Una píldora al día.

Una risa por un corazón...

Todo comenzó como un pequeño juego de niñas entre cosquillas risas abrazos y juegos de manos pero nadie sabría que al final eso terminaría en una gran catástrofe sentimental.

Ahh... ¿Quién diría que me perdería enamorada de ti?
Mi gran amiga, mi confidente, mi todo. ¿Cómo no lo vi? Era evidente, más que claro, todos lo veían menos yo.

Pero todo explotó cuando yo pude verlo, cuando no pude esconderme más tras el papel de tu sombra... Ese fue el día en que verdaderamente te conocí, no olvidaré jamás lo que sentí.
Eras más que una simple persona en mi vida y lo sabías, lo usaste a tu favor, siempre lo hiciste.

Siempre tan perfecta ante todos, el sueño húmedo de cada ser que te conocía. Inclusive yo caí en tu embrujo, el ser más cercano a ti y que se jactaba de ser inmune a tus "encantos". 

Cómo olvidar que fui tu juguete de 5 minutos, ese que movías tal cuál objeto sin valor, que fingias darle amor para que no se fuera pero que disfrutaban usar, pero eso sí, sin que tu novio se fuese a enterar.

Aunque mil veces me prometiste dejarlo, al final solo decidí dejar de intentarlo. El tiempo se acabó y mi corazón también, pero aún tras eso mi consuelo seguirá siendo llamarte amiga; aunque ambas sabemos que de eso nunca hubo nada.

Una risa al inicio y una última al final... Curioso que iniciara y acabara de la misma forma para ti, pero para mí comenzó con un corazón llamado ante ti y acabo con una pequeña masa dañada con temor a volver a amar, pero incapaz de dañarte.