Capítulo 12

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Capítulo doce

Tómatelo como una reacción infantil; tómatelo como una persona demasiado dramática y que no es capaz siquiera de dar la cara, porque es tan cobarde que solo puede hablarte por medio de cartas, pero... Diablos, Hedgehog.
Pensé que eras diferente; te he visto toda la semana andar de aquí y allá con tus amigos, pasándole de largo a “ciertas” parejas y luego mirándolos por encima del hombro.
¿Esa es alguna clase de respuesta para ti sobre lo que te pregunté hace una semana? Guaoh. Qué gráfico.
Y si tu opinión de verdad son gruñidos y muecas extrañas, pues, fue un gusto hablarte.
''Bai''. S”


Sentía que estaba haciendo el papel al ver la carta que había terminado de escribir, sintiendo como el corazón se le quería salir por la boca. Pero no podía evitarlo. Sentía una fuerte opresión en su pecho y necesitaba liberarlo con toda su alma por medio de cualquier cosa.

Sabía que estaba haciendo el papel con el solo hecho de haber escrito esas palabras, brotando producto de una frustración que solo fue capaz de liberar por medio de pequeños golpecitos en su pecho; sintiéndose derrotado y decepcionado al enterarse, por sí mismo, la posible respuesta de Shadow sobre aquella última carta.

En un principio, con cuatro días pasando después de eso, se dijo a sí mismo que, quizás, era un comentario que se estaba pensando; que el azabache necesitaba hilar su respuesta antes de dársela y listo. Porque aunque no era una pregunta demasiado personal, porque aunque no incumbía demasiado, ni mucho menos era algo que pudiera hacerle quedar mal frente a los demás, el tema del LGBT+ era delicado para muchos.

Por eso quiso mantenerse paciente. Las opciones se le estaban acabando, no quería simplemente seguir con aquello a sabiendas de cómo podrían terminar las cosas si Shadow pensaba mal y le respondiera cualquier cosa negativa que se le viniera a la cabeza.

Aunque claro, esa fue su opinión inicial hasta que fue captando cómo el mismo erizo se apartaba de algunos los primeros cuatro días, cómo veía a un par de amigos suyos como si estuvieran cometiendo una imprudencia al ir agarrados de la mano y cómo después jugueteaba consigo mismo antes de soltar un bufido. Ya de ello, por el resto de la semana, Shadow no volvió a poner un pie en el colegio.

Sin embargo, ya tenía su respuesta.

Mordió sus labios con fuerza y dobló la carta, con intenciones de irla a pegar con la próxima libre que tuviera.

Las cartas de S, © | ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora