El álbum de una chica con el corazón roto| Crush 1.5

4.Superficial Love.

Después de un mes de estar soltera tanto públicamente como secretamente, Simon decidió que debía de tener un novio. Otro asunto de PR, solo que ya me había acostumbrado un poco.

–¿Por qué necesito un chico, Simon? Me va bien a mi sola, me gusta mi soltería.

–Tu perfil es muy bajo ahora, de vez en cuando el público necesita entretenimiento.

–Bueno, pues perdóname por no ser un animal de circo–respondí con sarcasmo, ganándome una mala mirada–. No necesitamos esto ahora, Simon, el tour está llamando muchísimo la atención.

–No es suficiente–unos toques en la puerta le hicieron sonreír y seguidamente un chico alto de cabello rubio y ojos verdes entró por esta–. Alexandra, te presentó a Neels Visser, tu pareja falsa por algunos días.

–Pensé que dijiste que tendría un novio.

–Parecerán una pareja para el mundo, pero nunca confirmarán nada, si me disculpa necesito ir a arreglar algo.

Salió de la habitación y yo me crucé de brazos en mi lugar. En serio lo odiaba.

–Hey lo lamento, pensé que estabas enterada–miré al rubio y le quité importancia.

–Da igual, será mejor conocernos un poco.

Y lo hicimos. La verdad era que me estaba cansando de que los chicos vieran lo que querían, que me idealizarán de una manera errónea. Pero sobre todo me estaba cansando de los PR, porque eran solo amores superficiales.

–Escribí la canción para los PR principalmente–le explico a mi acompañante–. Pero se convirtió en una realidad cuando veía como todos me tenían como la chica perfecta... Cabe mencionar que lo de Neels y yo no duró ni dos semanas.

–¿Sabes? Me he dado cuenta de que tus canciones son muy tristes.

Lo ignoro por completo y le digo mi verso favorito: –You're really cute, I must admit
But I need something deeper than this
I wanna know when I'm looking at you
That you don't only see the things you want to.

–Dios mío, Alexa, eres una rompe corazones.

–Es el verso, bobo–digo riendo y él hace lo mismo–. Deja de robarte las frases de Peter Kavinsky, por favor.

–Yo soy él, él es yo; no le estoy robando nada.

Me rio y suspiro antes de seguir con la siguiente canción, por la que sé que mi mejor amigo tendrá un paro cardiaco.

–Debes prometer no hacer comentarios sobre la siguiente historia, ¿vale?

–Vale.