Bajo las estrellas

2.3K 197 11
                                    


Cansados por el día loco de ayer, duermen hasta bien entrada la mañana, y como Regina se imaginaba, cuando su hijo se decide a levantarse, tiene la voz tomada.

R: «Buenos días»

H: «Buenos días...»

R: «Oh...ya veo»

Henry se espera una cascada de reproches del tipo «te lo había dicho», «te había prevenido», «la próxima vez me escucharás», pero en su lugar se encuentra con un vaso de leche con miel y una caricia en la cabeza por parte de su madre.

R: «Bébete esto, te hará bien»

H: « Gracias... ¿Dónde está Emma?»

R: «Todavía duerme»

H: «¿Qué haremos hoy?»

R: «Creo que por hoy dejamos las salidas, nos quedamos aquí calentitos. Lo necesitas»

H: «Pero, ¿qué vamos a hacer aquí?»

R: «Voy a mirar en el desván, creo que hay juegos de mesa. Come tus tortitas, se van a enfriar»

En ese momento, Emma baja, la cabeza completamente hecha un desastre: cabellos desordenados y tenues ojeras

R: «¿Café?»

E: «Oh, con mucho gusto...¡He cogido una buena!»

R: «Ya veo. ¿Tortitas?»

Emma se sienta ante la barra, al lado de Henry, no tiene ojos sino para una Regina ya vestida y peinada, con la cara completamente fresca. Se pregunta hace cuánto que la joven está de pie.

R: «¿Miss Swan?»

E: «¿Hm? Emma»

R: «Emma, ¿tortitas?» repite ella

E: «Con gusto...pero, ¿desde cuándo está levantada? Ya está vestida»

R: «Desde las 8:00»

E: « ¿8:00? ¿En serio? ¿Cómo hace para estar así de radiante después del día de ayer...?»

R: «Gracias por el cumplido... La costumbre, supongo: me levanto todas las mañana para acompañar a Henry al colegio, no importa qué reunión o qué urgencia haya podido tener la víspera»

E: «Verdaderamente.... Asombroso. Entonces, ¿cuál es el plan para hoy?»

H: «¡Juegos! Nos quedamos aquí» dice él entusiasmado

E: «Nos vendrá bien»

Regina y Emma intercambian una mirada furtiva, apoyada por una sonrisa. Desde el día anterior, cada una ha podido ver una faceta diferente de la otra, algo por lo menos familiar, discreto, pero mucho más atractivo e interesante.

El desayuno pasa con relativa ligereza, Henry acordándose con delectación del gusto del algodón de azúcar, Regina recordándole gentilmente que pasaría mucho tiempo para que lo volviera a probar.

E: «Entonces, ¿a qué jugamos?» dice ella como una niña pequeña

Por supuesto, la ambigüedad de la pregunta se le escapa a Regina, sin embargo Emma sí se ha dado cuenta y se ruboriza..

R: «No he ido a ver todavía... Subiré después del desayuno»

E: «¿Puedo subir yo también?»

R: «Claro. Henry, mientras tanto, te vestirás»

H: «Pero, ¡si no vamos a salir de casa!»

R: «No es una razón para quedarse en pijama»

Apariencia de vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora