Capítulo 7

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(-Creo que ya hablé suficiente-dice Tori-Sigue tú mientras recupero saliva.

-Claro, Tori-responde Eva con una sonrisa.)

Volamos en los pájaros mágicos hasta entrado el atardecer. Quise sugerir el aterrizar para descansar, pero el viento de frente nos taponaba los oídos y nos resultaba imposible comunicarnos. Nos vimos obligados a bajar a una llanura para descubrir que todos intentábamos decir lo mismo: "¿por qué no bajamos a descansar?".

-Bueno, pues Yugo y yo nos ocuparemos de buscar leña, Amalia de...

Los gritos y gruñidos de Pinpan me detuvieron a mitad de frase. Mis amigos y yo nos volvimos hacia el Yopuka, que golpeaba a Rubilax contra una roca.

-¡Respóndeme, pedazo de fab'huritu!

Verle tan frustrado me rompía el corazón. Me acerqué a él y le puse una mano en el hombro con ademán tranquilizador. Pinpan se quedó inmóvil.

-Dale un poco de tiempo-sugerí.

El muchacho se sentó sobre la roca y contempló el ojo de su fab'huritu.

-Siempre se pone como loco cuando lo golpeo...-masculló, la depresión rezumaba de sus palabras.

Me agaché y le puse una mano en la rodilla.

-Está en una fase confusa, se ha dado cuenta de que no es tan malo como creía. Espera y pronto volverá a ti, estoy segura.

Pinpan me miró, nunca lo había visto así, tan...destrozado, y era doloroso. Pareció a punto de decir algo pero su voz quedó sepultada por el chillido de Amalia.

-¿¡Cómo te atreves!?

Por un momento pensé que había problemas hasta que vi a Ruel reírse a carcajadas. Puse los ojos en blanco y volví a mirar a Pinpan.

-¿Vamos?-le insté.

Él miró a Rubilax por última vez, lo enfundó y asintió.


Durante la cena Amalia se dedicó a contar anécdotas divertidas que tenía con algunos de los sirvientes que yo recordaba con añoranza. Yugo y Ruel se reían a carcajadas, yo intentaba centrarme en lo que decía Amalia y Az y Mak jugaban en torno al fuego... pero Tori se limitaba a sonreír ya que tanto ella como yo parecíamos tener la cabeza puesta en Pinpan, que miraba el suelo desconsolado.

Ruel, que estaba sentado junto a él, se dio cuenta.

-Anda Pinpan, arriba esos ánimos, normalmente sueles ser el entusiasta de nosotros.

La cabeza de Pinpan estaba centrada solo en Rubilax.

-A veces se metía conmigo, pero éramos verdaderos compañeros...

-¿Pero qué dices? Si pretendía matarnos a todos-exclamó Amalia atónita-Ni que hubieses perdido a tu mejor amigo.

La expresión momentánea de dolor de Pinpan se tornó en enfado en un instante.

-Rubilax ha sido mi compañero desde hace años, he vivido muchas aventuras con él, desde mucho antes de conoceros. Pero está claro que eso es algo que no comprendes, princesa sin corazón.

Y sin esperar respuesta se incorporó, dispuesto a buscar un momento de soledad adentrándose en el bosque.

-¿Princesa sin corazón? ¿Qué quiere decir con eso?-masculló Amalia.

-Es que te has pasado-dijo Tori mientras dibujaba formas de fuego en el aire con su dedo, se la veía cansada.

-¿Pasado? Es cierto, Rubilax intentó...

Wakfu - La Yopuka SelatropDonde viven las historias. Descúbrelo ahora