Cuando enfurecemos decimos palabras que no sentimos anhelamos herir de la misma forma que fuimos lastimados, ojo por ojo, diente por diente, practicamos la ley de talión de una manera continua y repetitiva ¿Pero cuando dolor surge cuando sabemos que nos hemos equivocado? ¿Por qué nuestra ansia de repetir la cadena de dolor? Con el tiempo nos damos cuenta que no siempre la venganza es la correcta hablar sin pensar nos puede acarrear más tiempo en soledad que al momento de habernos detenido a pensar, un chico de cabellos color uva acomodaba sus lentes mientras observaba su boleto de avión no podía estar en un solo sitio, ningún país lograba darle el calor que tanto buscaba, recargo su cabeza en el respaldo del asiento llevaba un año huyendo de la soledad pero a veces sentía que ese sentimiento vivía en su interior, no era idiota, no era estúpido él no escapaba, él no huía, él era un buscador, un cazador en el acecho de su presa desde el día que dejó ir a la persona que amaba juró que nunca pararía de correr hasta alcanzarlo no le interesaba si toda su existencia se basará en esa meta, la voz de una señorita en el alta voz lo invitaron a ponerse de pie ya que era momento de abordar su vuelo, tantas noches se arrepintió no haber tenido el valor de entregar su corazón a un viejo desconocido, por haber herido a HimChan, por no darle la oportunidad de redimirse, el arrepentimiento lo consumía desde lo más profundo, de su bolsillo sacó la carta que muchos años antes no le dio a DaeHyun, cuando regreso a Inglaterra, acomodo sus lentes negros odiaba que las ganas de llorar se hicieran presente camino por los pasillos jalando su pequeña maleta de ruedas, sus padres no lo detuvieron, no después que supieron la verdad, la persona que los había ayudado en el pasado había sido Kim HimChan, él hijo de su némesis, fue quien dio su fortuna para ser el socio de Sr Moon para iniciar su negocio después de haber sido desprestigiado.
—Lo lamento. —La voz de una persona se coló por su espalda después de haber sido arrempujado lentamente se giró debido a que reconocería aquel sonido a kilómetros. —¿Te lastime? ¿Oye?
El pelinegro detuvo sus cuestiones al ver el rostro de la persona con quien había chocado, su cabello era morado y más largo de lo que recordaba cuando se quito los lentes pudo verse reflejado en esos ojos que tantas noches había soñado, él decidió huir, decidió mantenerse lejos del amor de su vida quería verlo feliz libre de su presencia, esa fue la razón principal para hablar con la verdad, fue por la Familia Bang que dijo que él era el socio principal de las empresas Moon, fue su último regalo, su carta de despedida una ligera sonrisa se formo en sus labios se dio media vuelta debía huir porque si se mantenía un minuto más en ese sitio no podía volver alejarse de JongUp, una brazos enredándose en su cintura lo detuvieron un rostro se escondió en su espalda.
—No te vayas, me ha llevado un año encontrarte, deja de escapar de mi. —Dijo con la voz entrecortada su agarre se volvió desesperado por fin había llegado al final de su carrera. —Tengo algo que decirte.
—Creo que ya no tenemos nada de que hablar. —Contesto tratando de detener las palpitaciones de su corazón no sería capaz de volver a escuchar insultos de la persona que aún amaba. —No quiero escuchar tu agradecimiento por haber salvado a tu padre de la ruina, lamento decir que no fue por ti, era mi manera de arreglar lo que mi padre les hizo. —Su voz se quebró mientras sus ojos se cristalizaban no le importaba que la gente se detuviera por segundos a mirar tan extraña escena que representaban. —Soy un Kim, por mi cuerpo recorre la sangre del ser humano que más aborreces y debo admitir que tengo mucho parecido a él, no tienes ninguna deuda conmigo.
JongUp movió la cabeza negando cualquier palabra dicha él no decidió buscarlo para agradecer lo perseguía porque lo amaba, porqué no le interesaba su árbol genealógico ni su gesto de buena voluntad que salvo a su Familia, lo detenía en ese momento porque se había equivocado en el pasado al dejar que escapará, por haber sido un cobarde que prefirió su orgullo, rápidamente saco la carta que había guardado en su bolsillo la puso en la mano del mayor después lo dejó libre.
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Never give Up
FanficEl colegio Ouran es la institución educativa más elegante y cara de Corea del Sur se dice que quien se gradué de esa escuela puede ser aceptado en cualquier Universidad del mundo, por esa razón los hermanos YongGuk Bang y YoungJae Bang lograron entr...