Como parte de su preparación para el Eclipse Rojo, Deneb debía permanecer en sus aposentos y purificar tanto su cuerpo como su alma. Era importante lograr paz espiritual para que la transferencia de su magia a Cepheus tuviera éxito.
Sin embargo, los horripilantes sueños la distraían durante sus tiempos de meditación. Su mente no podía evitar regresar al momento en que asesinaba a Cetus o ella perecía bajo su daga. Contárselo a Orión había ayudado, pero no le abandonaba el pensamiento de que algo extraño ocurría con él.
El general se había hecho cargo de su protección y ahora sus hombres de confianza guardaban las puertas de sus cámaras y los corredores que accedían a ellas. Sin embargo, a él no había vuelto a verlo.
Sus doncellas se marcharon cuando terminaron de desvestirla y colocarle un fino y vaporoso camisón. Deneb caminó rápidamente hacia la cama, deseosa de tumbarse sobre el mullido lecho.
Al acercarse, comprobó que algo brillaba sobre su almohada. A la luz de la luna, pudo ver que se trataba de una pieza circular de acero con una piedra engarzada. Lo reconoció de inmediato: era el medallón imperial.
Acercó los dedos a su superficie y la sintió helada contra sus yemas. Pero aquella sensación duró tan solo un instante. De pronto, todo se volvió negro a su alrededor y su consciencia la abandonó.
Cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba al final de un pasillo de roca negra e irregular. Confusa, miró a su alrededor, pero no reconoció el lugar donde se encontraba.
Al principio creyó que estaba teniendo uno de sus horribles sueños, sin embargo, podía sentir sus piernas cansadas y entumecidas. Se sentía como si hubiera caminado una gran distancia, y estaba helada. En sus sueños nunca había sentido cansancio o frío.
Tras ella, la negrura del pasillo no dejaba ver su final; en frente, una puerta nacarada rutilaba en la oscuridad. No tenía manillar ni bisagras, solo una pequeña muesca en su centro.
La mano que sostenía el medallón se alzó hacia la puerta como atraída por un imán. Sus dedos se movieron solos cuando colocaron la joya en la hendidura. Encajaba a la perfección.
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Yasunar de plata y oscuridad ✔️ [EN FÍSICO]
FantasiEn el eclipse, Deneb dará su poder al emperador y pondrá fin a la guerra. Pero lo que creía correcto se esfuma con el regreso del general Orión. ** A esc...