Soneto CXXVI (TokiOto)

Verso 12

❤Creer que un cielo en un infierno cabe,

-¿Has escuchado? ¡A una de las chicas le gusta Ittoki! –Murmuró Tomoko a sus compañeros, mientras todos veían como Tokiya se encogía y se tornaba completamente nervioso ante la afirmación.

-¿A quién no? –Agregó Ren–, si Ikki es adorable. Estoy seguro de que más de alguna persona querrá clavar los colmillos en ese joven cachorro, ¿No, Ichi? –Preguntó despreocupado.

-Supongo. –Respondió, mientras trataba de respirar profundo. Era evidente, Otoya era dulce, atento, cuidadoso, amable, cálido... Con una sonrisa prácticamente de ensueños ¿Quién no gustaría de él?

Claro, Tokiya. Y es que no, no estaba dispuesto a aceptar que estaba muy interesado en su compañero de cuarto. Había reglas, había orden. El amor simplemente desordenaba todo, destruía todo, acababa con lo valioso que había a sus alrededores.

-¿Cómo un tornado? –Mencionó Otoya, apareciendo por la espalda de todos.

-¿Qué es como un tornado, Ikki? –Preguntó Syo, mientras Ren alzaba una ceja.

-El amor. –Respondió conciso–, ¿No creen que da miedo? ¡No te das cuenta cuando te vuelves débil! Y repentinamente... –Miró a Tokiya antes de continuar–, quieres monopolizar a esa persona. Y destruirla de tal modo que no vea a nadie más que a ti. El amor es algo violento. Es un infierno disfrazado de cielo. –Murmuró, perdido en sus ensoñaciones.

-¿Oí bien~? ¿Otoya Itokki está enamorado~? –Mencionó coqueto Ren, mirando fijamente la reacción de Tokiya ante cada uno de los movimientos del muchacho de cabellos naranjos.

-Qué va. Sólo estaba leyendo poesía. –Respondió.

-Tienes razón. –Agregó Tokiya.

-¿A qué cosa? –Indagó el pelirrojo, mientras veía como las manos del de cabellos obscuros cogían las propias y las envolvían de su calor.

-En que el amor es como un tornado.