Hundirse...

22 2 0
                                    

Personas hundidas en ese enorme abismo de dolor, sufrimiento he incomprensión.

De vez en cuando parece llegar flotando un salvavidas, iluminado con un rayo de esperanza...

Pero siempre termina alejándose flotando siguiendo otra corriente o desinflándose, demostrando que aquel rayo no era más que la luz de un farol que coincidió en el caminó del salvavidas.

A menudo llegan barcos que parecen saber justo cuando aparecer para evitar que mueras ahogado... Son barcos tan lindos que no preguntas 2 veces antes de subir.

Pero siempre llega el momento en el que él capitán del barco decide que le sobra peso al barco o que necesita un rato de diversión, así que decide ponerte a caminar al rededor del barco sobre el borde... Sientes tu peso tambaleándose entré tu salvación y esas gélidas aguas que te hunden más y más con cada esfuerzo que haces por huir de ellas. 

Aún cuando ves lo que aquél terrible capitán te ha hecho hacer, continuas a su lado... Por que prefieres ser su diversión algunas veces, a volver a las aguas y sentir que te hundes de nuevo.

Sabes que pronto hacerte caminar por la orilla ya no será suficiente para divertirlo, por que lo has visto bostezar estás últimas veces que te hizo hacerlo.

Hay invitados en el barco, piensas que el capitán te hará caminar para hacer reír a sus invitados... Pero en cambió te ha hecho ver como a su dulce adquisición, todos dicen que es tan dulce y bella su unión.

Tu mente está realmente  confundida y también empieza a alegrarse al Pensar que ahora las cosas serán mejores o al menos como en un comienzo... Pero está muy equivocado.

Es innecesario continuar narrandolo, se que tu conoces está historia, se que tu eres parte de ella... Vamos, continua, para mi ya ha sido demasiado.

Mi tiempo se ha acabado, la tinta aún está muy fresca como para enrollarlo y mandarlo en una botella, el capitán ya viene... será mejor que no vea esto.

Para mi ya han sido demasiados trucos para no regresar a las aguas, hoy estoy decidida a saltar de regreso a ellas. Quizá algún día pueda construir un barco sólo para mi y todos los que están a punto de ahogarse.

Adiós, con esperanzas y lágrimas de tinta me despido.

Una píldora al día. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora