Hambrienta

4.1K 286 39
                                    


«Entonces, ¿puedo marcharme?»

«Ni hablar»

«Entonces, soy vuestra prisionera»

Emma espera a que se vayan para hundirse en las palabras tranquilizadoras de su compañera.

«*Mi Emma, tres reinos me han contactado ya mágicamente para anunciarme que desean entrevistarse conmigo. Porque desean aliarse al amor si una guerra estalla. Quieren asegurarse de la sinceridad de mis sentimientos por ti, tu discurso funcionó Emma*»

«*Te echo de menos*»

Para cambiar de ideas, Emma se sumerge completamente en un acoso sin precedentes sobre Ruby para que vaya a consultar al médico y poder tener una respuesta clara sobre su potencial embarazo. Después de muchos días de resistencia, la loba se encuentra finalmente en la consulta de la doctora, echada sobre una mesa de auscultación, la angustia en la barriga.

«¿Y si no estoy embarazada?»

«Y bueno, Aneck y tú tendréis toda la vida para intentarlo»

Ruby sonríe dulcemente y se concentra en la joven mujer que entra en la sala con apariencia tranquilizadora.

«Bien, señorita, voy a hacer un hechizo que me va a permitir escuchar los latidos del corazón de vuestro bebé si estáis encinta. Sobre todo, ningún temor, no conlleva riesgos y es indoloro»

La loba agarra la mano de la princesa y la estrecha mientras que siente la agradable sensación de la magia blanca recorriendo su cuerpo. Se dispone a preguntar cuánto tiempo llevaría cuando escucha un sonido envolver la estancia. Un sonido sordo y regular, un sonido magnífico. Mira alrededor, pero no puede creerlo, incluso ante las dos inmensas sonrisas de las dos mujeres que están con ella.

«Felicidades, va a tener un bebé y tiene una salud perfecta»

«¿Es así de simple? ¿Un hechizo y ya sabe que va bien?»

«Tan simple como eso» asiente la doctora

Ruby se levanta de un salto y atrapa violentamente a Emma y la estrecha en sus brazos. Está eufórica

«Emma, debo hablar con Aneck»

«Yo tengo una solución» dice la princesa entrecerrando los ojos «Soy estúpida, no sé por qué no lo pensé antes»

Ella toma a Ruby de la mano y la conduce a su habitación, abriendo su mente a su compañera durante el camino.

«*Mi Gina, tengo que pedirte una favor*»

«*Todo lo que tú quieras, Emma*»

«*Necesito que le des el libro a Aneck, aquel con el que nos comunicábamos. Yo le daré el mío a Ruby para que ellos puedan hablar*»

«*Oh...Sí, yo...vale*»

«*¿Te molesta?*» pregunta Emma al sentir las dudas de la reina.

«*No, yo...no en absoluto, solo que...no deseo que ellos lean lo que está escrito, es todo*»

«*Aprende a confiar, Regina*» piensa Emma con afecto

«*Lo intento, es difícil para mí. Por supuesto que se lo daré, se lo habría dado pasase lo que pasase. Parto inmediatamente a llevárselo*»

«*Regina, ¿no quieres saber la razón de estas repentinas ganas de hablar?*»

«*Como tú y yo, supongo, el interminable dolor de la separación*»

Solamente tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora