Y todo el día piensa en ello... Hasta el momento en que va a buscar a Henry a la salida del colegio, Emma no deja de pensar en esa semana lejos de su hijo. No es que quiera estar constantemente con él, pero imaginarlo tramando miles de astucias para escapar de la vigilancia de Regina, la asustaba más que otra cosa.
E: «Hey,chico...»
H:«Hey, Entonces ¿qué has previsto para esta tarde?»
E: «¿Alguna idea...comida basura o plato casero?»
H: «Mi madre no me deja ir a un fast food»
E: «¡Bueno, esta tarde ella no está!» dice guiñándole un ojo con complicidad
Henry sonríe: ¡la mejor parte de las vacaciones será seguramente esta tarde!
Antes de abalanzarse hacia una orgía culinaria, Emma tiene que asegurarse de que su hijo no comete ninguna tontería durante esa semana. Ella lo conduce a un pequeño parque frente a Granny's y después de caminar varios metros, se sientan bajo la sombra de un árbol en un banco de piedra.
H: «¿De qué quieres hablar?»
E: «¿Quién te ha dicho que quiero tener una conversación?»
H: «Me traes aquí, y no creo que sea para recoger manzanas, ¿no?»
Emma entonces le sonríe: él es inteligente y despierto para ser un niño de diez años. No lo duda, y menos después de ver cómo él solo la había localizado y había ido a buscarla para traerla a Storybrooke.
E: «No eres tonto...»
H: «Lo sé»
E: «Quería hablarte sobre esta semana de vacaciones...»
H: «¿Ah?»
E: «Me gustaría que le dieras una oportunidad a tu madre. No hagas tonterías»
H: «¡No es mi madre!»
E: «Legalmente sí. Y no olvides que te ha criado durante diez años, eso quiere decir algo. No se puede decir que tú seas el niño más desgraciado del mundo. Dale una oportunidad, no has sido amable con ella desde hace un tiempo»
H: «...»
E: «Creo que los dos necesitáis un momento para vosotros, y estas vacaciones son perfectas para eso»
H: «No tengo ganas de pasar una semana con ella a solas... Tú no la conoces: ella no es de jugar o pasear. Seguramente iremos a una de las casas que tiene en el campo o no sé dónde... Me dejará en una esquina y ya está»
E: «Prométeme que no harás nada estúpido como escaparte o hacerle la vida imposible...Promételo»
H: «Vale, vale...»
Emma no pone muy buen cara: no está totalmente convencida ni con la respuesta ni con la sinceridad del muchacho. Pero, ¿qué puede hacer? No iba a seguirles y asegurarse de que las vacaciones se desarrollaran bien. Aunque...
H: «¿Volvemos? Tengo hambre»
E: «Ok, vamos»
Y como le había prometido, le compra una hamburguesa bien grande acompañada de papas fritas, todo completamente lleno de calorías... No queriendo estropear esos momentos íntimos con su hijo, rechaza ir a su apartamento para no encontrarse con Mary Margaret.
Entonces, se dirigen a la playa y comienzan un concurso de castillos de arena que gana Henry porque una ola desafortunada rompe el flanco norte del castillo de Emma.
Ella mira su reloj: ya es la hora. Entonces, con alguna que otra queja, lo lleva a la inmensa mansión de la alcaldesa que, evidentemente, ya estaba esperando tras la puerta. Esta abre la puerta desde que Henry se baja del coche de la bella rubia. Henry abraza y besa a Emma, lo que provoca un gesto de disgusto en Regina, después él camina, la cabeza baja, sin una palabra para su madre, sin una mirada, mientras que esta tiene el tiempo justo para pasarle una mano furtiva por sus cabellos.
Una vez a solas, Emma se acerca, un poco molesta por el comportamiento de Henry:
R: «A la hora. Gracias ¿Comida rápida?»
Emma frunce el ceño: ¿cómo lo había sabido? Después piensa: ¡el olor los ha traicionado!
E: «Eh, sí... De nada»
Y cuando Regina ya se está dando la vuelta, Emma la llama:
E: «Miss Mills...»
R: «Sí?»
E: «Preste atención a Henry esta semana»
R: «¿Discúlpeme?»
E: « Compartan cosas juntos, teme quedarse solo con usted»
Regina esboza una mueca: encantada de saber que su propio hijo desdeña pasar tiempo con ella...
R: «No me diga cómo cuidar de mi hijo. Yo soy madre desde hace diez años... Usted apenas un mes»
E: «Lo sé, pero...»
R: «No me importa, miss Swan, le estaría agradecida si me deja actuar como bien me plazca con mi hijo»
E: «Va ocuparse, ¿verdad?»
Regina la fusila con una mirada penetrante antes de responder fríamente:
R: «Evidentemente, ¡qué es lo que piensa!»
Antes de entrar en la casa, esta vez sin detenerse, y de cerrar la puerta con un ruido que resuena en la noche, haciendo sobresaltar de paso a Emma. Esta se queda algunos segundos mirando la fachada de muros blancos: ha utilizado una vez más sus super poderes y una vez más la respuesta no la ha satisfecho.
R: «Henry, ¿estás listo?»
H: «Sí...»
Regina lanza una mirada a la maleta que acaba de preparar su hijo: y como es normal lo que él ha metido no es del gusto de la mujer:
R: «Henry, solo has cogido un par de calcetines y algún slip...»
H: «...»
R: «Déjame a mí. Ve a meter en el coche los tupper con la comida, yo ya voy»
Pone un poco de orden en su maleta de viaje y, buscando una par de zapatos bajo su cama, lugar habitual donde su hijo los mete por vagancia, encuentra un objeto insólito: un walkie-talkie... Busca, pero no ve el otro. No le da importancia, y lo vuelve a dejar bajo la cama, pensando que a la vuelta, habría que hacer una limpieza en la habitación.
Para su sorpresa, Henry ya está en el coche con el cinturón puesto, esperando pacientemente jugando a un videojuego que su madre acababa de regalarle. Ella esboza una sonrisa colocando las maletas en el maletero, y se pone al volante.
R: «¿Preparado?»
H: «Preparado»
Y el coche arranca. ¡De camino para una semana de vacaciones!
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Apariencia de vacaciones
FanfictionTodo está bien para alejar a Henry de Emma. Y cuando Regina decide llevarse a su hijo de vacaciones, no sabe las sorpresas que vendrán. Emma no ha dicho su última palabra. SwanQueen. Traducción del fanfic Un air de vacandes de Sedgie.