"Cuando llevas una máscara tanto tiempo, te olvidas de quién eras debajo de ella".
(AlanMoore)
Estamos hechos de máscaras apariencias, imágenes creadas al gusto de la sociedad.
Mascaras que ocultan nuestra realidad, nuestro terror y hasta nuestro verdadero ser.
Somos marionetas que se pusieron los hilos para ser controladas y tallaron sus propias mascaras para ser disfrazadas al gusto del mundo.
Crecemos y con los años solo vamos aprendiendo a crear más y mejores mascaras para hacer feliz al mundo o para fingir ser lo que los demás quieren para aceptarnos.
Nos molesta descubrir las diversas máscaras de otros, sin ver que nosotros somos participes de los motivos que los llevaron a utilizarlas.
Así como ellos son motivos por la cual nosotros las usamos.
Las máscaras han existidos desde los inicios de los tiempos de las relaciones humanas.
Pero en la actualidad, la sociedad nos ha arrinconado y puesto al borde del precipicio de la exclusión ocasionando el uso obligatorio y excesivo de las mascaras.
Caminar y mirar a la gente se ha vuelto igual a ver un carnaval, con todas esas diferentes y variadas mascaras en sus rostros, todas con un mismo fin.
Ese fin es: Ocultar quienes verdaderamente son.
Hemos aceptado tener temor de ser quienes somos, temor a pensar con individualidad, temor a no tener feliz a cada pequeño grupo de la sociedad, por temor a la exclusión.
Nos asombra cuando alguien logra quitarse las máscaras, por qué estamos tan acostumbrados a ya no ver rostros y solo ver máscaras, cuando ocurre la retirada de una Máscara, Es como un fenómeno, tan raro como un eclipse.
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