En los mese posteriores a la muerte de su padre y la desaparición de su madre, Haven desarrollo el curioso habito de espiar a los vecinos de Snope City. Se escondía detrás de un seto mientras el señor McGuinness podaba el pasto, o se sentaba en la rama de un árbol fuera de la sala de la señorita Buncombe mientras la anciana veía sus historias en una televisión antigua. Sabia que la señora Dietz, que decía tener un problema glandular, escondía sus Milky Way en una caja vacía de detergente para ropa. Y había visto al señor Melton visitar la casa de su cuñada a media tarde cuando su hermano aun estaba trabajando. Pero no eran solo los secretos de las personas lo que le interesaba a Haven. Sospechaba que cambiaban cuando ella no los veía -que la cara que ponían en publico se les despegaba cuando no había nadie a su lado-, y nada quería mas en el mundo que presenciar el momento en que su verdadera naturaleza se revelara.
Tubo que renunciar a su nuevo pasatiempo cuando su madre regreso a Snope City. Tenia mucho que hacer cuidando a Mae Moore. Sabia que a su madre la habían llevado a toda prisa al hospital cuando se entero de que su esposo había muerto en un accidente automovilístico. En ausencia de Mae, Haven fue informada de que su madre estaba enferma del corazón. Lorde se lo dijo rápida y serenamente, como si estuviera ansiosa de olvidar el asunto. Haven supo sin preguntar que no se le permitiría visitarla. Imaginaba a su madre acostada en una cama de hospital, conectada a cables y agujas intravenosas mientras se recuperaba de un infarto. Pero cuando Mae atravesó por fin la puerta de la casa de Lorde, Haven vio que su cuerpo funcionaba a la perfección. Era en algún lugar de su interior que Mae Moore se había estropeado.
Haven le hacia de comer dos veces al día, y se sentaba a su lado mientras ella veía su avena o sus huevos revueltos con la mirada perdida. Finalmente, Mae comenzó a tomar el tenedor. Luego empezó a hablar otra vez. Pero la verdadera Mae -la que reía, bailaba y cantaba mientras cocinaba- jamas regreso. Acepto el apoyo financiero de su acaudalada madre, y hasta estuvo de acuerdo en que Lorde conservara la custodia de Haven. Sin esposo, responsabilidades ni un trabajo que la mantuviera ocupada, Mae Moore se volvió poco mas que un fantasma, condenada a vagar por la casa de la que alguna vez había escapado con Ernest Moore.
Prácticamente huérfana, Haven deposito su confianza en la única persona que le quedaba: el doctor Tidmore. Aunque ya no por obligación, seguía visitándolo en su oficina después de clases. A menudo llevaba algunos de sus dibujos mas recientes para enseñárselos, y el los examinaba con diligencia antes de anunciar que Haven estaba destinada a grandes cosas. A veces le preguntaba si había tenido visiones, pero ella siempre aseguraba que habían terminado. Platicaban entonces del mundo mas allá de Snope City. El doctor Tidmore había crecido justo al norte de Nueva York, y le gustaba contar de sus días en la universidad de esa ciudad. A Haven le sorprendió descubrir que sabia cuando el pastor confundía las calles de Greenwich Village o se equivocaba en las paradas del metro, pero tenia mucho cuidado de no corregirlo.
Después de cada visita, Haven salia de la oficina del doctor Tidmore con la sensación de que una vida la esperaba mas allá de las montañas. Una vez el pastor le regalo incluso un tarjeta postal: una vista aérea de Manhattan, con su deslumbrante bosque de concreto y acero. Haven la fijo en la pared de su recamara, y la estudiaba cada noche antes de acostarse. Mientras examinaba todos lo edificios y seguía con todas las calles, su sensación de certidumbre aumentaba. Detrás de una de esas ventanas -o de uno de esos coches- había alguien o algo que ella debía buscar. A veces las ganas de iniciar la búsqueda eran casi imposibles de resistir, y ella pedía que, fura lo que fuere, la siguiera esperando cuando al fin escapara de Snope City. A los 10 años de edad, Haven comenzó la cuenta regresiva de los días. Cuando cumpliera 18 -momento para el cual nadie podría detenerla-, saldría en busca de lo que la aguardaba entre los rascacielos.
YOU ARE READING
Eternos- Harry Styles (adaptada)
Romance-¿Como funciona eso, entonces?-pregunto Haven- ¿Como se vuelve a encontrar a la gente? -Lo único que se es que atraemos a las personas que hemos amado antes. -¿Y tu y yo nos hemos encontrado en cada vida? -Ojala fuera así de fácil. Te busco en...