新たな始まり Un nuevo comienzo (capitulo 2)

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Sakura

No sabia donde estaba, desperté en una habitación llena de plantas y flores, trate de ponerme de pie pero un dolor se apodero de mi cabeza.

-Veo que ya despertaste, espera, te ayudare a sentarte –dijo un hombre el cual parecía vivir aquí.

El hombre tenia un pelo negro muy largo, la mitad de su rostro estaba tapado pero el ojo que si se podía ver era de un color verde esmeralda, tenia una piel muy pálida y era alto y apuesto a decir verdad.

Me agarro delicadamente y me ayudo a sentarme , su trato hacia mi era muy dulce.

-¿Dónde estoy? –le pregunte confundida.

-pues iba a sacar a bicchan a pasear y cuando estaba por salir te encontré fuera del templo desmayada, creí que estabas muerta así que te traje dentro del templo y te recosté en la habitación y te despertaste hasta ahora –me respondió mientras me servía un poco de te en un tazón.

-Supongo que no tienes lugar donde vivir ¿o si? –me pregunto.

-pues... –me quede pensando sin contestar.

-Te podrás quedar aquí sin problema alguno, pero tendrás que ayudarme a mantener limpio el templo, ¿te parece? –me pregunto.

-Si, disculpe... ¿cuál es su nombre? –le pregunte.

-tienes razón, que modales los míos, mi nombre es "Akira",tengo 25 años, un gusto en conocerte, ¿cual es tu nombre? –me pregunto dulcemente acompañado de una sonrisa.

-Me llamo "Sakura",tengo 22 años, es un placer conocerlo –le conteste estrechando su mano.

-Sakura ¿eh?... que bonito nombre –dijo mientras me inspeccionaba con su mirada-. Iré a preparar una sopa, ¿puedes limpiar mientras el jardín? –pregunto mientras me ayudaba a ponerme de pie.

-Sera un placer, pero ¿cuánto tiempo puedo quedarme aquí? –le pregunte.

-Cuanto tiempo necesites –respondió acariciando mi pelo con sutileza-. Prepare la ducha por ti y coloque un yucata de color blanco para que te lo pongas, nos vemos luego –dijo marchándose de la habitación.

Al entrar al baño el olor a vainilla me rodeo, el lugar estaba muy limpio y ordenado, cuando avance pude ver el yucata del que Akira me había mencionado, era de una tela muy delicada, después de tomar una relajante ducha salí al jardín y empecé a barrer y al finalizar me quede anonadada por la belleza del árbol de cerezo el cual estaba colocado en medio de la plaza.

-¿Te gustan? –me pregunto Akira, colocándose a mi lado para así apreciar el árbol juntos.

-Demasiado, me pregunto, ¿por qué algo tan bello no puede durar para siempre? –le pregunte mas para mi que para el.

-Sabes, te hare una pregunta, ¿apreciarías a los arboles de cerezo tanto como lo haces ahora, si los podrías ver todos los días? –me pregunto a lo que yo dirigí mi mirada hacia el.

-No, no lo haría –le respondí.

-Aunque no duren por mucho tiempo apreciamos cada momento que tenemos para admirarlos y así al saber que no duraran por mucho tiempo sabremos apreciarlos y no tomarlos por sentado –me dijo dirigiendo su mirada hacia aquel gran y lindo árbol.

Quede sin palabras, después de varios segundos de silencio lo mire directamente a los ojos.

-Es una manera muy sabia de verlo, nunca lo había visto de esa manera –le dije suspirando.

-¿Hay arboles de cerezo de donde vienes? –me pregunto curioso.

-Si los hay, pero no se podrían comparar a este –le conteste.

-Akira se agacho para alcanzar una de las ramas ya ciadas del árbol y me la ofreció por lo cual lo quede viene confusa.

-Se la obsequio –dijo Akira depositando un cálido beso en mi mano derecha lo cal hizo que me ruborizara.

-¿por qué a mi? –le pregunte dulcemente.

-no se, se parece mucho a usted –me respondió.

-¿La flor, por que? –le pregunte confusa.

-SI, tienen algo en común, al observarlas se aprecia la belleza, pero tienes que durar mas que una simple flor de cerezo, ¿sabes por que? –me pregunto mientras admiraba al árbol.

-no, ¿por que? –le pregunte.

-Seria un desperdicio perder a algo tan hermoso , bueno ya se esta oscureciendo deberíamos ir a cenar –dijo mientras guardaba la escoba.

Cenamos la deliciosa sopa que Akira había cocinado, después lave los platos y decidí ir a botar los restos de comida a la basura.

-¿Dónde iras? –me pregunto preocupado.

-Iré a botar estos restos de la comida, ya vuelo –le respondí.

Al salir pude sentir aquel viento helado de la oscura y estrellada noche, no había notado lo tranquilo y solitario que era este templo, cuando me dirigía había dentro escuche el crujido de una rama detrás de mi y cuando voltee el miedo me inundo, empecé a temblar al observar un hombre alto, con el rostro totalmente cubierto por una capa negra, estaba enfrente mío, el estaba... estaba apuntándome en la frente con un arma.

-Que pena, de verdad que tenia ganas de ver el final del show –dijo aquel hombre con un tono de voz macabra y disparo.

それは継続されます(Continuara)

Intercambio de Vidas [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora