Más que un Sueño [#1 EDITANDO]

~ 7

Iba por la ruta con mí hermoso XTZ. Pero este camino no era el mismo de siempre...
A lo lejos divisé un acantilado, y decidí frenar ahí. Me encontraba sola apreciando lo que se situaba frente a mis ojos. El mar que se encontraba bajo de mí era celeste, cristalino, casi transparente. Apenas se distinguía la línea del horizonte que separaba ese bello mar del cielo.
Todo se encontraba en perfecto silencio, cuando de repente una voz me sacó de mis pensamientos. Era Alex. Caminaba en dirección a mí con su bella sonrisa. Veía un brillo muy particular en sus ojos. Me tomó por la cintura pegándome a su cuerpo, estaba a punto de besarlo...

-Liz... Liz, nena, despierta- susurraba tan bajito que a penas podía oírlo.

Casi no podía abrir mis ojos. El sol se sentía mucho mas fuerte que de costumbre. Los abrí lentamente y me encontraba recostada sobre una manta junto a la cascada. Alex estaba recostado a mí lado apoyado sobre su codo, me miraba fijo con una hermosa sonrisa mientras acariciaba mí cabello.
¿Todavía estábamos ahí? ¿Qué diablos había ocurrido?

Flashback

Nos encontrábamos besándonos dentro del agua, era un beso muy apasionado. Nos separábamos unos segundos por falta de aire y luego él volvía a juntar nuestros labios.
Besos, besos y más besos...
Me tomó en sus brazos como una pareja de recién casados y salimos del agua entre risas.

-Eres perfecta- acarició mí rostro. -Yo ya no soy este tipo de persona, no acostumbro a llevar a mujeres a ningún lugar. No recuerdo prácticamente la última vez que me sentí de esta manera- confesó.
-Y, ¿cómo te sientes Alex?- pregunté. Un silencio se produjo entre nosotros, pero este no era un silencio incómodo. Me regaló su mejor sonrisa y continuó.
-¡Completo nena! Completo- finalizó.

No dije una sola palabra. Sólo contemple su bello cuerpo mientras acariciaba su cabello.
Miles de preguntas giraban en mí mente ¿Qué me ocurría? ¿Por qué sin siquiera conocerlo me hacía sentir tan especial? ¿Y si tal vez solo lo hacía para acostarse conmigo? ¡Basta Liz! Con esos pensamientos nunca llegaras a ningún lado, me regañe mentalmente. Pero me era muy difícil confiar en un hombre después de James...

-Lo siento Alex- me disculpé realmente apenada. -Tú me gustas ¡Y mucho!- confesé. -Sólo que me es muy difícil volver a creer en "el amor"- bajé un poco la mirada.
-Te entiendo nena- suspiró. -En realidad no siempre fui así, no siempre fui el muchacho tímido del grupo. Solía ser irritable, no soportaba que nadie me dijera lo que tenia que hacer. Me metía todo el tiempo en peleas callejeras. Utilizaba a las mujeres como trapos de piso- Parecía sumergido en sus pensamientos. -Mí madre, ya cansada de mí y de todos los problemas que le llevaba a su vida, me envió a vivir a México con mí tía Susan- comenzó a relatar. -Un día fuera del instituto conocí a un tipo llamado Erik, creí que era buen amigo, pero estaba muy equivocado...- negaba levemente con la cabeza. -Esa misma tarde, él me presentó a su prima, era la mujer más bonita que jamás había visto. Rubia, de tez clara, ojos verdes manzana y una sonrisa que cualquier hombre en su sano juicio desearía tener a su lado. Me enamoré de ella al primer instante que mi mirada se cruzó con la suya. Al principio todo era maravilloso, Liz. Ella era mi mundo entero, pero un día toda mi vida dió un vuelco inesperado.- rió tristemente. -Juntos comenzaron a llevarme a lugares muy turbios. Bares, antros, callejones. Yo era su muñeco, era el títere de ambos. Hacían de mi lo que querían, y yo estaba perdidamente enamorado de ella. Hicieron que yo entregara pedidos, los cuales nunca sabía que contenían, que tratara con gente verdaderamente indeseable. Un día, descubrí que Erik era narcotraficante y que Jazmín, su prima, era una de sus mulas. Tuve que ver y vivir muchas cosas que a nadie le desearía. Empecé a consumir todo tipo de drogas, porque obviamente, no quería ser menos que ella. Quería que supiera que estaba a la altura de su amor- inhaló y exhaló profundamente. -No veía que me estaba matando a mi mismo... Aquel día, estaba tan pero tan drogado, que vi a "mi novia" mantener relaciones sexuales con tres tipos a la misma vez- negaba con vergüenza. -En su rostro noté como disfrutaba todo lo que hacía y le hacían, y no pude hacer nada, no podía si quiera decir una palabra por el efecto de tantas drogas que había consumido. Pero yo sentía como mi corazón se hacía trizas poco a poco...- levantó su rostro y me observó, yo escuchaba atenta cada una de sus palabras. -Ese mismo día tomé todas mis cosas, sin avisar a nadie, y decidí volver para Argentina. Tomé la decisión de hacer un giro de 360° en mí vida. Y así fue. Markus fue un buen amigo, estuvo a mí lado cuando más lo necesitaba y me ayudó a salir adelante. Hoy en día estoy muy agradecido con él por todo eso- sonrió ampliamente al pensar en ello. -Pero te entiendo nena, desde entonces, no confío en nadie más que en Markus y mi familia. Y por eso fue que fijé mis ojos en ti, cuando vi la forma en la hablaba contigo y sobre ti supe que eras especial. Markus no es de las personas que brinda su amistad a cualquier imbécil que se aparece- pude notar como sus ojos se cristalizaban, estaba conteniendo las lágrimas. Lo tomé en mis brazos dejando su rostro sobre mi hombro y sentí sus lagrimas correr libres.
-Shhh cariño... Todo estará bien, yo estoy aquí contigo- le aseguré.