Capítulo 5

867 46 4
                                    

Capítulo5.

Ya ha pasado una semana desde aquel incidente en la casa de los Creed. En los primeros días no habían parado de hablar sobre aquel misterioso asesino y todos los noticiarios daban medidas de precaución para evitar otro asesinato. Y bueno, aunque ahora todo el vecindario estaba "súper resguardado", duplicaron la cantidad de guardias en la entrada y los policías rondan cada dos horas para ver que todo estuviera en orden, y yo seguía sintiendo esa extraña sensación de que alguien me vigilaba, seguía despertando con la ventana abierta y seguía imaginándome a ese chico de blanco afuera de mi casa.

-Audrey... –dijo alguien sacándome de mis pensamientos, era Lily, al parecer llevaba varios minutos tratando de hablar conmigo

-Oh... lo siento Lily, estaba...

-¿Pensado? ¿Recordando? ¿Sacando tus raras conclusiones acerca de lo que paso con los Creed? –Dijo Lily y parecía enojada– Estas muy extraña últimamente Audrey, deberías dejar de pensar en eso, relájate.

-Lo sé, pero... no es que yo quiera pensar en eso pero... solo llega a mi mente aquel... –quería explicarle a Lily lo del chico de blanco y como yo lo asocio al asesino de la historia, pero algo me lo impedía

-¿Qué? ¿Qué es lo que llega a tu mente? Porque que yo recuerde no vimos ningún cuerpo ni nada así

-Nada, nada... es que debe ser por la impresión de... saber lo que ocurrió... ya sabes, es primera vez que hay un asesinato múltiple aquí y todo eso me tiene muy... preocupada –mentí pero sirvió para calmar a mi amiga y aunque en parte era cierto, esa no era la razón principal

-Te entiendo amiga, yo también me traumé ver aquello –dijo Lily abrazándome y puede ser desubicado pero yo no dejaba de pensar en mal empleada que estaba la palabra "Trauma", si Lily de verdad estuviera traumada no andaría por ahí gritándolo. Ahora todo el mundo dice "estoy traumado" por cualquier estupidez, por más pequeña que esta sea.

-¡¡¡Ay, se me ocurrió una idea brillante!!! –Gritó Lily soltándome bruscamente

-Lilian, mis tímpanos –Grité, pues mi amiga dio uno de esos típicos gritos de niñita mimada, después de todo Lily es una de las chicas más populares de la escuela, su pasado la condena.

-Lo siento, pero es que es una idea demasiado ge-ni-al –decía Lily mientras hacía gestos con las manos

-Está bien... cuéntame tu maravillosa idea –A veces yo era un poco pesada, fría y cortante, pero es mi personalidad, no me pueden culpar por eso

-Ok, prepárate... redoble de tambores –Lily empezó a golpear la mesa con sus lápices, sí, mi amiga es muy exagerada– Haremos una pijamada en mi casa hoy

-Ayyy... no Lily, muchas gracias pero no tengo ganas de pijamadas –dije con desgano

-Pero...

-Sabes que odio esas cosas Lilian

-Esta vez será diferente, mira... em... déjame pensar... tengo unas cremas hidratantes en mi casa que son increíbles, harán maravillas con tu rostro

-Mira Lily mi autoestima está bastante bien, me gusta mi rostro así como está, me gusta mi cuerpo, así que no empieces con tus cremas y cosas que lo único que hacen es tirar mi autoestima por el piso.

-No, no quise decir eso pero... me refiero a que quedara mejor y te sentirás mejor... y bien, lo acepto, ese no es un buen argumento. –Lily dejo de hablar en cuanto vio mi cara de enojo– Entonces haremos... em... cocinaremos, tengo unas revistas donde hay unos postres que se ven deliciosos

Un Amor Peligroso (Jeff the Killer) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora