Unidos. (Capítulo 3)

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Pasamos meses escribiéndonos a través de las notas, a medida que trascurría el tiempo más te conocía, más me gustaba tu sonrisa, mi corazón se emocionaba al leer tus notas, claro no descartaba el conocernos, pero quería que te sintieras más segura junto a mí, antes de dar ese esperado paso.

Cada día me enamoraba, podía sentir que te gustaba aunque no te decía nada, seguimos dejándonos notas nos contábamos sobre todo, era tu principal apoyo, tú eras mi fiel confidente, me animabas, me apoyabas, eres la persona que me orientaba, podía saber cuando algo te incomodaba, cuando estabas feliz o triste.

Al pasar los días te empecé a conocer más, cuando tenias una duda, yo siempre le sacaba de aprietos, siempre me reía de sus ocurrencias, parecía que no aceptaba no por respuestas, eres tan tierna, pero a la vez fuerte y frágil.

Te llegue a conocer, supe de tus miedos, de lo que deseabas en tu vida, de tus emociones, muchas veces conversamos de tu familia aunque fue un tema algo reservado, pero recuerdo que me dijiste que viniste solo de vacaciones porque necesitabas un hermoso valle que no te ocasionara problemas, pensaba que no quería que esas vacaciones terminaran, deseaba que duraran para siempre, así podrías estar allí.

Mis días monótonos cambiaron un poco te dejaba dos notas al día, una en la tarde y otra en la noche, así la verías en la mañana cuando me respondías,  y en la tarde cuando luego de ver la otra hacías lo mismo, siempre llevaba a mi hermana, salía con mis amigos, observaba el cielo y me preguntaba que estarías haciendo, mi madre notaba que cambiaba, que andaba distraído quizás sospechaba que me había enamorado, pero solo me animaba a luchar por lo que quería.

Llegaron las famosas vacaciones, si mi padre vendría después de meses fuera de casa, no puedo olvidar la mirada emocionada de mi madre y la sonrisa en la carita de mi pequeña hermana, no lo niego me sentía feliz de verle aún así odiaba que estuviera tan lejos, pero comprendía sus motivos, hacia lo que consideraba correcto, todo por su familia, pensaba que al momento de tener una, haría las cosas muy diferentes, pero tendría que pasar por su situación para saber como reaccionaria llegando al caso.

Pase las mejores semanas junto a mi familia, compartíamos, salíamos, no lo puedo negar me divertí a más no poder, mi padre me enseño a pescar, le trajo muchas cosas a mi hermana sus juguetes favoritos, mi padre reunía dinero quería poner en el valle su propio local, por eso se esmeraba trabajando sabia que al irme a estudiar necesitaba dinero, el me acompañaría solo por un tiempo luego volvería a casa.

Me desconcertaba saber que aún no sabía que estudiar, pero no quería defraudar sus expectativas así que solo decía que lo andaba pensando, para ser sincero era en lo único que no pensaba aparte de la felicidad con mi familia, lo que ocupaba mi mente era pensar en ella, es difícil no sonreír cuando le recuerdo.

Ella se emociono al leer mis notas se alegro que compartiera tanto con mi familia, me dijo que le alegraba mi felicidad, en otra circunstancia me hubiera extrañado o pensaría porque se preocuparía por mí, pero entiendo que cuando de verdad nos importa alguien lo más importante es saber que esa persona es feliz, es una sensación que simplemente te llena como ser humano, solo quien ha pasado por algo así puede comprenderlo, si no dudo que pueda saberlo.

Así pasaron mis días entre mi familia, amigos y mi amor secreto, me llenaba de ánimos para declararme pero no lo quería hacer por una nota, quería abrazarle decirle todo lo que siento, me pregunto si le pasara lo mismo, decidí dejarle pequeñas pistas siempre le dejaba chocolates o una pequeña flor, una vez le deje el famoso pastel de mi madre, ella me regalo una cadena, me pareció un lindo gesto sin embargo le dije que era mucho para mí.

Ella solo me respondió sabía que dirías eso pero no acepto devoluciones es mi regalo para ti, no siempre puedo estar junto a ti, o saber de ti, pero siempre que le uses pensaras en mi,  sabrás que te apoyo siempre que lo uses, quédate con el de verdad me hará muy feliz.

Como negarme aceptarlo si me lo dice así, pensé en ese momento, así que solo pude darle las gracias mientras me ponía su regalo me jure cuidarlo siempre, yo le dije que quería planear poder vernos reencontrarnos en ese árbol que me permitió conocerle, saber de ella, en realidad sentí que ella estaba segura, tal vez por eso me arriesgue a decírselo.

Le deje una nota quiero conocerte le dije, permíteme que nos veamos, se que ya te he visto no pienses que tengo ventaja por ello, yo igual sentiré nervios al tenerte frente a mí, no lo he pensado recientemente, lo he querido desde hace mucho sin embargo, considere esperar un tiempo prudencial, a que estuvieras más segura de mí, de que te dieras cuenta que me importas, que he aprendido a quererte.

Ella me dijo que igual me quería, que no entiende del todo a su corazón pero que cada vez que sabe de mí, se alegra, sonríe y puede ser tan solo ella, sin apariencias, sin mentiras simplemente es ella, igual quiero verte, no he dicho que tengas ventaja, ella sabía que el siempre usaba la cadena que le regalo, así que sabría quien es el, tal vez antes de conocerse.

El Árbol MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora