Sweet Innocence [HS] #1

Fifteen ▲

Han pasado ya varios días desde mi escapada con Harry y no he vuelto a tener noticias sobre él. Quizá Lucy tenía razón, quizá soy tan ilusa e inexperta que me ilusione demasiado rápido. Lo he visto muy pocas veces en la universidad, al estar en edificios distintos se hace muy complicado, y las únicas ocasiones que hemos coincidido ha sido en la cafetería, y como es de esperar, él se encuentra con su grupos de amigos y no van a acercarse a una chica como yo cuando son ese tipo de chicos que solo busca en las mujeres un cuerpo bonito que se abra con facilidad de piernas. Gracias a dios no todos son así, pero las acciones que he tenido que presenciar como ver a 4 chicos rodeando una chica y rularla mientras la besan y la soban. Personalmente para mí eso es una humillación clara hacia la mujer, pero si ella está disfrutando no soy nadie para juzgarla, aunque me parezca denigrante, hay que respetarlo todo.

Puede que fuera algo ingenua pensando que Harry pertenecería a ese otro grupo de chicos, y es que aunque no le he visto hacer tales cosas, sé que las hace así o peores, sin mencionar aquella conversación con Rose en la que afirmaba que eran follamigos. Tampoco conozco a Harry como para juzgarlo, las apariencias engañan, y muchas veces por no mirar más allá de lo creemos ver no nos damos cuenta que verdaderamente hemos estado ciegos.

Recuerdo entonces una de esas frases de Harry la segunda vez que nos vimos: "Siempre lo han dicho: no juzgues un libro por la portada."

Quizá se refería a él, o simplemente era un consejo bastante útil para evitar quebraderos de cabeza.

Los últimos acontecimientos que he vivido con el chico de ojos verdes han hecho que me encuentre en un estado de paz, como si estuviera en una especie de nube, o en uno de esos libros de adolescentes, pero ver más allá de lo que creo ver me hace darme cuenta de que esto es la vida real, y que posiblemente Lucy tenía razón, él no es ningún Romeo, y yo soy una ilusa por esperar que del primer chico que conozco como algo más pueda ser el amor de mi vida.

Decido meterme en la ducha para tratar de purificar estos pensamientos y despojarlos de mi cuerpo alejándolos de mí, pero solo consigo sentirme vacía al darme cuenta de lo estúpida que he sido. Me siento como un lago, un lago al que Harry ha lanzado una piedra cargada de esperanzas pero que se hunde haciendo que mis esperanzas se conviertan en ondas que se disipan hasta desaparecer. Nunca he sufrido por un chico, y este tampoco será el momento.

Salgo del baño tras desenredar mis cabellos y colocar una toalla alrededor de mi cuerpo. Me encuentro sola en el piso, pues Laurie ya me aviso que había salido a enseñar la ciudad a su familia que llegaba hoy viernes para pasar el fin de semana aquí y poder ver a su hija. Ellos por suerte tenían dinero para pagar un viaje, mis padres no podían venir a visitarme pues ya andaban muy justos con el pago de las tasas de la universidad. Eso me recuerda a que tengo que conseguir un trabajo pronto, así podré darles una sorpresa y pagarles el viaje.

Me tumbo en la cama después de vestirme con un jersey beige y unos vaqueros ajustados de cintura alta y tras colocar una toalla en la almohada y asegurarme que no se moja por culpa de mi pelo y cojo mi móvil para revisar las notificaciones. Para mi sorpresa tengo un mensaje del Sr Mousse, hacía mucho que no tenía noticias de mi casero, así que espero que no sea nada malo:

"Señorita Evans, deseo informarla de que el edificio está teniendo problemas con la caldera y esta tarde pasaré junto al administrador para revisar los tubos del apartamento. Le pediría si no es mucha molestia que entre las 17 y las 18 no esté en casa para que podamos trabajar, no queremos causarla problemas con asuntos de la administración, déjelo en mis manos. Solo acudiremos el administrador y yo así que le aseguro que puede confiar en nosotros y si algo de valor despareciera ya sabe a quién denunciar.