Capítulo 6

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Qilby nos había indicado que el Dofus se encontraba en una de las islas del archipiélago de las Garras Púrpuras. Todos nos reunimos frente al Portal Zap para marcharnos. Por alguna razón que no me explicaba en esos momentos, Amalia no estaba.

-¿Dónde se ha metido Amalia?-inquirí.

-La princesa no va a poder ir con vosotros, joven Tori-contestó el rey-Tiene deberes que cumplir.

-Lo entiendo, su Alteza.

-Tampoco se le dan bien las despedidas-añadió Eva.

-¿Por qué me tengo que quedar yo de niñera?-se quejó Adamai.

Sobre su cabeza estaba el pequeño Grouga, con su habitual expresión de mala leche.

-Porque eres el único que puede controlarle-contesté soltando una risita-No te preocupes, volveremos pronto.

Adamai bufó. Alibert seguía con Chibi en brazos, dudando.

-No sé si no estoy ya demasiado mayor para cuidar de un bebé.

-Lo harás muy bien, papá-le animó Yugo.

Alibert le sonrió y asintió. Me volví un momento y vi a Pinpan siendo agobiado por los sirvientes de la princesa; no pude evitar echarme a reír. Entonces Armand, que acababa de hablar con Eva, se me acercó.

-¿Podemos hablar un momento?-inquirió.

Yo asentí, bajando la mirada. Ya no estaba furiosa con él. Nos alejamos unos metros.

-Solo quería decirte que tengas cuidado-dijo el príncipe-Quiero enmendar de alguna forma mi error y no lo conseguiré si mueres en este viaje.

Bufé y esbocé una leve sonrisa.

-No hay de qué preocuparse. Volveremos pronto y...podremos hablar de tu redención.

El príncipe asintió y yo estuve a punto de unirme a mis compañeros, pero me retuvo agarrándome la muñeca. Le miré confundida.

-Tori...yo...

-¡Príncipe Armand!-gritó uno de los sirvientes de la princesa que ya no manoseaban a Pinpan-Es esta la Yopuka de la que hablaba cuando volvió de su viaje, ¿verdad? Oh es muy guapa. Se parece a su hermano pero es mucho más agraciada-el sirviente empezó a juguetear con mi pelo y mi capucha-Es una belleza como se ven pocas, sería una esposa perfecta para usted, príncipe.

-¿Qué?-exclamé.

-Déjate de tonterías y suelta a Tori-exigió Armand.

-Sí, mi príncipe-dijo el sirviente antes de alejarse.

-Bueno...yo...me voy yendo-mascullé avergonzada.

-Siento lo de...

-No te preocupes-le interrumpí esbozando una sonrisa tranquilizadora-Nos vemos.

Y con eso dicho me reuní con mis compañeros.

-¿Y Ruel?-inquirió Eva.

-¡Aquí estoy!-exclamó el viejo que venía corriendo seguido de Junior-No encontraba mi mercasaco y Junior lo ha traído.

-Cuida bien de Yugo, ¿vale?-le pidió Alibert.

-Descuida, Alibert, sabes que puedes contar conmigo. Y tú cuida de este pequeñajo.

-No te preocupes-intervino Qilby-Yo le ayudaré, harán falta cuatro manos para ocuparse de Chibi.

-Gracias, Qilby-hablé sonriendo-Ha sido un placer conocerle. Volveremos a vernos pronto.

Wakfu - La Yopuka SelatropDonde viven las historias. Descúbrelo ahora