Esa noche, Haven veía retozar las luciérnagas en el jardín cuando un pequeño objeto entró volando por su ventana, fue a dar en el tapete trenzado y rodó abajo de su escritorio. Ella dejó la cama y se arrastró en cuatro patas para recuperarlo. Era un pedazo de papel doblado alrededor de una piedrecita redonda.
Búscame en el jardín, decía.
Tras pisar con cuidado la chirriante duela de su cuarto, llegó descalza y de puntas a las escaleras y se deslizó silenciosamente por el barandal. En el primer piso, pasó a rastras por la sala, donde su abuela veía la televisión con mirada atónita. ejecutó cada uno de estos actos a la perfección, como una gimnasta que realizara una rutina conocida. En unos cuantos segundos, había escapado por la puerta trasera.
Encontró a Louis a orillas del bosque. Estaba recargado en un árbol, y su pelo castaño brillaba a la luz de la luna.
-¿A qué se deben las notas secretas? -preguntó Haven-. ¿Por qué no tocaste la puerta?
-No fuiste a la escuela. Pensé que Lorde te tenía bajo arresto domiciliario.
-Tal vez -dijo Haven, alzando los hombros-. La he evitado todo el día.
-¿qué pasó con Tidmore? -pregunto Louis.
-¿No te has enterado? Creí que para este momento ya todos estarían hablado de eso.
-Claro que sí. ¿Pero de veras crees que querrían hablar conmigo? Además, ¿Por qué habría yo de ponerme a oír chismes cuando puedo obtener los productos directamente de la fuente.
Haven suspiro.
-Lorde le dio al doctor Tidmore todos los apuntes que tomó mi papá. Eso me puso como loca, y me desmayé en su oficina. Desvanecida, vi algo que no había aparecido en mis otras visiones. Edward estaba con otra mujer. Supongo que me enojé tanto que destruí la oficina de Tidmore.
Louis arqueó las cejas hacía las estrellas.
-¿Quieres decir que viste...?
-¡No! -lo interrumpió Haven antes de que él pudiera pronunciarlo-. Sólo hablaban. Pero era evidente que estaban juntos.
-Espera un segundo. No sé que viste, pero Alexa debe de haber perdonado a Edward. ¡Acuerdate que le dijiste a tu papá que escaparon! ¡me enseñaste las notas!
-Dejemos eso, ¿sí? -pidió Haven-. Más allá de lo que haya sucedido entre ellos, es obvio que su relación no era precisamente material propio de "almas gemelas". No tengo interés en enredarme con un tipo que engañaba a Alexa. Pero aun así se supone que debo buscar a Edward. No puedo explicar por qué, pero sé que me volveré totalmente loca si no lo hago -era la única conclusión a la que había podido llegar.
-¿Entonces cuál es tu plan?
-Voy a ir a Nueva York, como me sugeriste. Tenías razón sobre la Sociedad Ouroboros. Debo visitarla. Vi ahí a Alexa en mi visión más reciente, y creo que era miembro. Además, en la página de Internet de la Sociedad decía que ésta ayuda a la gente a resolver "misterios del pasado". Supongo que o mío lo es, ¿no? Y quizá, sólo quizá, intente pasar a saludar a Harry Styles. ¿Qué te perece? ¿Te gustaría viajar? Crees que tu camioneta pueda llegar entera a Nueva York?
-¿A caso quieres que valla? -Louis se volvió hacía el bosque, como si buscara una excusa entre los árboles-. Me encantaría Haven pero tenemos que ir a clases.
El ánimo de Haven se sumergió hasta nuevas profundidades.
-Pero sólo sería por unos días. ¡Vamos Louis! ¡fuiste el único en decirme que debía ir!
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Eternos- Harry Styles (adaptada)
Romance-¿Como funciona eso, entonces?-pregunto Haven- ¿Como se vuelve a encontrar a la gente? -Lo único que se es que atraemos a las personas que hemos amado antes. -¿Y tu y yo nos hemos encontrado en cada vida? -Ojala fuera así de fácil. Te busco en...