Las cartas de S, © | Shadonic

Epílogo | 1 parte.

364 días después.

— S-Shadow, m-me haces cosquillas —gimoteó quedito, removiendo un poco su cuerpo para liberarse del azabache que le hacía pedorretas en el cuello—. ¡Ah, no!

— Me encanta oírte reír —musitó meloso subiendo en una caricia por su cuello hasta su orejita, para morder su lóbulo. Sonic gimió en respuesta y le miró más que apenado. Recibiendo una risita burlona, que él quitó con un beso.

Llevaban casi un año de ser pareja, faltaba poco para su aniversario. Todo para él iba bien, no había ningún contratiempo entre ambos y su relación a su opinión era perfecta.

Shadow no mostraba indicios de parecer disgustado por su relación, lo cual Sonic agradecía pues en todos esos meses se había hecho muchas ilusiones que no pudo evitar.

¡Amaba a ese erizo, por Chaos!

Y si tener una relación con él tuviese que implicar el no ilusionarse, Sonic en definitivo perdería. Así que prefería no decir nada respecto a sus pensamientos y a disfrutar el presente que vivía con el azabache.

— ¿En qué piensas? —preguntó de repente el otro erizo, tenía su ceño fruncido.

— En nada —sonrió negando, bajando con un dedo esa ceja. Shadow frunció el ceño de nuevo, desconfiado de su respuesta—. Por cierto, ¿qué harás mañana? —cuestionó curioso, esperando una respuesta diferente a la que intuía, y, queriendo cambiar de tema.

— Pues... —Sonrió de lado— iré a pasear con Scourge... una salida de amigos. —Se encogió de hombros un poco, mirando al instante como el labio inferior de Sonic temblaba. Eso le hizo dudar de su respuesta.

— Ah, bueno... —Bajó sus orejitas un tanto desanimado, no se atrevía a decir nada sobre el tema—. Entonces... mañana no te veré —sonrió forzado. Shadow se mordió el labio con tal de no decir nada.

— Sí. Mañana llegaré a casa hasta la noche... o quién sabe. —Le dio un pico.

Y con esa respuesta, Sonic sintió su pecho doler. Era genial como antes del primer aniversario, como su felicidad por ese día, se había esfumado por culpa de su novio.

[...]

— Entonces hoy te la pasarás solo, ¿en serio? —Manic frunció el ceño, incrédulo al escuchar las palabras de Sonic, quién caminaba con un pote de helado grande en su mano hasta el sillón de la sala—. P-Pero hoy...

— Es nuestro aniversario, y me da igual. —Se encogió de hombros, aunque por dentro se intentaba convencer así mismo de que en verdad así era. De que en verdad le daba igual, y no le producía una sensación rara que le daban ganas de llorar.

— Es que... bueno...

— Ya déjalo, Manic. No vale la pena. Ven. Veamos una película —Sonrió forzado, intentando olvidar esos sentimientos que le carcomían.

«¿En serio olvidó nuestro aniversario?, ¿acaso hice algo mal?, ¿me ilusioné en vano?», Conforme su mente iba pensando en varias posibilidades, sus orejitas iban cayendo poco a poco. Sentía como poco a poco sus ojos picaban, y como el nudo de su garganta iba creciendo.

Negó varias veces con la cabeza y, aprovechando que Manic estaba de espaldas a él colocando la película, limpió unas lágrimas que resbalaban por su rostro. Justo a tiempo y el otro erizo se volteó con una sonrisa (extrañada) en los labios.

— Ojalá y en serio estés bien —comentó haciendo una mueca. Sonic asintió tirándole una palomita que si apenas el verdoso pudo recoger con su boca.