Intercambio de Vidas [en edición]

Capitulo 10

Sakura

6日目 (día)

"El peso de nuestro propio pecado es lo que nos hace caer".

La señora Narumi había sido muy cordial al dejarnos permanecer en su morada durante la noche. Al bajar de la alcoba me percate de que el señor Subaru y el señor Akira ya habían bajado, al bajar no dirigí mi mirada hacia el señor Akira, aun seguía sintiendo culpa por lo de anoche así que decidí agradecerle a la señora Narumi por su cordialidad y al acercarme en su rostro se apreciaban los gestos de tristeza y abatimiento.

-Que pesar... me hubiera complacido poder conocerla mas, señorita Sakura –confeso la señora Narumi con pesar mientras depositaba con delicadeza su palma en mi pómulo.

-Igualmente –le conteste educadamente.

Mientras nos despedíamos al caminar por el corredor algo llamo mi atención, me acerque a ello, era un retrato el cual estaba colocado ordenadamente sobre una mesa de madera, la fotografía al parecer era un altar, era de un señor el cual se me era muy parecido pero, ¿donde?...quede analizando por unos breves segundos hasta que recordé. Era el señor que anteriormente había visto, ¿¡qué esta...el, el...esta muerto!? –pensé aterrorizada.

-¡Señorita Sakura!, ¿Me esta escuchando? –exclamo el señor Subaru mientras agitaba su mano delante de mis ojos, sacándome de mis pensamientos y devolviéndome a la realidad.

-¡¿eh!? –exclame apenada.

-Ya es hora de marcharse, andando –contesto el señor Subaru irritado, mientras se dirigía hacia el carro.

Durante todo el tiempo permanecí en silencio, reservada, la fotografía seguía apoderándose de mis pensamientos, el no podía estar muerto si no, no se me seria posible verlo, ¿no?, además Hades me brindo mi cuerpo otra vez, pero... no entiendo nada, tal vez... tal vez lo imagine todo además el ambiente era álgido y era de tarde.

-Señorita Sakura, ¿se encuentra bien? –me pregunto el señor Akira con tono de preocupación a lo que di un pequeño sobresalto, me apeno el hecho que el señor Akira me haya encontrado anonadada dentro de mis pensamientos además, no estaba preparada para entablar una conversación con el después de lo ocurrido anoche.

El señor Subaru conducía , el señor Akira y yo nos ubicábamos en la parte de atrás. La vista es amena, mientras avanzaba el carro la sombra de los arboles de cerezo se reflejaban en la calle y parte del carro debido al alba era algo esplendido, pocas personas aprecian un detalle pequeño como ese, siempre e considerado que los pequeños detalles son los mas valiosos porque son los que conquistan y permanecen en nuestro corazón con rapidez y sin tanto esfuerzo.

-Me encuentro bien –le contesté, mis mejillas se ruborizaron un poco.

-El vestido de color rosa viejo que trae puesto sin duda combina con un rostro tan agraciado como el suyo, me a embelesado, cautiva mi atención –me dijo mientras cogía con delicadeza un mechón de mi cabellera lo cual me sonrojo al instante.

-¿Esa es su manera de disculparse? –pregunto el señor Subaru en un tono irritado, lo cual hizo que me apartara apenada sin embargo, el señor Akira solo rio suavemente.

-Una divinidad como ella no puede ser tratada como cualquier cosa, ¿no? –le pregunto el señor Akira al señor Subaru.

El señor Subaru quedo callado. Al lo pocos minutos ya habíamos llegado al templo, el señor Akira bajo primero para asegurarse que Bicchan se encontrara a salvo. Al bajar el señor Subaru tomo de mi muñeca con fuerza, acercándome a el.