don't bring me down, don't mess around I'm easy like a breeze.

Llegamos a casa y encontramos sitio casi en la puerta para aparcar. Álvaro subió conmigo, después de insistirle que se quedara a comer. Mi madre había hecho comida para un regimiento, con eso de que así tenía que cocinar menos a lo largo de la semana, ya que llegaba a las seis de la tarde todos los días. Como aun eran las doce de la mañana, nos fuimos a mi habitación y nos tumbamos en la cama. Álvaro se quedó mirando las fotos que había pegado debajo de la estantería de la pared, y la rosa que me regaló el día que me pidió salir, que había conseguido disecar, y estaba colocada al lado del muérdago de Navidad.

-Álvaro: esta es del día que nos conocimos en el parque de las cataratas.
-Si, estaba hecha un manojo de nervios
-Álvaro: te lo notamos, aunque sólo fue al principio, luego ya te soltaste más
-Fue.. Inolvidable, al igual que esa, cuando os vi en el McDonald de Santa Eugenia, ahí sí que casi me muero.
-Álvaro: ¿Y esta de cuándo es?
-Del cumpleaños de Nerea de este año, luego el de Noelia y el de David, y se me ha olvidado pegar una...
-Álvaro: ¿Cuál? -me levanté, cogí el celo, saqué la foto que tenia guardada entre los libros, y la pegué.
-Así esta mejor -me volví a tumbar y le abracé
-Álvaro: esa es mi favorita, son mejores que los paparazzi -era la foto que me puse de fondo de pantalla, un poco retocada en el enfoque.

Sonreí recordando aquel momento, y al girar la cabeza para mirarle... empezó a besarme. Se colocó encima de mí, y la intensidad de nuestro beso iba aumentando por momentos...

2- Cuando sé que estás dormidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora