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Narra Liz

Habíamos pasado toda la noche hablando y riendo, él me había contado sobre su madre, sobre su hermano mayor, Mike; sobre sus proyectos. Noté que en ningún momento mencionó a su padre. Pero le resté completa importancia.
Me había perdido completamente en sus ojitos color verde manzana mientras me hablaba, y de repente, una voz muy conocida interrumpió.

-¡Alex, cariño! No me dijiste que vendrías- Vi como Alex fruncía en ceño al escuchar esa voz.

Era Ruth. Tez morena, no tan alta, delgada, ojos color verde esmeralda. Desde de pequeñas éramos enemigas, era la típica nenita de papi, consentida, caprichosa, mal educada... IRRITANTE. Venía caminando con sus también irritantes amigas: Marina y Clara. Se tiró poco más arriba de Alex mientras emitía esas palabras, este la sacó y fulminó con la mirada.

-Hola Ruth- Se limitó a contestar, frío y cortante.

Ruth volteo sus ojos hacía mí, su mirada despedía algo parecido al odio en el preciso instante que me vió allí con él. Sinceramente, no se si habrían tenido algo juntos o que, pero podía notar en todas y cada una de sus facciones que moría de ganas de ocupar mí lugar.
Le sonreí falsa, muy falsamente.

-Ohhh... Pero miren quien esta aquí, ¿se puede saber qué haces hablando con MI Alex?- inquirió molesta.
-Ohhh.. ¡Lo siento, cariño!- Hice un tierno puchero -Es que no le veo tu nombre por ningún lado- me encogí de hombros y comencé a mover a Alex con mis manos como si buscara algo en su cuerpo. Él empezó a reírse muchísimo ante la escena. La mirada de Ruth lentamente se transformó y supe a la perfección que lo único que quería en ese momento era arrebatarme a Alex de mis manos y llevarlo consigo.
-¡Zorra! ¡Deja ya de manosear a mí novio!- ¿Novio? Me quedé en blanco, de repente comencé a sentir mi boca muy seca.
-¡JAJAJAJAJA!- Se escuchó la risa a carcajadas de Alex detrás mio, me tomo por la cintura pegandome a su cuerpo y sonrió. -Lo siento Ruth, pero tu y yo nunca hemos tenido nada, nos vimos, ¿cuánto? ¿Dos veces?- preguntó divertido. Sonreí victoriosa y con muchísimo alivio al escuchar aquellas palabras de su boca. Ruth frunció el ceño y se fue sin decir una sola palabra más. Alex se acerco lentamente a mí, y susurró -Creo que me he ganado tu número, nena-

No podía borrar esa estúpida sonrisa de mí rostro (mentalmente golpeé mí frente con la palma de mí mano). Saqué de mí bolso una lapicera, tome suavemente su mano y escribí allí lo que tanto había rogado. Le di un tierno beso en la mejilla y nos fuimos de la fiesta.
Luego de dejar a Milena en su casa, al cabo de unos quince minutos llegué a la mía. Guarde a mí bebé en el garaje y subí a mí habitación. Me quité mis zapatos de dos patadas, mí vestido de un tiron, desmaquille muy bien mí rostro, me puse mí pijama y me acosté en mí mullida y calentita cama. Estaba apunto de dormirme cuando mí celular vibro:
"Gracias por una magnifica noche, espero con ansias volver a verte. Que descanses nena. A"
Teclee rápido para responder:
"Fue un placer conocerte, pronto nos veremos, estoy segura. Que tengas dulces sueños, Súper héroe. L"
Mi celular nuevamente vibro:
"No quise molestar, pero mañana quiero todo tipo de detalles. Mile".
Sonreí divertida y rápidamente ya me encontraba profundamente dormida.

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Iba por la ruta a toda velocidad, aquellas imágenes que pasaban frente a mis ojos me eran muy familiar. Crucé esa playa hermosa, pero esta vez decidí no frenar ahí. Mi cabellera se despeinaba con el viento y yo solo aceleraba más y más.
De repente vi un magnífico jardín. Era de dos manzanas de tamaño. Se encontraba repleto de rosas de todos los colores, tulipanes y margaritas. Tenía una gran fuente en medio de ese hermoso paisaje. Me senté en ella y comencé a contemplar el lugar. Era mágico, inexplicable, inalcanzable...
De repente una persona se acercaba hacia mí, pude ver esa sonrisa ya que me era tan familiar... Y... Esos ojos...
"Juega intacta.. ¡Es un diamante! Vuelve a casa arrastrando sus tesoros.. Ella sabe mostrarme el mundo, ¡y eso no la hace una creída!..🎶"
Mí celular empezó a sonar con mí rington de una canción del Indio Solari sobresaltandome.
En la pantalla leí: "Mile".

-Sabes que me acabas de despertar, ¿verdad? Y por cierto era un magnífico sueño- Me quejé.
-Oh hermosa, lo siento- Habló con ironía -Solo te llamaba por que Isabella me habló, para ver si queríamos ir a casa de Markus ya que sus padres aún no regresan- comentó.
-Hmmm... Ok, ok, déjame cambiarme y te paso a buscar, ¿esta bien dentro de una hora?- pregunté.
-¡Si! Perfecto corazón, te veo en una hora entonces- Hizo una pausa -Ah, Liz, hermosa... ¡Ponte sexy!- Rió, y conociendo a Mile seguramente guiño su ojo derecho.
-Ok ok... ¡Estate preparada!- Corté la comunicación.

¿Qué me pongo?
Busque mí hermosa bikini, era color negra con volados fucsia el corpiño, y toda negra la parte de abajo. Tome un vestido negro muy muy sexy todo ajustado al cuerpo que llegaba a mitad de muslo sin mangas y con su espalda descubierta. Unos zapatos de plataforma con tiras fucsia ¡Y... Listo!
Abrí la ducha con el agua bien caliente y estuve allí al menos 30 minutos. Terminé de bañarme, me puse mí bata y salí. Maquille mí rostro, mis ojos bien delineados con rímel resistente al agua y mis labios color rojo, indeleble ¡por supuesto! Me puse mí bikini, mí hermoso vestido y mis sandalias. Me mire al espejo, y sí que estaba muy bella.
Bajé y desayuné algo con mis padres muy tranquilamente. Cuando mire la hora eran las 11:45 ¡MIERDA! Besé sus mejillas y salí de la cocina, tome las llaves de mí moto, mí casco y la saque del garaje. Esquivando autos y llevándome unos cuantos insultos por fin llegue a casa de Mile, quien me espera en la puerta de su hogar mirando su reloj.

-12:03, ¡estás tres minutos retrasada, corazón!- Dijo cruzada de brazos y golpeando la punta de su pie derecho en el piso. Reí a carcajadas por su comentario.
-Lo siento nena- Respondí.
-Va va va va... Dale, ¡vámonos!- me instó a apresurarme y continuar nuestro camino.

La casa de Markus quedaba a solo unas quince calles de la casa de Mile, pero ustedes imagínen lo que era ir quince, sí, QUINCE cuadras con la señorita puntualidad. Hablando sobre lo importante que es ser puntual en la vida y hacer esperar a las personas. No me quedaba de otra que solo escucharla y darle la razón (¡Como a los locos!). En menos diez minutos ya estábamos aparcando mí moto fuera de la casa de Markus. La música sonaba muy fuerte, era como si todavía estuvieran de fiesta allí. Tom nos abrió la puerta al llegar, entramos a su humilde hogar y nos dirigimos directo hacia el patio trasero, sabíamos que estarían ahí. Los vimos tomando sol al lado de la piscina ¡Sí que teníamos unos amigos muy guapos! Al ingresar nos topamos con Derek, Markus y Sam, estaban los tres con el torso desnudo y lucían unos trajes de baño muy coloridos. Del otro lado se encontraban Isabella y Camilo bronceandose uno al lado del otro.
¡Definitivamente la habíamos perdido!
Mile siempre sabía muy bien leer mis pensamientos, por lo que empezó a reír mientras negaba con la cabeza al observar lo mismo que veían mis ojos.

-¡Fuuui Fiuuu!- Markus nos silbó al pasar. Rodé los ojos.
-Aun no te cansas, ¿eh?- Me guiño un ojo en forma de respuesta.
-Hola, hermosa- Derek me abrazó y me hizo girar un momento en el aire.
-Hola corazón, ¿como has estado?- pregunté.
-Muy bien, ¿y tú?- sonrió de lado y acarició tiernamente mí mejilla con su pulgar.
-Bien, excelente- Besé suavemente su mejilla y me senté en su regazo.

Estuvimos un buen rato hablando de temas no muy complejos (sólo más de lo mismo). Markus sólo hablaba de sus fiestas, Sam y Derek sólo hablaban de sus motos y los arreglos que les habían hecho, mientras que Mile sólo miraba a Markus con cara de nena boba, es como si no existiera nadie mas.
Un momento... ¡Por Dios, Mile! ¿Markus? ¿De verdad Markus? Reí a mi pensamiento por lo bajo.
De repente una voz conocida me dejó fuera de foco...

Más que un Sueño [#1 EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora