Hola aquí os dejo una historia emocionante, al principio los capítulos son cortos pero espero que les guste.
La historia surge de la nada sin principio ni final.
Derechos reservados al escritor barbara2016
Cansada de estar de pie, me senté en ese supuesto trono. ¡Muy cómodo, por cierto! Notaba mis ojos cansados y yo intentaba no caer en un profundo sueño. Pero en un lucha contra el sueño acabe cerrándolos.
Mis ojos van abriéndose poco a poco y de golpe una luz blanca me ciega. Empiezo a mover mi cuerpo y noto como si ya no estuviera en el trono. Estoy en una cama... De golpe me giro para ver si hay algún hombre. ¡ Y gracias a dios no lo hay!
- Buenos días, mi reina. - WTF, pensé.- ¡Cuidado con ese lenguaje! - Espera... ¿como sabia lo que estaba pensando? Lo debo haber dicho en voz alta.
- Hola... - cuando acabó de abrir los ojos por completo acabo viendo al mismo imbécil de siempre.- Ahg, eres tú.
- También me alegro de verte, gracias. - dijo con un tono de chulería.
-Buenos días... - dije entre dientes.
- Bueno hoy tienes una agenda muy apretada, ¡manos a la obra!
Justo al por esas palabras me quedo perpleja y lo único que se me ocurre es volverme a dormir. ¡Ya que son las 8 de la mañana!
De repente noto como alguien me coge de la cintura y me estira fuera de la cama con bastante fuerza.
En menos de un minuto me veo en una especie de escalón y delante unos espejos. Y a mi lado aparece el chico sin nombre con dos vestidos.
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Los dos eran preciosos pero yo no era de llevar vestidos tan pomposos. Y por otra parte me gustaba que fueran de color azul. Por su mirada sabia que debía escoger, así que opte por preguntar, aunque yo ya lo tenía decidido.
- ¿Cuál te gusta más para mí ?- pregunte con descaro- Se que ambos me quedaran bien...- por dentro estaba muy nerviosa y no sabia porque, yo no suelo ser así, o eso creo.
-El pomposo - dijo secamente y revoleo los ojos- Ah! Y normal que te queden bien los he elegido yo, con la información de tu tarjeta.
- Pues solo por llevarte la contraria, quiero el otro- afirme con una sonrisa en mi rostro.
El chico se fue dejando el vestido encima de la cama y una mujer con la cabeza gacha entro.
- Hola- salude, pero ella seguía callada.
- ¿No puedes hablar?
-No
-¿Porque?
-Porque eres la reina y hoy es tu coronación.
-wuou, espera ¿que? El no me había dicho nada... ¿Entonces es por eso lo del vestido? - No respondía... - Te dejó hablar...
- Vale... Supongo que si usted lo dice puedo...- dijo con mucha timidez. - la verdad es que este vestido no es para su coronación para ese evento llevará el vestido que se ha llevado durante muchos años. Con el cual se ha coronado a todas las reinas de este lugar.
- ¿Lugar? ¿Donde estamos? - pregunté con temor a la respuesta.
- No creo que sea la indicada para hablarle de ese tema, para eso tiene al señor James. - Así que ese era su nombre... Bueno saberlo.