Él me ama. ↪ KaiSoo

III

Los días siguieron corriendo y Kyungsoo se encargaba cada noche de ir a atender a Jongin con sus necesidades. Baekhyun decidió ignorar a su hermano sin siquiera preocuparse por el hombre que yacía en la habitación de este.

Todas las tardes, luego del trabajo, era recogido por su mejor amigo que también hacia el papel de pretendiente en su vida. Chanyeol jamás se daba por vencido y cada día, al llegar a su edifico, intentaba robarle un beso al más bajito.

—Para, Chanyeol, sabes que Kyungsoo se la pasa mirando por la ventana para evitar que hagamos algo. Eres mi mejor amigo, no puede pasar nada entre nosotros.

EL nombrado rodó sus ojos, tomando la cintura del pequeño antes de unir sus labios. A pesar de la negativa anterior, Baekhyun rodeó el cuello de este, disfrutando del beso, fundiendo sus bocas entre sí. No sabía que este besaba tan bien aunque no tenía con que compararlo ya que él nunca lo había hecho pero aun así, era maravilloso.

Chanyeol se apartó con una sonrisa que le fue devuelta antes de alejarse.

—Te veo mañana, Baek, iré por ti al trabajo.

Sentía que podía volar en aquel momento, quizás ser mas que un amigo no estaba tan mal como creía y podía darle una oportunidad. Sin embargo, se detuvo a mitad de la escalera, observando a su hermano cruzar la puerta de entrada, apenas un paso, para luego comenzar a temblar y llorar. No creía lo que sus ojos veían y supo que el asunto era peor cuando este vomitó junto a la puerta, cerrándola y metiéndose de nuevo.

No tardó en seguirlo, preocupado por él pero aun así encontró a Kyungsoo sonriendo de felicidad, ya limpio.

—Estoy mejorando, Baekhyun. He decidido llamar al señor Kim para el tratamiento, me he decidido a empezar de a poco.

— ¿Y por qué luego de tanto tiempo quieres cambiar?

—Por Jongin, él me da fuerzas para seguir adelante con esto.

No pudo evitar sonreír, acercándose al contrario para abrazarlo con fuerza.

—Me hace muy feliz que por fin decidas curarte, Soo. Eres fuerte y podrás con eso.

Aquella noche Kyungsoo decidió tomar sus calmantes y Baekhyun supo que era el momento perfecto para ver a aquel hombre del que su hermano tanto hablaba.

Aun así atravesó el pasillo con sigilo, adentrándose en el cuarto, encontrando al hombre recostado.

—Intenta no hacer ruido, no quiero que él me oiga.

Le sorprendió la sonrisa del hombre y aun mas sus palabras.

—Tú eras el chico que dormía en el pasillo el otro día, ¿verdad?

—Sí, ¿Cómo sabes de eso? —preguntó algo confundido y asustado a la vez.

—Soy tu vecino del piso de arriba, estaba bajando con mi amigo y te vi allí, fui quien te colocó la manta.

—Gracias por eso.

— ¿Podrías ayudarme con mi pierna? Me duele muchísimo y quiero moverla aunque sea un poco.

Se tomó el atrevimiento de subir la manta, observando como aquella pierna estaba aún morada e infectada. Con la precaria estructura que lo movilizaba supo que era aún peor.

— ¿Por qué tienes esto así? Deberías ir a un hospital

—Descuida, el doctor le dijo a Kyungsoo que debía estar así.

Aquellas palabras fueron como un balde de agua para el pequeño quien sintió su cuerpo temblar.

—Aquí no ha venido ningún doctor, tampoco te ha contado de mí, no sabes nada. ¿Tienes el número de algún familiar?

—Él me dijo que no había teléfono.

—Pues te mintió, Kyungsoo te mintió. —dijo, tapando la pierna antes de volver a hablar. — Tengo que sacarte de esta casa, Jongin, no puedes quedarte si quieres vivir.