EFÍMERO [VIXX]

11. LA CENA

Jaehwan Lee

Las mangas de una blusa de seda se enroscan en mi cuello igual que una víbora. Suelto un pequeño grito mientras me abalanzo a los brazos de Ravi, horrorizado por la opresión en mi garganta. Su amplio y duro pecho me recibe. De inmediato la seguridad de su fuerza me oprime, haciéndome sentir feliz.

Desde que tengo uso de razón, he sido consiente de la belleza descomunal que poseo, pero jamás considere enamorarme de mi mismo. La idea me hace reír con nerviosismo. Debo admitir que no soy el mejor de los partidos, y no podría lidiar conmigo mismo sin volverme loco.

Una amplia mano me coge de la cintura casi pellizcando mi piel. Camino apoyado en Ravi hasta la salida del cuarto y por la sala de estar. Por detrás nuestro, escucho los duros y pesados pasos de Suni.

   —¡Detente!

Volteo la cabeza para verla sobre el hombro de Ravi. Sus diminutos ojos están abiertos con estupefacción. Tiene las manos estiradas en un intento de sujetarme de la blusa. Me detengo. 

   —¿Es cierto lo que dice Ravi? —dice, con tono de suplica.

Ravi esta de cara a la salida con los ojos cerrados. La mano que tiene en mi cintura se aferra a la tela que me cubre y la retuerce. Apenas abre los labios para decirme que responder.

   —S-si. —contesto con timidez.

Volvemos a dirigirnos a la salida.

   —Pero tu me has dicho que estas enamorada de alguien que no te corresponde. ¿Y ahora me dices que estas en una relación? —la voz de Suni suena enojada. —¿Qué debería pensar al respecto?

Tengo que mirarla para asegurarme que no tiene un cuchillo en mano. Volteo la cabeza. 

Sus ojos están brillantes, pero no por la usual alegría que la caracteriza. Tiene los puños igualmente cerrados, los nudillos rojos por la presión. Pero lo que más me desconcierta son los espasmos en su espalda.

Me suelto de las manos de Ravi. Con el miedo de que Suni este por convulsionarse, decido acercarme y tomarla de los hombros. Esta completamente fría.

   —¿Qué es lo que sucede? —le pregunto, totalmente confuso.

Retira mis manos de un golpe. Me mira furiosa mientras masculla una respuesta que me deja anonadó.

   —No les creo.

Apoyo las manos en las caderas mirándola desde lo alto con el ceño fruncido.

   —¿Por qué razón no habrías de creernos? —le reprocho.

A toda respuesta señala con la barbilla a Ravi.

Abro los ojos con horror. Esta chiquilla tonta esta insinuando que Ravi a levantado esta farsa para... ¿Qué?. Cualquiera que sea la razón, me enfurece que pueda pensar mal de Ravi. La abofetearia sino fuese una mujer y yo no estuviese en tan ridículas vestimentas.

   —Deja los gestos y explicate. —le gruño.

   —Simplemente no creo que seas novia de Jaehwan. —masculla. —Mientes.

   —¿Por qué? —me hago el ofendido — Soy muy linda y el tipo de chica que le gusta a Jaehwan.

Escucho un bufido detrás de mi. Para ser honestos, no recuerdo la última vez que me enamore de una chica. Para ser más específicos, no hay alguien antes que Ravi. Toda mi vida romántica gira a su alrededor.

   —Entonces —Suni se pasa la mano por sus enrojecidos ojos— no habrá problema en que tengamos una cita doble ¿no? —dice sonriendo de lado, satisfecha con sus propias palabras.