Capitulo 21: Good luck

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Un auto blanco se detenía frente a un parque el conductor giro su cara para observar como su amigo hundía su rostro en el frio vidrio de la ventana estiro su brazo para acariciar su mejilla con el dorso de su mano, un suspiro escapo de sus labios, anhelaba consolarlo hablar mal de DaeHyun para que lo odiara, se separará de él, que se diera cuenta que era un error su relación ¿Qué caso tenía echarle más limón a la herida? ¿Por qué lastimar lo que ya está herido? Recargo su cabeza en el respaldo de su asiento, amar era la enfermedad más estúpida que el ser humano se había inventado para no estar solo era consciente que jamás tendría una oportunidad con el joven aun si Dae se iba quedaba Zico.

—Soy un idiota debería odiar a Hyun por lo que dijo pero no puedo esa es su manera de pensar y no quiero cambiarla ni forzarla, no quiere decir que me doy por vencido pero he descubierto que no puedo seguir engañándolo con algo que no soy.— Jae dice girando su mirada para chocar con la del mayor.—Cuando este listo le diré toda la verdad, en ese momento no necesitaré terminar con él, sé que me rechazara.

—No debes juzgarlo sin conocer sus reacción, él te quiere y puede sorprenderte.— Argumenta el mayor acercándose al rostro del menor quien tiene dibujada una nostálgica sonrisa.—No le has mentido, bueno solo omitiste partes de tu pasado que no son sencillas de decir, ten confianza en él.

YoungJae dejó escapar el aire que sus pulmones no lograban retener, MuynSoo era perfecto, guapo, galante, amable, conocía parte de sus traumas, junto sus frentes pero con él no podría tener una relación para el menor de los Bang le era imposible formar lazos de confianza con personas externas a su familia, lo hizo con Dae y termino herido, hay veces que se debe pelear por sus sueños pero su relación con el heredero Jung era algo sin sentido, su madre nunca lo aceptaría y no quería romper una familia.

—Omitir es lo mismo que mentir.— Contesto Jae volviendo a su lugar regreso su mirada a la ventana para observar el paisaje.—Su madre jamás me aceptará y no puedo dejar que él se separé de ella, sobre todas las cosas la Sra Jung ha sido una buena madre, solo quiere protegerlo y eso es normal.

—Pensé que tendría una oportunidad cuando terminaras con Dae pero creo que Zico te merece.— Hablo el presidente del consejo encendiendo el auto.—¿Qué te parece si tú te quedas con el rebelde y le dices que me deje a SungJong? Me gusta ese pequeño demonio.

Ambos soltaron carcajada no se puede presionar un sentimiento que jamás se sentirá, pensar que con el tiempo cambiaremos a alguien o ese alguien nos amará es una falacia, si nuestro destino no está atado al de ese humano de la manera que deseamos no debemos forzarlo, ¿Amistad? ¿Amor? ¿Qué diferencia hay entre ambos? L no estaba dispuesto a perder la primera ya que tal vez la segunda nunca ser volvería realidad, Jae no podía amarlo como pareja pero si como amigo, tal vez ese era su camino, ser solo un compañero, además tal vez el hilo rojo de su dedo meñique iba atado a otro persona.

Unas risas inundaban la habitación, dos cuerpos jugaban entre las sabanas blancas de una cama, un joven de piel a perlada se sentó sobré la cadera de un chico de piel canela coloco sus dos manos extendidas boca abajo en cada uno de los extremos, su frente se unió a la del mayor, una bella sonrisa se dibujo en su rostro, sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios se vieron atrapados por una ansiosa boca una lengua se introdujo sin pedir permiso ambos órganos jugaron, se acariciaron, llevándose al éxtasis, a la locura, sabían que en esa enorme Mansión la tercera persona que los acompañaba no diría nada, ella era una buena mujer que solo quería ver feliz al heredero de los Choi.

—No entiendo por qué no quisiste que fuéramos al Club.— Dijo el menor recobrando la respiración, la punta de su nariz jugueteaba con la de su pareja.— Tendríamos la noche libre

—No queremos que TOP tenga razones para que ponga a tu padre en tu contra además no me interesaba ir a un sitio donde otras personas podrían observarte, te he visto bailar y no solo levantas aplausos, hay demasiados pervertidos en esos lugares.—Comento con un gesto de molestia el pelinegro, su tono de voz demostraba celos.— No quiero que nadie descubra el hermoso SunShine que tengo en mis brazos, eres mío, solo mío.

Never give UpWhere stories live. Discover now