Diario de una asesina - segunda parte [Publicación Lenta]

Día 19

16/08/????

Un gobierno es la amenaza más peligrosa para los derechos del hombre: tiene un monopolio legal sobre el uso de la fuerza física en contra de las víctimas legalmente desarmadas.

—Ayn Rand—

Con el tiempo las personas comienzan a cambiar. O para bien o para mal. Naturalmente es para lo segundo y es porque la vida es tan hipócrita que mientras te sonríe te está apuñalando.

Varias veces te he hablado de las personas injustas, te he hablado de quienes hacen daño y que hay que terminar con ellos, hasta te hablé de los que no saben lo que quieren. Pero nunca te he hablado de los cobardes, de esos que no luchan por lo que quieren o no quieren.

¿De qué te sirve vivir si no harás nada por tu vida? He cambiado a tal punto de que la mayoría del tiempo ya no me importa si mato con o sin causa. Ya lo he hecho y soy capaz de volverlo a hacer. El tiempo avanza, las cosas cambian.

Las personas que están en el gobierno siempre están aprovechándose del país o estado. Las personas que son el país son las únicas que pueden cambiar esta rutina que se ha ido repitiendo por siglos y siglos. Naturalmente tienes que cambiar las cosas y no aventando hacia la primera pared que veas e intentando romperla solo, para eso está una puerta. Si uno puedo otros también le pueden seguir. Uno da el ejemplo y los demás le siguen.

Quiero más que nada venganza, ta me he engañado por mucho tiempo. Tal vez, en cierto punto si quiera liberar a las personas y hacer que den cuenta el juego en el están siendo peones, pero quiero más que nada encontrar a las personas que me quitaron al ángel que me cuidaba y perdí.

Puede que este loca pero se porque estoy haciendo todo esto. Porque ahora sé como acabar con quienes me han quitado lo que más quería. Porque todo lo que he hecho y haré no es en vano y tiene una razón. Fui cobarde una vez pero ahora pienso dejar mi cobardía atrás.

Porque al final la mayoría del tiempo importa una mier** si las cosas no salen del todo como queremos. Porque más vale tener las cicatrices que hemos adquirido por nuestro valor que tener una piel intacta por ser unos cobardes que no lucharon por lo que querían en realidad.