Mi amiga ha dejado Amber y sus perras en el suelo, antes de salir del baño mire hacia atrás y sonreí, Amber miro con odio, y la verdad me da igual, completamente igual, estoy acostumbrada a que me odien, y tener más 3 perras como enemigas me la suda.
— Gracias Angie. - Aunque estoy acostumbrada, tenía la obligación de dársela las gracias.
— No me lo des... Las amigas estamos para eso. _ asentí y Angie paro delante de mí. _ O ¿acaso no harías lo mismo?
— Por dios Angie, por supuesto lo haría y mil cosas más, podría hasta sacarle sus ojos azules con mis dedos.
— hahaha... amiga no exageras si, vamos a clases de matemática que tanto odio.
— Pues a mí, me encanta las mates.
— Pues a mí no, vamos.
Caminamos por los pasillos casi varios, todos los alumnos estaban ya sentados en sus lugares, cuando entramos todos callaron, baje la cabeza por unos segundos, pero Angie me toco el brazo y la mire, pude descifrar en sus labios " No bajas la cabeza Vic" y así levante con una sonrisa y nos sentamos, el profesor no tardó en llegar y empezamos con la clase.
No sé qué me pasa, me aburro en clases de matemáticas, tengo los pensamientos en Johnny, su cercanía en la cafetería me hizo congelar, sudarme las manos, el latido de mi corazón bombear rápido, de poder respirar y no poder al mismo tiempo, mis manos quemaba en aquel momento, ya me paso varias veces, pero nunca doy importancia a nada, recordando el primer día que lo vi.
Todos me miraba, yo entre con Oscar y dos seguranzas más, les dije que se quedara en el auto, porque no era necesario entrar para que pueda matricularme, pero dijeron que mi padre les ordeno entrar y confirma mi matricula. Cuando entro en la sala de espera de la secretaria, lo veo. Lo veo salir de la sala de la directora con un papel amarillo en la mano derecha, me miro por algunos segundos y luego lo que hizo fue lo que me hizo volverme loca.
Paso por mi lado, en sus labios pude ver una sonrisa y seguido de un piscar de ojo derecho, pero lo que más me sorprendió fue que se sentó a mi lado.
— ¿Eres la nueva verdad? – me pregunto aun con esa sonrisa perfecta.
— S-sí. – " Que tonta me pongo cuando hablo con un chico lindo"
— Me llamo Johnny Collins. – y no pude hablar.
— Señorita Sandoval. – gracias a dios.
— Soy yo. – me levanto rápidamente de mi lugar, pero antes de entrar a la sala me giro. – Encantada de conocerte Johnny. – antes de cerrar la puerta puedo escucharlo "no me dijiste tu nombre" y sonrió.
Y ahora ya ha pasado tres meses, y aquí estamos, cada vez que lo veo, me sonrojo, y cada día es pero, o eso creo, porque mis manos sudan más de lo normal, y aún más cuando él está a mi lado. Creo que tendré que ir al médico por eso, no creo que sea normal sudar tanto, o ¿sí? No sé.
— Señorita Sandoval, veo que te aburre mucho mi clase.
— No señor, me encanta tus clases, aun mas si es la Sistemas de ecuaciones lineales
— Entonces ¿No te importaría explicarlo para la clase?
— Claro que no. – Dije orgullosa, ya que lo sabía perfectamente la materia.
— Entonces venga delante señorita Sandoval
— Claro – todos me miraban, otros sacaban sus móviles para grabarlo, cuando empecé hablar y explicar mejor que los profesores todos aplaudieron y termine mi explicación.

ESTÁS LEYENDO
Prométeme©
Romance¿ Y sí te fui queriendo a diario, sin una ley, sin un horario? #772 EN ROMANCE Esta historia esta registrada en Safe Creative bajo el código 1702090602643 Queda prohibida toda copia y/o adaptación de esta obra. Todos los derechos reservados.