Tristepin
Llevábamos dos días caminando en dirección al Reino Sadida, de vuelta desde que Evangelyne y mis amigos me habían encontrado. Yo había vuelto a mi cuerpo y Rubilax a su espada. Desde entonces permaneció callado, y eso me perturbaba... Aunque en aquellos momentos el hambre me impedía pensar con claridad y tanto yo como Ruel y Yugo sufríamos por la falta de comida. Me sorprendió que Eva y Amalia siguieran caminando como si nada. Nuestras tripas rugían a un son disonante que ponía a Amalia de los nervios.
-¿Podéis dejar de hacer ese molesto ruido?-exclamó Amalia indignada.
-¿Cuál? ¿El de nuestras tripas suplicando comida?-replicó Ruel con ambas manos sobre el estómago.
-Nosotras también tenemos hambre, ¿sabes?-repuso Amalia cruzándose de brazos-Pero no nos ruge la barriga como si fuéramos jalatós en celo.
Ruel empezó a refunfuñar pero yo también quise intervenir.
-Los héroes necesitamos alimentarnos, Amalia.
Una nueva tanda de sonoros rugidos.
-¡Lo que los héroes necesitan es callar sus estúpidas tripas!-gritó la pobre princesa Sadida.
-No te preocupes más, Amalia-dijo Eva, señalando unos arbustos y árboles llenos de frutos que nunca antes había visto-Pero espero que nuestros "héroes" sepan conformarse con algo que no es carne.
Nos dedicó una pícara mirada a los tres. No pude dejar de mirar sus preciosos ojos verdes hasta que desvió la vista hacia un fruto color azul. Era tan hermosa...
-Amalia, ¿sabes qué tipo de fruto es este? No lo reconozco...
La joven princesa se aproximó al arbusto y lo examinó de cerca: lo miró, tocó y olió pero acabó por negar con la cabeza.
-Es extraño, no recuerdo haber visto nunca este tipo de frutas.
Pero mi atención no estaba totalmente puesta en la conversación de las dos muchachas, sino en una gruta no muy lejana que me pedía a gritos que entrara a derrotar cual fuera el monstruo que vivía en su interior. Porque en toda gruta debe vivir un monstruo, ¿verdad?
-¡Hey, chicos, mirad! ¡Esa cueva tiene pinta de ser interesante! ¿Qué tal si le echamos un vistazo?
-¿No tenías hambre, Pinpan?-inquirió Eva sonriente.
Estuve a punto de decir que se me había quitado el hambre, pero mi estómago se adelantó y rugió con fuerza, haciéndome cambiar de opinión. Solté una tímida risa antes de acercarme a Eva.
-Vale, cenamos ahora y luego vamos a ver la cueva.
Amalia empezó a reírse.
-Eres como un niño pequeño, Pinpan.
Le dediqué una mirada envenenada pero, al ver a Eva reír también, me obligué a sonreír un poco.
-Tal vez, Pinpan, tal vez-dijo Evangelyne, lo que me sacó una amplia sonrisa.
-Perfecto-contesté.
Dio la afortunada casualidad de que a un cerdo se le había ocurrido pasarse por nuestra zona, lo que nos proporcionó una apetitosa cena compuesta por las pocas frutas que Eva me hizo comer y la suculenta carne de cerdo. De repente oímos un rugido extraño. Yugo enrojeció al instante.
-Creo que tengo que ir a ocuparme de algo-musitó el muchacho avergonzado.
No pude contener la risa, al igual que Ruel. Yugo se incorporó y se alejó unos cuantos metros. Pasamos un par de minutos comiendo y riendo, disfrutando de la noche y el momento, hasta que de pronto...
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Wakfu - La Yopuka Selatrop
Fanfiction-Mi nombre es Torilenda de Percedal, Tori para los amigos, y es probable que no me conozcáis. Mi padre fue un Yopuka y mi madre Selatrop. Es por eso que, a pesar de mi apariencia Yopuka, mi carácter y mis poderes pertenecen a la raza Selatrop... -No...