Helada.

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Pasaron un par de días y regrese a su casa, tenía que disculparme con Marc, pero olvide el motivo de mi visita al ver a Leandro parado a mitad de la escalera con su pijama aún puesta y la parte superior a medio abotonar.

Nos miramos por un largo tiempo hasta que Marc piso el vestidor, me tomó del brazo y me jaló hasta llegar al jardín. Me tomo de nuevo y beso sin esperar nada a que yo hablará, se separó de mi y me dejo helada.-Casate conmigo-
-Marc, yo vine a disculparme contigo por el golpe que te he dado pero, no se que decirte, me confundes, nos llevamos bien pero tenía entendido que no queríamos casarnos-

-no quería Mila pero, al ver cómo se miraban aquella noche, me moleste y me di cuenta que quiero que me veas igual, me dolió mucho el ver que tenías dos segundos de conocerlo y lo mirabas con anhelo y me di cuenta Mila, de verdad te quiero-.

No supe que responderle y me marché, le di un beso en su mejilla y partí con camino a mi casa, al caminar un par de calles, Leandro salió de una esquina y camino junto a mi.

Así que te casas, me dijo afirmando, muy lejos de preguntar, un "no lo sé" fue mi respuesta.

-es que ¿no amas a mi hermano?-

miré esos hermosos ojos y le conté lo que pasaba, aún que jamás le hablé de mi obsesión por el, lo entendió, según dijo -eres un alma libre como yo- fue su respuesta.

Caminamos hasta mi casa y ahí se marchó, con un pedazo de mi, -mañana partire de nuevo, fue un gusto conocerte Mila- me dio un pequeño beso en la comisura de mis labios y se marchó, con mi corazón en su mano y sin saberlo.

Amor al Arte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora