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Narra Candelaria:

Entramos a la habitación, la cual estaba aromatizada con Jazmines. Me di la vuelta y miré a Sebas, el solo sonrió, así que seguí caminando. Había puesto luces led en guirnalda guiando el camino hasta la habitación principal, en la que el y yo dormimos.

La cama tenía un corazón en medio, formado con pétalos de rosas Rojas, que ya estoy pensando en lo lamentable que va a ser que se desarme. A un lado había una mesita la cual tenía una botella de champán, dos copas y al lado de estas había dos recipientes, uno tenia frutillas y el otro, chocolate derretido.

-¿Qué es todo esto Driussi? -pregunté con una sonrisa mirándolo-

-Quería darte un regalo de navidad -rió y se relamió los labios- Aunque esto de navidad no tiene nada -sonrió y se acercó a mí-

Al tenerlo frente a frente llevé mis brazos al rededor de su cuello. El posicionó sus manos sobre mis caderas. Mis labios se pegaron a su cuello, dejando un corto beso sobre su piel, sonreí y lo miré.

-Pero sirve como regalo -susurré-

Acaricié su nuca hasta llegar a su pelo, repetí la acción anterior enredando mis dedos en ellos. Sus labios se acercaron a los míos, uniéndolos en un lento beso, sentí cómo sonrió. Solté su pelo y bajé a los botones de su camisa, desabrochando uno por uno sin cortar el beso. Sus manos subieron a mis hombros, comenzando a deslizar mi vestido. No llevo puesto corpiño, así que facilitaría varias cosas.

Las manos de Sebastián iban bajando el vestido lentamente, mientras que las mías acariciaban su pecho descubierto. Quité por completo su camisa y él había logrado bajar completamente el vestido, dejándome únicamente en tanga. Sentía su mirada sobre mi cuerpo y aunque es raro, siento algo de vergüenza. Miles de personas ya habían visto mi cuerpo semidesnudo gracias al modelaje, pero con él, es distinto.

Se quedó mirándome por unos segundos y sonrió para después acercarse nuevamente a mí. Ninguno de los dos emitía palabra alguna, el silencio no era para nada incómodo y eso me gustaba.

Nuevamente me acerqué a él y dejé un corto beso sobre sus labios. Sonreí al mirarlo a los ojos y comencé a dejar besos algo húmedos sobre su cuello para seguir bajando por su pecho, abdomen, hasta quedarme arrodillada. Sonreí pícaramente y guié mis manos hasta el broche de su pantalón, logré desabrocharlo y bajar el cierre. De a poco fui deslizándolo hasta que éste quede en el piso, dejando a mi novio únicamente en bóxers. Aproveché y rápidamente me quité las sandalias, para continuar más cómoda. Lo miré a los ojos y él sonrió mordiendo su labio inferior.

–¿Qué estás esperando?

Preguntó con la voz algo ronca. Solté una corta risa y mis dedos llegaron al elástico del bóxer, jugué con él un poco, hasta que decidí comenzar a bajarlo. Su miembro salió como tal resorte, terminé de quitar el bóxer y llevé mi mano derecha hacia él, comenzado a masturbarlo de abajo hacia arriba lentamente. Escuché un suspiro de Sebas y sonreí, decidí acercar mi boca a la punta de su miembro, pero se me había ocurrido una idea, así que me puse de pie.

No me hagas esto –dijo tomándome de la mano y con el mismo tono de voz con el que me había hablado antes–

–¿Hacerte qué? –pregunté haciéndome la boluda–

No te hagas, galliano –susurró pegándome a su cuerpo, podía sentir a su "amigo" sobre mi abdomen.– Podes perder eh –sonrió y bajó sus manos, dándome una inesperada nalgada.–

–¡Sebastián! –solté quejándome.–

Él solo soltó una carcajada y unió nuestros labios una vez más, pero esta vez la intensidad del beso era más alta. Mis manos acariciaban sus brazos y de un a otro momento, los labios de Sebas se encontraban sobre mi cuello. Íbamos retrocediendo hasta que caí de espaldas a la cama. Él se acercó a mi lado lentamente, abrí mis piernas para que pueda sentirse cómodo, posicionó sus manos a los costados de mi cuerpo y llevó sus labios nuevamente a mi cuello y fue bajando, tal cual como yo lo había hecho, con besos húmedos.

Al llegar a la zona de mis pechos relamió sus labios y continuó dejando besos en medio de ellos. Hasta que se despegó de mi piel y me miró al rededor de diez segundos y volvió a lo que estaba haciendo antes. Se llevó mi seno izquierdo a la boca, solté un jadeo y el comenzó a hacer círculos con su lengua al rededor de mi pezón. Puse mi mano sobre su hombro, acariciandolo. Comenzó a jugar, succionándolo, mordisqueándolo, yo solamente cerraba los ojos disfrutando lo que hacía. Su mano derecha comenzó a acariciar mi pierna izquierda, repitió la acción con mi seno derecho y sentía como mi feminidad comenzaba a palpitar. Éste va a terminar matándome.

Soltó mi pecho y continuó dejando besos sobre mi abdomen hasta llegar al borde de mi ropa interior. Se alejó y comenzó a darle besos a mi pierna, subiendo por ella, simultáneamente llevó su mano izquierda a mi seno derecho, presionándolo. Al llegar nuevamente a mi ropa interior sonrió y subió hasta la altura de mi rostro. Su mano libre jugueteaba con el borde de la tanga y de un segundo a otro, sus dedos rozaban con mi feminidad a través de la tela. Tiré un poco mi cabeza hacia atrás y la yema de mis dedos presionaba contra su espalda ya que él había comenzado a hacer movimientos circulares contra la tela. Algunos jadeos salían de mi boca, su mano se alejó de mi feminidad y pude sentir como sus dos manos estaban en el borde de mi ropa interior. Ésta vez si la quitó y me dejó como vine al mundo.

Con una de sus manos agarró su miembro y empezó a rozar la punta contra mi húmeda feminidad. Yo solté un suspiro y presioné con fuerza mi pecho izquierdo. Hizo más presión contra mi, de manera que la punta comenzaba a pasearse entre mis labios vaginales. Bajó hasta mi entrada e hizo presión sobre ella. Posicionó sus manos sobre mis caderas y de a poco fue entrando en mí.

De a poco fue aumentando la velocidad, brusquedad con la que entraba y salía de mi. Mi ritmo cardíaco había aumentado y supongo que la de él igual. Algunos gemidos se escapaban de mi boca. Mis uñas empezaban a pasearse por la espalda de Sebas. Sus labios se unieron a los míos, podía escuchar como también salían gemidos de él y eso me encantaba.

–Te amo, Candelaria







Dedicado a BocaJrEng ClaudiaBossio m0r4ss1 que me bancan y rompen siempre los ovarios.❤️

Volverte a ver • Sebastián Driussi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora