↠↠ Se alejaron tanto que ni siquiera podían verse. Pero se olvidaron de algo importante; Por mucho que se alejen, el mundo es redondo y va a llegar un punto en el que van a volver a encontrarse y esa vez va a ser para siempre. ↞↞
La noche ya iba cayendo en Buenos Aires, Candelaria se miraba al espejo confirmando que su outfit y su maquillaje estuvieran bien.
-Creo que así estoy bien
Dijo volviendo la mirada a la computadora donde del otro lado de la pantalla estaban sus mejores amigas, Mariah Simeone y Stella Maxwell, quienes llegarían el jueves por la tarde para que el sábado puedan hacer las pruebas de modelaje.
-Sip -habló Mariah-
-You can tener lo again
Contestó Stella, quien hace un año y medio venía recibiendo clases de español. El vestido de Candelaria era corto con un pronunciado escote y tajo, de lentejuelas color negro, lo llevaba combinado con unas sandalias del mismo color. Su peinado constaba de dos trencitas cocidas.
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-rió- No creo... se va a casar por lo que se
-¡¿Qué?! -escandalizó Mariah- ¿Cómo? ¿con quien?
-Está hace tres años con una chica, Ana de Biasi, tiene el pelo ultra pajoso y lo tiene teñido así re feo
-Que asco -respondió Simeone-
-Y eso no es todo, hasta tiene una hija
-Ahhh bueno, después la buscamos en insta
-Si, como quieran -miró la hora en la computadora y vio que era momento de bajar al lobby- Bueno, tengo que bajar... después les cuento como me fue
-Bye, good luck -saludó Stella deseándole buena suerte-
-Chau perris y si no podes con Sebas, levantate algún otro jugador -rieron las tres-
-Cuando vengas vos capaz te levantas algún jugador -le guiñó el ojo izquierdo y rieron- Bye
Le dio por finalizada a la videollamada y cerró la computadora. Agarró su celular y billetera para poder ponerlos en el sobre color negro. Se roció de su perfume "Imperial Majesty" de Clive Christian, el cual ocupa el segundo lugar de los perfumes más caros del mundo, el perfume requiere de la esencia de ciento setenta rosas por cada una de sus gotas.
Suspiró y abrió la puerta de la habitación, una vez en el pasillo, la cerró y ésta se trabó automáticamente. Caminó por el pasillo hasta el ascensor, apretó el botón para que las puertas se abrieran, pero tendría que esperar unos segundos hasta que el ascensor llegue a su piso.
A unos kilómetros de puerto madero, Sebastián salió enojado del edificio de donde vive. Había peleado con Ana, pero fue una pelea tonta, ambos sabían que volverían a hablarse. Él se subió a su auto y salió del estacionamiento a alta velocidad, manejó por casi cuarenta minutos hasta llegar a Palermo.
La avenida estaba colapsada por la cantidad de autos que había. Sebastian se puso en fila atrás de una camioneta Journey color negra, para poder esperar a que el valet estacione su auto.
Veía como las personas importantes bajaban de sus autos y se iban hacia la gran alfombra roja para tomarse fotos. Entre ellas está el viejo D'onofrio, su técnico Marce, junto a Alejandra y sus tres hijos.
Avanzó un poco más ya que la camioneta ya estaba lista para ser manejada por un valet. De ella salieron dos chicas y dos chicos, que iban vestidos formalmente. Una de ellas se dio vuelta para mirar hacia la camioneta y Sebastián la quedó mirando.
-¿Pilar? -se preguntó a él mismo-
La siguió mirando y ella le hablaba a alguien que estaba dentro de la camioneta, Pilar extendió su mano y ayudó a la persona que aún seguía en la camioneta. De ahí salió la chica con dos trenzas en el pelo, un vestido negro y sandalias del mismo color, el no podía ver su rostro, la chica estaba de espalda.
Sebastián avanzó y le puso freno al auto para poder salir de éste. Cuando salió se acomodó el blazer y caminó unos metros atrás de Pilar y Candelaria, aunque el no sabía que Candelaria era ella. Ambas se acercaron a hablar con la prensa.
-ESTAMOS CON LAS HERMANITAS GALLIANO
Dijo la panelistas de Los Ángeles de la mañana y Sebastián abrió los ojos, la chica que estaba con Pilar era Cande. Había cambiado muchísimo obviamente, sus caderas se habían ensanchado, sus piernas se alargaron y su cintura se había vuelto diminuta.
Cande POV:
-Estamos con las hermanitas Galliano -dijo la chica de canal trece- Candelaria y Pilar ¿Cómo se sienten de haber vuelto a su país?
Miré a mi hermana, para que ella responda. Siempre nos manejamos así, a la siguiente pregunta, la respondo yo, después ella y así sucesivamente dependiendo las preguntas que nos hagan.
-Amm, estamos muy felices de haber vuelto -sonrió- Fue un buen proyecto en el que nuestro papá nos involucró y estamos agradecidas a él que nos haya tenido en cuenta
-¿Pensaban en algún momento volver a la Argentina? -preguntó-
-Por mi parte, no -reí- Capaz para dentro de cinco años más, pero para ahora no tenía planeado volver al país y creo que las dos pensamos igual -dije mirando a mi hermana asintió-
-¿Son hinchas de River?
-rió- Nos criaron gallinas y así vamos a morir
-¿Ya conocían a algún jugador? -preguntó y miró atrás mío- Miren acá tenemos a Sebastian Driussi
"Sebastian Driussi", agarré la mano de mi hermana, ya que no podía hacer ninguna mueca ni expresión en la tele porque esto queda grabado de por vida. Sonreí, tratando de ocultar mis nervios y giré un poco la cabeza y ahí venía un chico, un poco más alto que yo, con camisa blanca, blazer negro con bordes en satén, jeans y zapatos negros acharolado, un reloj negro en su muñeca izquierda y un anillo en el dedo anular... Es el mismo chico que conocía desde que tengo uso de razón, el mismo que vi en la foto del cuadro de mi vecina, el mismo chico al que no quería volver a ver.
-Buenas noches Sebas -le dijo ella-
-Buenas noches Yanina -le respondió y sonrió- Buenas noches... -dijo mirando a mi hermana y después me quedó mirando-
-Buenas -respondí y también lo miré-
-Miren chicas el es Sebas Driussi, el número treinta y dos de River... aunque creo que numero once ahora sí no me equivoco ¿No Sebastián? -preguntó para confirmar-
