Si las paredes pudieran hablar... Te aseguro no dejarían de susurrar detalle a detalle cada cosa que han presenciado.
Ni el alma más alborotada podría comprender tantas palabras juntas, tantas ideas desbocadas ni las escenas tan crudas que serían descritas tan a detalle.
Si les preguntarás qué es lo que han visto te contarían de aquella vez que me enamoré, cuando las miraba por horas soñando en un mundo color de rosa, pero también podrán contarte de aquella vez que no paraba de llorar y mi vida poco faltó para darle fin.
Confidentes de cada pecado, guardianas del secreto y protectoras de las debilidades.
Pero recuerda siempre tener cuidado, que hay lugares dónde las paredes tienen boca, oídos y todo lo demás como para destruirte.
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Una píldora al día.
RastgeleSon pequeñas lecturas de pensamientos o historias, escritas para leer día tras día. Una al día, cómo una medicina