Las cartas de S, © | Shadonic

Capítulo 20

Capítulo 20

Listo. Era la hora acordada y ambos estaban frente al otro. Estaban en una situación algo tensa en la que ambos no decían nada al otro. Y Sonic sentía como sus piernas temblaban, dificultándole el siquiera mantenerse de pie, y por ello, había tenido que apoyarse contra la pared. Veía a Shadow de forma temerosa, esperando que éste dijese o hiciese algo, pero el azabache solo le veía de manera inexpresiva, sin decir nada. El único movimiento que Sonic podía percibir era como sus ojos se movían, casi como si le estuviese inspeccionando.

«Maldita sea, Shadow. Di algo, te lo suplico.» Le miró de reojo, sus mejillas ardían y su labio inferior temblaba.

Pasó saliva y desvió la mirada finalmente, sintiéndose incapaz de pronunciar algo. Y es que Sonic sabía que a pesar de que lo intentara, no podría. Ese nudo se había instalado de nuevo en su garganta.

—Eras tú, ¿no es así? —habló finalmente, con voz algo neutra y evasiva—. Todas esas cartas siempre fueron tuyas. Todas esas palabras... y nunca dijiste nada cuando te llamaba por ella —Frunció el ceño al no recibir respuesta, pero siguió—: y dejaste que me ilusionara como un idiota por una chica que nunca existió.

—N-No fue...

—¡Cállate! —Shadow cerró sus ojos con fuerza antes abrirlos de golpe y apresar contra la pared a Sonic, dejando sus brazos lado a lado del cuerpo del cobalto. El menor gimió cohibido y se encogió un poco al tenerle demasiado cerca—. ¿Por qué me mandaste cartas?, ¿por qué nunca me dijiste que eras un hombre?  —preguntó afligido, mordiendo el inferior de sus labios—. ¿Te divertías acaso viendo como me volvía loco por saber quién eras? ¿es eso?

—¡No! —chilló inquieto al oírle decir eso—. F-Fue porque... porque no pensé que... —Tomó aire con tal de calmarse, pero le fue un intento fallido—, no pensé que... esto llegaría aquí.

—Estás loco —masculló alejándose un poco. Movió sus manos hasta su rostro y a su boca. Sentía como su sistema luchaba por gritar y era lo que menos quería.

«Solo... recuerda tu desición y lo que dijo Mephiles» pensó para sí.

Y de pronto le soltó una cachetada en la mejilla a Sonic, la cual resonó un poco contra el gemido de dolor que el erizo musitó al sentirlo.

(...)

ewe no se alarmen.