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Narra Liz

Bajé corriendo las escaleras y abrí la puerta.

Allí estaba mi Romeo, tan feliz como la primera vez que lo vi, había un brillo especial en sus ojos y se veía completamente hermoso. Tenía ambas manos en sus bolsillos delanteros y me miraba con su sonrisa tierna y coqueta ¡Estaba radiante!

Corrí a sus brazos y cuando llegué me hizo girar muy rápido. Cuando freno me regalo su tierna sonrisa y depositó un suave beso en mi frente.

-Se ve simplemente hermosa, Señorita Smith. Dijo mirándome a los ojos.
-Usted no se ve para nada mal, Señor Salas.. Me acerqué a su oído y le susurré.

Tomé su mano para entrar a mi caca, pero el la apretó y me detuvo. Noté algo de temor en sus ojos.. Y lo comprendía, no conocía a nadie, sólo a mi.

-Estoy un poco asustado nena, temo no caerles bien a tus padres, o decir algo que pueda ofender a alguno de sus amigos. Ya te he dicho, no acostumbro a estas cosas.
-Hey Alex. No te preocupes, mis padres son muy amables, y creo que no podría haber escogido mejor compañero esta noche que a ti. Sonrei. -¡Imagina que mi madre sugirió que invitara a Markus! ¡A MARKUS! ¿Puedes creerlo? Ambos reímos mucho. -Además ellos se encargan de atender a sus amigos y luego se divierten entre ellos, nunca me prestan atención, por ello siempre invito a alguno de los chicos. Me encogí de hombros.

Noté que mis palabras lograron tranquilizarle. Asintió y tomó mi mano entrelazando nuestros dedos para entrar a la casa.

Mi madre nos vio ingresar y se acercó sonriente.

-Alex.. Ella es mi madre, Marisa. Mamá.. El es Alex. Dije presentándolos, para bajar un poco la tensión que él estaba sintiendo.
-Hola cariño, es un placer conocerte. Siéntete como en tu casa.
-Muchas gracias señora Smith, el placer es todo mio. Respondió Alex mientras besaba su mejilla.
-¡Por favor, Alex! Llámame Marisa.

Alex asintió y nos dirigimos hacia mi padre. Sabía que estaba muy nervioso, por que apretaba mi mano muy fuerte.

-Tranquilo, todo estará bien. Y si todo saliera mal siempre podremos huir hacia algún lugar lejano, ¡Romeo! Susurré muy muy cerca de su oído.

Saludamos a todos los amigos de mis padres que estaban allí. Hasta que llegamos con mi papá quien se encontraba hablando con un amigo de su infancia.

-Papá..

Mi padre giró la cabeza y nos vio, observó atentamente a Alex por unos segundos y luego le extendió su mano.

-Tu debes ser Alex.. Mucho gusto jovencito. Mi nombre es John. Es un placer tenerte en mi casa.

Alex estrechó su mano y su mirada se suavizo, noté como de a poco relajaba su cuerpo.

-Mucho gusto, señor John. El placer es mío.

Cuando mi padre soltó su apretón, Alex expulsó el aire que estaba conteniendo en sus pulmones en forma de alivio y nos dirigimos hacia el patio trasero.

-¿Shakespeare, eh? Dije enarcando una ceja con mi sonrisa de lado.

Rió mucho a mi pregunta.

-Cuando volví de México decidí estudiar teatro, y.. Romeo y Julieta fue una de las obras que mas me costaba interpretar. La ensaye tantas, pero tantas veces que hoy en día recuerdo cada palabra a la perfección. Respondió guiñando un ojo.

Más que un Sueño [#1 EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora